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2020/01/06 21:35:00 GMT+1

Cogiendo fuerzas para el 2020

Veo este 2020 como una de nuestras características carreteras vascas: repleto de curvas. Pero antes de hablar un poquito de este año que acaba de comenzar, quiero echarle un vistazo al 2019.

Ha sido el año en el que me he pasado varias semanas dando a conocer el libro que reúne una antología de artículos del maestro y amigo Ortiz. Todo ello con motivo del décimo aniversario de su muerte.

1- Historias de mayo.

2.- El homenaje de San Sebastián.

3.- Presentaciones de junio.

4.- Galicia.

Me lo pasé fenomenal, entre otras cosas, porque pude saludar a viejas amistades y hacer nuevas.

Pero ha sido un año tambén en el que ha muerto gente cercana, algunos todavía jóvenes:

1.- Tia Sabina.

2.- Mariano Ferrer.

3.- Iñigo Muguruza: 1 y 2.

4.- Joserra.

Los recordaré a todos ellos tal y como pedía Sabino Ormazabal que recordáramos a Mariano Ferrer:

«Aquí NO nos gustaría hablar de su muerte, sino de su vida. No ha muerto Mariano Ferrer, baizik eta Ha vivido Mariano Ferrer. Así lo expresa una forma de agradecimiento latina. Celebramos lo vivido con esa persona, no el adiós. ¡Qué suerte haberle conocido! Ha vivido Mariano Ferrer. Ha vivido Mariano Ferrer. Y lo ha hecho con todas y cada una de las personas que estamos aquí. Bakoitzak bere erara. Denok ditugu istorioak berarekin. Mikrofonoa irekia utzi ezkero, gaupasa egingo genuela seguru gaude; guztiok daukagu zerbait kontatzeko, anekdotak edo bizipen mota asko.»

Pero no quiero unir el año únicamente con la muerte de gente cercana. Porque también cumplió 15 años la comunidad de blogs de eibar.org, espacio en el que tengo el hermano euskaldun de este blog. Y le dije adiós a Facebook.

Lógicamente no tengo ni idea de lo que nos deparará este 2020. No ha comenzado nada bien con Trump subido a su maquinaria de guerra para matar a Soulemani, algo que parece que tendrá consecuencias terribles.

Mañana antes de comer (yo no espero sorpresas) veremos cómo es elegido Sánchez presidente. No tengo demasiadas expectativas de alguien que hace dos meses decía justamente lo contrario de lo que hace ahora, pero cualquiera sabe. Incluso puede ser bueno dado el panorama que tenemos.

Me llama la atención que las decisiones de los órganos superiores de la judicatura española con respecto a Cataluña no pasen la prueba del algodón en Europa y sigan erre que erre.

Habrá elecciones en el sur de Euskal Herria cuando decida Urkullu (y en Galicia y Cataluña, según parece), pero previamente habrá elecciones locales en marzo en Iparralde.

He andado bastante fuera de onda de las cuestiones políticas, asqueado de la espectacularización que todo lo inunda, pero quizás habrá que volver a ponerle atención a la política de verdad (sea eso lo que sea).

Mientras tanto, os dejo con esta foto que saqué el 1 de enero en Ondarroa: Gora Euskal Zirkua!

¡Abróchense los cinturones, por favor!

Indarrak hartzen 2020ari begira, apunte hau euskaraz

 

Gora Euskal Zirkua

Escrito por: iturri.2020/01/06 21:35:00 GMT+1
Etiquetas: ondarroa iñigo_muguruza iñigo_urkullu pedro_sánchez javier_ortiz mariano_ferrer 2019 tia_sabina euskal_herria blogak joserra_artetxe | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

2019/12/23 20:15:00 GMT+1

Joan Mari Irigoien a favor de la eutanasia y de una muerte digna

Este pasado fin de semana el diario Berria publicó una entrevista de Arantxa Iraola a Joan Mari Irigoien (1948). Además de escritor, en sus tiempos mozos Irigoien fue un destacado jugador de fútbol del Sanse, segundo equipo de la Real Sociedad. Hoy en día, enfermo de esclerosis lateral primaria (una ELA lenta), Irigoien aboga en defensa de la eutanasia y por el derecho a una muerte digna. He traducido la entrevista y solo añado que espero que se cumplan sus deseos, los cuales los adopto como propios.

Joan Mari Irigoien: «Pido respeto; quiero morir dignamente, nada más»

Joan Mari Irigoien. Fotografía de Juan Carlos Ruiz (Foku) para Berria

Fotografía de Juan Carlos Ruiz (Foku) para Berria.

Ha sido uno de esos días en los que oscurece nada más amanecer. El escritor Joan Mari Irigoien (Altza, Donostia, 1948) nos abre las puertas de su casa. «En una situación agónica, pero por lo demás bien». A la pregunta de qué tal, esta fue su respuesta; sin ningún reproche, con ese humor tan característico suyo en sus ojos chispeantes. Pronuncia las palabras torpemente. Ya han pasado unos cuantos años desde que le diagnosticaran una escleroris lateral primaria y, además de para hablar, tiene también dificultades para moverse. Difunde con fuerza su posicionamiento a favor de la eutanasia, preocupado por las consecuencias de un empeoramiento de la enfermedad. Ha hablado en público de esta cuestión, se lo ha hecho saber de manera clara a su familia, y también lo ha dejado por escrito en su documento de voluntades anticipadas: «Sé muy bien que ahora mismo la eutanasia no es legal, pero quiero subrayar mi absoluta convicción y mi voluntad clara y firme, reiteradamente manifestada». En su trato con los médicos, les ha dicho en más de una ocasión que quiere despedirse de este mundo sin que el sufrimiento le fastidie el adiós. «Aún no; todavía tengo humor». Y la capacidad de escribir: pasa horas en ello. «Pero cuando comiencen los problemas, entonces sí». Le gustaría tener al lado un médico/a o enfermero/a que le ayude en ese tránsito, pero está pidiendo algo que es ilegal. Habla con admiración del doctor Nicolas Bonnemaison; cuando trabajaba en el hospital de Baiona, sedó a siete pacientes terminales entre los años 2010 y 2011. Fue juzgado y condenado el año 2015. No puede pronunciar las palabras tal y como surgen en su cabeza; por este motivo, ha preferido responder por escrito al cuestionario del diario Berria.

Arantxa Iraola: ¿Cómo llegó el diagnóstico de la enfermedad?

Joan Mari Irigoien: En un principio fue una disartria, y pasé dos o tres años sin saber qué me pasaba, hasta que se jubiló el neurólogo que me trataba y comencé con otro especialista. Este último me hizo varias pruebas y fue quien me diagnosticó la enfermedad: «aparentemente es una esclerosis lateral primaria...». Desgraciadamente, el médico acertó de pleno.

Arantxa Iraola: ¿Cuál es la evolución de la enfermedad?

Joan Mari Irigoien: Soy un hombre de una gran imaginación y, a medida que escuché que los músculos de mi cuerpo irían debilitándose, imaginé toda la película. La esclerosis lateral primaria, en definitiva, es una enfermedad parecida a la ELA [escleroris lateral amiotrófica], pero con un desarrollo más lento.

Arantxa Iraola: ¿Cuál fue el impacto que tuvo en ti?

Joan Mari Irigoien: Antes de responder a la pregunta, debería hablarte de mi relación con la muerte. Cuando yo tenía 8-10 años, murió la abuela del caserío Mirasun de Altza y aquel hecho me causó un gran impacto. De tal manera que inmediatamente me di cuenta de que la fallecida era la abuela de Mirasun, pero que algún día yo también sería el protagonista de esa película. Pero el tiempo es el remedio de todas las enfermedades y, poco a poco, en mi lucha diaria contra la muerte, caí en la cuenta de que el humor y la ironía podían ser muy buenos aliados. Te pondré un ejemplo. Vosotros sabéis que estoy a favor de la eutanasia y, entonces, ¿qué mejor que enfrentarme a ese problema apelando al humor? Escribí este poema cuando mi salud era mejor que la actual:

Nota de traducción: son unos versos sobre la eutanasia que prefiero dejar en el idioma original.


Printzesa urrun baten izena duzu, Eutanasia,
baina nik hurbilago nahi zintuzket,
maite-maite baitzaitut,
eta ez baitut burutik baztertzen
zu neure egitea noizbait,
         edo ni zeure, hobeki…


Zu, Eutanasia, ene azken orduko esperantza;
zu, ene azken hatsa;
zu, ene Buda errukibera;
zu, ene balizko sufrimenduen aringarri;
zu, ene maitaleen maitale.


Barkatu atrebentzia,
hurrengoan Eutanaxi deitzen badizut…

Arantxa Iraola: ¿Qué opinión tienes de los cuidados prestados desde entonces por el sistema de salud?

Joan Mari Irigoien: El trato de médicos/as y enfermeros/as ha sido excepcional. Hubo un tiempo en el que acudía al Hospital de Basurto para las revisiones periódicas, donde me atendía un equipo médico. Ahora, sin embargo, como estos servicios también se han extendido al hospital Donostia, es aquí donde me atienden sin necesidad de acudir a Bilbao.

Arantxa Iraola: ¿Cuál ha sido tu relación con los cuidados paliativos?

Joan Mari Irigoien: Debido a una caída, me rompí la cadera: ¡qué dolor! Pero el traumatólogo detectó la fractura, me operó y me quitó todo el dolor. Después no he tenido más dolores, pero siento los músculos cada vez más debilitados y me temo que pronto pueda entrar en una fase más oscura... Espero equivocarme en este pronóstico. Por lo demás, tuve una entrevista con el jefe de cuidados paliativos y él me aclaró cuál puede ser el panorama al que debo enfrentarme.

Arantxa Iraola: ¿Cómo ha sido la pérdida de autonomía?

Joan Mari Irigoien: Según las fuerzas del momento. Lo que voy a decir ahora no lo entenderá nadie que no haya tenido una experiencia parecida a la mía. Llevo varios años conviviendo con la enfermedad y ¿mé podéis creer que he sentido mi bajón a diario, aunque haya sido muy poco a poco y con sus matices? Si un día se me endurece la articulación de un dedo del pie o de la mano... tranquilo, porque al día siguiente será otra cosa la que se impondrá: a que me sale un granito en la punta de la nariz. Ja ja ja. Así se me fueron los movimientos de las piernas, cada día más limitados... Y, aún y todo, contento, porque pude pasar de andar a moverme en carro sin tener que pagar ningún nuevo permiso de circulación...

Arantxa Iraola: ¿Cuáles han sido las reflexiones que te ha sugerido cada fase?

Joan Mari Irigoien: Hasta ahora lo he llevado muy bien, con alegría y humor. Pero poco antes os he dicho que me temo que estoy a punto de entrar en una fase más tenebrosa debido a una parálisis imparable. Aunque estoy hablando demasiado alegremente...

Arantxa Iraola: Entre los médicos, ¿has encontrado un foro adecuado para charlar de estos pensamientos sobre el final de la vida?

Joan Mari Irigoien: Aunque soy un hombre solitario, no tengo ninguna dificultad para charlar con los médicos de mi enfermedad. De tal manera que, cuando me toca acudir a alguna consulta médica, siempre tengo tiempo para charlar con ellos. Mi mujer es estricta y, cuando le hablo de estas cosas, me suele decir: «¿Que has tenido una conversación con el médico...? ¡Seguro que le habrás aburrido con tus cosas!». (Nota de traducción: conversar largamente en euskera es hitz-aspertu, un juego de palabras entre palabra y aburrimiento, de ahí la sentencia de su mujer). Pero por encima de foros y conversaciones, tengo claro lo que me gustaría tener en su momento... Me gustaría despedirme de los míos con una sonrisa... O al menos intentarlo, porque estas cosas no se pueden certificar al 100%. Porque resulta vergonzoso cómo deben andar algunas personas para cumplir su sueño —una muerte lo más dulce posible—, trampeando la ley... Me viene a la cabeza el caso del señor Bonnemaison y me invaden a la vez la pena y la vergüenza, la vergüenza y la pena... y también muchas ganas de llorar de vez en cuando. Por ello entiendo la actitud de algunos médicos, porque fue tremendo lo que padeció y sufrió el señor Bonnemaison por su valentia. Pero si no es por una vía deberíamos hacerlo por otra, de manera que provoquemos y presionemos a todos los colectivos que se ocupan de la salud: médicos, enfermeros, políticos, instituciones, etc.

Arantxa Iraola: ¿Con quién has compartido estas preocupaciones?

Joan Mari Irigoien: Con cualquiera. Pero también os he dicho que tengo dificultades para hablar y hay veces en que predomina la falta de ganas. Sin embargo, cuando las palabras me cansan, se me quedan ahí (y se les quedan ahí) a mis interlocutores las sonrisas y las miradas, las cuales a veces dicen más que las palabras.

Arantxa Iraola: La eutanasia está penada por ley. En tu situación, ¿qué te provoca esa prohibición?

Joan Mari Irigoien: Asco. Algunos políticos nos toman por bebés, pero ahora que ya tengo 71 años y, en principio la cabeza en su sitio, sólo pido respeto, porque me gustaría morir dignamente, nada más. Mis derechos están en juego y me deberían dar los instrumentos para ejercerlos, ¡la leche!

Arantxa Iraola: Además de estas preguntas, ¿quisieras añadir algo más?

Joan Mari Irigoien: Sí. Sé de dónde vengo y sé también de qué fuentes y de qué tradición he bebido para dar una respuesta adecuada (?) a mis preguntas existenciales. En este sentido, tengo claro que la principal referencia ha sido la tradición cristiana. Por otro lado, es verdad que mataron a Cristo, ¿pero por qué lo mataron? En mi percepción, porque era un agitador, alguien que buscaba la justicia y un mundo mejor. Formularé la pregunta de otra manera: ¿A qué vino Cristo: a santificar el dolor o a reducirlo? Yo no tengo dudas. Cristo sanaba a los cojos y a todos los enfermos dignos de compasión. Por lo tanto, Cristo no era un masoquista impenitente, sino un hombre muy generoso que luchaba contra el dolor. Si Cristo hubiera sido masoquista —en cuanto Dios, sería un masoquista infinito—, no habría curado a los cojos. Todo lo contrario: les hubiera cortado en rodajas las articulaciones que les quedaban, los brazos, las orejas, les quitaría los ojos de cuajo, etc. etc. ¡Qué argumentos tan absurdos! Pero no puedo estar callado sin gritarlo a los cuatro vientos... porque en este camino hacia la muerte puedo perder la cabeza en cualquier momento. Si esto sucede, quien debe saberlo ya sabe qué me tiene que hacer: y que me lo haga lo más rápido posible...

[El entrevistado quiso añadir esta postdata para finalizar la entrevista]

P.D.: Sé que en los hospitales y centros de salud hay gente muy maja y progresista que se mueve en los párametros de la legalidad vigente: aplausos, homenajes y monumentos para ellos. Pero que no se olviden de nosotros, de quienes preferimos la eutanasia a los cuidados paliativos. En definitiva, porque creemos más en nuestra libertad y en nuestra capacidad de decidir sobre nuestra salud. Dicho de otra manera: ¿Que hay enfermos que prefieren los cuidados paliativos porque la eutanasia les produce problemas de conciencia...? Pues que se los den, pero que no entorpezcan los derechos de las personas que estamos a favor de la eutanasia.

Resumiendo todo lo dicho hasta ahora, estoy convencido de que la sociedad debe dar un paso más en este campo y legalizar la eutanasia y el suicidio asistido. Sé, por supuesto, que una ley a favor de la eutanasia necesita de un control y un seguimiento especiales, pero si nos ponemos a reformar la ley, que sea a mejor. ¿No os parece?

Escrito por: iturri.2019/12/23 20:15:00 GMT+1
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2019/12/18 19:44:00 GMT+1

(Casi) un alfabeto para Iñigo Muguruza

El pasado 5 de septiembre falleció Iñigo Muguruza y aprovechando que ayer, 17 de diciembre, habría cumplido 55 años, la familia y amigas y amigos varios organizaron un homenaje en el Kafe Antzokia bilbaino.

Autobús

Unas 60 personas teníamos cita a las cinco y media de la tarde ayer en la bixera de Irun. Conocía a unos más que a otros, pero todos teníamos relación con Iñigo.

Fui con un amigo de toda la vida, Iñaki.

Cuando supe que iríamos en autobús a Bilbao, me vinieron a la cabeza los buses que organizaba Bertso-Hop para ir a ver conciertos lejanos. Me acuerdo especialmente de dos: una excursión a Burdeos para ver a Henry Rollins Band y otra para ver en Madrid a Red Hot Chilli Peppers.

Bilbao

Fermin contó en el Kafe Antzokia que la primera idea era hacerle el homenaje en Irun. Pero que fue imposible. Esa relación amor-odio con tu pueblo natal.

Ahora bien, teniendo en cuenta la relación de amor que los Muguruza tienen con Bilbao, aunque no solo eso, fue muy adecuado que el homenaje fuera en el citado Kafe Antzokia. La única pena es que había poco sitio para toda la peña que quería estar en el acto, pero yo lo agradecí, porque cada vez me gustan menos las concentraciones numerosas, sobre todo cuando hay música por medio.

Catalunya

Joni D Hace Color leyó un texto a la memoria de Iñigo. No lo escuché atentamente, porque fue breve e inesperado y me pilló pidiendo en el bar. Quede aquí constancia de que el manager catalán de los Muguruza estuvo en Bilbao ayer.

Delirium Tremens

Cuando Kortatu se hizo a un lado, Iñigo pasó una temporada en Nicaragua. A la vuelta, se unió a un grupo de Mutriku que estaba ya en marcha. Su nombre Delirium Tremens.

Han pasado ya 28 años desde que DT desapareciera y se juntaron para tocar cuatro canciones. En un entrevista a Andoni Basterretxea publicada el lunes en el diario Gara (enlace de pago y en euskera), el cantante y líder de aquella banda cuenta cómo entiende la vida y la música.

Esos 28 años no han pasado en balde, pero me quedo con cómo canta y toca la guitarra Andoni. Cada vez que le escucho entra el mar en mi cabeza.

Ezekiel

A Iñigo no solo le interesaba la música. Un ejemplo de ello fue el montaje Ezekiel. Si no recuerdo mal, es de sus tiempos de Sagarroi. Y allí estaban, en Bilbao, Miren Gaztañaga, Ander Lipus y Asier Ituarte para recordar aquella época.

No lo recuerdo muy bien, pero mi cabeza me dice que los vi en el Amaia de Irun.

Era una adaptación de la novela de Martxel Mariskal «Me llamo Ezequiel y así será siempre» donde juntaron música y teatro.

Fermin

Fermin e Iñigo. Iñigo y Fermin.

Dos proyectos potentes en los que estuvieron juntos, mano a mano: Kortatu y Negu Gorriak. Pero no solo era eso.

No quiso hacerle a su hermano un adiós al uso y se acordó de que hace tres años, en el cumpleaños de diciembre de 2016, Iñigo convocó a un porrón de personas que habían sido cómplices de sus proyectos musicales para celebrar su cumpleaños en una pequeña pizzería de Irun.

Muchos de ellos se subieron ayer al escenario del Kafe Antzokia para recordar a su amigo, su compañero de banda, su profesor...

Y el principal impulsor fue Fermin.

Gaztañaga, Miren

Qué capacidad tiene esta mujer para hacer fácil lo difícil encima de un escenario. Condujo el acto, tomó parte en Ezekiel y se desmelenó cantando varios números de Sagarroi.

No sé si necesita una banda, pero como es del mundo del teatro, quizás pueda hacer algo parecido a lo que hace Asier Etxeandia en algunos de sus espectáculos.

Me atrevería a decir que unos cuantos disfrutaríamos de ello.

Hombre blandengue

Pablo Cabeza le hizo hace varios años una entrevista a Iñigo donde este citaba a El Fari como contrario a los hombres blandengues. El pequeño de los Muguruza le aguantó el envido y le dijo que él era uno de esos hombres blandengues.

Ayer recordaron que Karmele Jaio dedica su último libro a Iñigo, especialmente, y en general a los hombres nuevos.

(Con) Iñigo

Mi relación principal con Iñigo fue encima del escenario. Es decir, él encima del escenario y yo como público mirándole a él. Pero andábamos por los mismos sitios en Irun y sí que tuvimos otro tipo de contacto. Por ejemplo, para ir al cine o algún concierto a Donostia.

Recuerdo que a mediados de los 90 quedamos en el Bar Zurt para ir a ver un concierto. Mi cabeza me dice que era uno de Christina Rosenvinge, en aquellos jueves del Principal. Pero podía ser algún otro.

Salimos de Irun y no llevábamos un kilómetro recorrido cuando vimos que, en una recta, un coche venía por nuestro mismo carril en sentido contrario. Iñigo le dio las luces y tocó el claxon, pero el tipo no se desvió de su camino. Cuando pensábamos que nos ibamos a chocar de frente, aquel tipo frenó también a escasos metros de nuestro coche.

Mi primera reacción fue salir a preguntarle qué le había pasado y el otro conductor hizo lo propio, cagándose en nosotros y con ganas de pegarme. Era obvio que el buen hombre tenía algún tipo de trastorno mental, tal y como pudimos saber al día siguiente. Porque Irun es pequeño.

Seguimos el camino en silencio y más pálidos que de costumbre. No recuerdo nada del concierto.

A veces sigues vivo por azar.

Jabier

El hermano mayor, pero también compañero de Iñigo en el proyecto Joxe Ripiau.

Cuando salió a escena con una hoja en la mano, nos dimos cuenta inmediatamente de que Jabier estaba para pocas bromas ayer.

Dijo que alguien lo saludó diciéndole que se venía «fiestón». A lo que repuso que él estaba de duelo.

Jabier fue quien recordó la dedicatoria de Karmele Jaio, la diminuta pizzería irunesa (para el número de personas convocadas) y el corazón del tamaño de un elefante que escondía su hermano pequeño.

Nota: el diario Berria ha colgado el texto de Jabier. «Elefante bihotza zeukan» (enlace en euskera: Tenía un corazón de elefante).

Kortatu

A priori pensé que sería Negu Gorriak quien clausuraría la noche. Sin embargo, Fermin invitó a la banda Des-kontrol (anoche Pikete Lerroa) para tocar juntos algunas canciones de Kortatu y cerrar el acto.

Para mí Kortatu es el instituto y mis primeros años universitarios. Comencé a seguir al trío irundarra con 16 años. A mi edad, la nostalgia está bien, siempre que la incursión sea breve e intensa.

Lurra / (Hiru) Leike

Los últimos proyectos de Iñigo eran más pequeños y el penúltimo atendía al nombre de Lurra. Anoche lo condujo la cantante Ane Garcia. Era muy joven cuando comenzó y ahora ya tiene veintitantos. Se nota para bien.

Hiru Leike fue el último grupo de Iñigo y anoche estuvo representado por la cantante (embarazada) Ane Odriozola y sus compañeras de Indidxabak.

Muguruza

Hoy aquí y ahora citaré a las familias de los tres hermanos.

Primero sus compañeras. Un beso grande para Maite, Jone y Estitxu. Sobre todo para Estitxu.

Y otros más para Beñat, Unai, Irune y las dos hijas de Iñigo. Todos ellos estuvieron en Bilbao ayer.

Negu Gorriak

Todavía tiemblo al recordar aquel primer (para mí) concierto de Ezpeleta en septiembre de 1991. Mis pocos pelos todavía se erizan.

No invitaron a ningún otro guitarrista para que el vacío de Iñigo fuera más visible. A ellos, y a todos, nos miraba un retrato sonriente de Iñigo en la parte central trasera del escenario.

El cuarteto se hizo llamar NG Brigada Peligrox. Han pasado los años, pero el repertorio sigue vibrando.

Público

Ya he dicho que el Kafe Antzokia estaba lleno y eso fue motivo de agrado.

La edad no solo afecta a los músicos. También nos afecta a los demás, a algunos más que otros. Eso también.

Pero no fue solo un cónclave de personas mayores. También tuvieron su sitio personas jóvenes.

(Joxe) Ripiau

Iñigo amaba el ruido y el rock. Por seguir con la r, por ejemplo a Rory Gallagher. Pero también el Caribe, Cuba y Jamaica.

La principal virtud de Joxe Ripiau consistió en cantar en euskera esos ritmos latinos y festivos. Lo hicieron en un buen número de fiestas, pero ayer no era ese el tono.

Dolor y una única canción. Sin voz. Para que su ausencia quedara patente.

Sagarroi

Tras Joxe Ripiau, Iñigo volvió a los sonidos rockeros y fue una delicia ver a Sagarroi, tal y como he dicho antes encabezados por Miren Gaztañaga.

Muy destacable el trombón de Asier Ituarte.

Tenk

Martxel Mariskal e Iñigo se conocieron en el instituto de Hondarribia, si no entendí mal. Formaron parte de Desband, donde también estaba Xabi Lopez.

Martxel presentó su nuevo proyecto mezcla de spoken word y post-rock con un trío compuesto por Karlos Txap Osinaga (Lisabö), el citado Xabi Lopez (Beti Mugan) y Santi Noain.

Me gustaría verlos en otras condiciones, porque siempre es de agradecer escuchar a Mariskal.

Underground

La de ayer fue una nueva muestra de lo mucho que debe nuestra escena a los gaztetxes y a los movimientos alternativos.

(Bingen) Zupiria

Mal día ayer para el PNV, porque se hizo pública la sentencia del caso De Miguel. Pero esa es otra cuestión. Hoy no toca, que decía Jordi Pujol.

El consejero de Cultura Bingen Zupiria estuvo presente en el homenaje. Yo solamente lo vi a la entrada, porque luego estuve durante las tres horas del acto en el segundo piso.

Recuerdo a Zupiria, siendo director de Deia, en un concierto de Fermin en el Kafe Antzokia ondarrutarra.

Underground sí, pero también las instituciones. Sin el trabajo y el dinero de estas nuestra cultura se va al guano.

P.S.: Petti también subió a cantar, pero no recuerdo con quién y en qué momento. Añado coletilla: me dice Ana Galarraga que cantó una canción con Lurra.

Dos crónicas en euskera: Izkander Fernandez en Gara e Iñigo Astiz en Berria (con muy buenas fotos, por cierto). Y qué decir de estas de Gaizka Peñafiel.

(Ia) alfabeto bat Iñigo Muguruzari eskainia, apunte hau euskaraz.

Esta pieza de Koldo Otamendi, Maddi Mochales y Jabi Jubera para Hamaika Telebista está hecha con mucho mimo y gusto.

Escrito por: iturri.2019/12/18 19:44:00 GMT+1
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2019/12/15 21:10:00 GMT+1

Un retrato del movimiento antinuclear vasco

Ez, eskerrik asko.

Tomando como punto de refrencia el asesinato de la ecologista donostiarra Gladys del Estal en Tudela en junio de 1979, Bertha Gaztelumendi ha dirigido el documental «Ez, eskerrik asko. La ventana de Gladys» donde retrata el movimiento antinuclear vasco de la época. El guion y la idea original son de Sabino Ormazabal.

El pasado jueves, 12 de diciembre, estuve en el estreno, el cual tuvo lugar en el Teatro Principal donostiarra. Las semanas previas se agotaron todas las invitaciones disponibles y, aunque hubo gente que no vino, el teatro rozaba el lleno.

Este trabajo audiovisual es muy nececesario, más ahora, para no olvidar la pujanza del movimiento antinuclear de los 70 y 80. Un movimiento plural, no homogéneo. Con sus contradicciones sobre el uso de la violencia, puesto que hubo docenas de ataques contra Iberduero (la empresa impulsora de la central nuclear de Lemoiz), sin olvidarnos de la violencia de ETA, ni la del estado.

Así esas contradicciones aparecen en el documental: con gente que dice que ETA hizo mucho daño al movimiento, aunque también hay voces que dicen que su intervención paralizó el proyecto de Lemoiz.

Me extrañó la intervención de Alberto Muñagorri y, además, me dejó un sabor agridulce. Porque si bien decía que el responsable de sus heridas fue quien puso la bomba, también extendía la responsabilidad al movimiento antinuclear y al pueblo en general. O eso fue lo que yo entendí.

No recordaba que fuera un artefacto contra Iberduero el que le jodió la vida a Alberto y he buscado en la web de Javier Ortiz. Y he encontrado un artículo escrito por el propio Ortiz en el año 1991 en El Mundo del País Vasco: Lemóniz: un monumento al absurdo.

Sobre el uso de la violencia, este párrafo:

«Cinco cayeron del lado de Iberduero; siete del de ETA. También hubo de morir Gladys del Estal, militante ecologista. Y un niño, Alberto Muñagorri, se quedó tuerto y cojo por no saber lo peligroso que es dar patadas a los paquetes abandonados junto a oficinas de Iberduero».

Muñagorri dice que no dio ninguna patada a ningún paquete, pero en el imaginario colectivo eso fue lo que quedó y nuestras madres y padres nos recordaban continuamente que no tocáramos ningún paquete sospechoso que hubiera en la calle.

Ortiz también recoge una cita de Arzalluz:

«La central nuclear de Lemóniz es necesaria para el País Vasco, y el tiempo se encargará de demostrarlo», afirmó en su día el factótum pensante del PNV, Xabier Arzalluz».

Y el coste económico:

«Dos mil millones de pesetas se invierten cada año en mantener vivo este disparate. (...) El problema es que esos dos mil millones anuales no los pone Iberduero, empresa constructora de la central, ni ningún mecenas al que le fascinen los happenings políticos: los pagamos usted y yo todos los meses en el recibo de la luz».

Para quienes no conocisteis las pesetas, eso significa 12 millones de euros anuales. La Wikipedia habla de que el coste de los trabajos de construcción fue de 200 millones de euros, cifra que también se cita en la película.

Acabo con un cuarto párrafo del reportaje de Javier:

«El proyecto de Lemóniz no fue muy astuto, todo sea dicho. Cada cual es libre de pensar lo que quiera de las centrales nucleares en general, pero instalar una a escasa distancia del Gran Bilbao, área densamente poblada que no podría ser desalojada en caso de accidente, supera los límites de lo que el sentido común aconseja, sobre todo después de conocer, las no muy alentadoras experiencias de Harrisburg y Chernóbil».

La web de «Ez, eskerrik asko. La venta de Gladys» recoge por el momento cuatro proeycciones: dos en Deba y Ea el mismo día, 20 de diciembre (junto con Lemoiz, en ambos pueblos estaba prevista la construcción de sendas centrales), en Vitoria el 10 de enero y en Donostia nuevamente (el 14 de enero en el Centro Cultural Okendo).

Euskal Herriko mugimendu antinuklearraren erretratu bat, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2019/12/15 21:10:00 GMT+1
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2019/12/04 20:00:00 GMT+1

Indurain

El periodista Carlos Tigero publicó en 2018 un libro donde narra, con el apoyo de un buen número de fotografías, la carrera deportiva de Miguel Indurain: «La estela de Miguel en 101 imágenes».

Os voy a poner aquí dos o tres píldoras y un vídeo para que os entren ganas de comprarlo y leerlo.

Antes de todo eso os diré que ha contado con un buen número de testimonios de rivales (Gianni Bugno, Claudio Chiapucci, Tony Rominger, Marino Lejarreta), compañeros (Pedro Delgado, Pruden Indurain, Julián Gorospe, Marino Alonso) directores y asistentes (José Miguel Echavarri, Bixente Iza, Francis Lafargue, Enrique Sanz, Eusebio Unzue, Carlos Vidales), etc.

Sergi López-Egea en el prólogo De profesión, indurainista

«En la puerta de la sala de prensa de la Gran Salida del Tour del 2002, en Luxemburgo, había un joven espigado que me hacía señas. A pesar de llevar colgado en el cuello un pase VIP de la ronda francesa, regalo de Jean-Marie Leblanc, por aquel entonces director general de la prueba, no se atrevía a entrar a lo que podríamos denominar el templo de los periodistas».

(...)

«(A Carlos Arribas y a mí) no sé si inicialmente nos hizo mucha gracia. Pero todo cambió cuando paseando por las calles de Luxemburgo nos cruzamos con José Miguel Echavarri. Creímos por sus gestos que se disponía a abrazarse con alguno de nosotros. Pero lo hizo con Tigero. Arribas y yo nos quedamos perplejos. ¿De qué narices conocía Echavarri a un chaval que por aquel entonces tenía 20 años y estudiaba en la universidad?

«Enseguida Echavarri explicó que unos años antes se le había presentado en Pamplona un joven catalán que realizaba un trabajo fin de curso de segundo de bachillerato sobre Indurain. Echavarri lo fue a buscar a la estación de tren, lo llevó a su casa y respondió a todas las preguntas que le formulaba el desconocido estudiante. Por supuesto, Tigero aprobó el trabajo».

«Y fue el mismo Carlos quien al cabo de un tiempo envió una carta a Leblanc diciéndole que la ilusión de su vida era ir a la salida del Tour para conocer los secretos de la carrera. Le explicó que era un estudiante de Barcelona y le pidió si podía conseguirle algún tipo de acreditación. Tal fue la sorpresa de Leblanc por la carta recibida que le asignó un pase VIP».

«(En el 2003) Camino de París, Tigero contemplaba las señales de tráfico que indicaban los pueblos de las salidas de la autopista. "Aquí se escapó Indurain en el 89". "A 50 kilómetros de aquí estaba la salida donde el ONCE puso en jaque al Banesto en el 95". Aproveché una parada en una área de servicio para sacar un libro de estadísticas que llevaba en el maletero. Y era verdad. No se inventaba nada».

1. Elda, 1983

«Miguel viste el maillot de campeón de España amateur en la cronoescalada al alto de Agina, en la Vuelta a Navarra de 1984, un jersey que consigue once meses antes al batir en Elda a Jokin Mujika, el mejor ciclista amateur del momento. Mujika cruza la meta de Elda pegando puñetazos sobre su manillar tras ser derrotado por un chico de 18 años, mientras Bixente Iza, masajista del nuevo campeón, le consuela.»

«-¿Cómo me ha podido ganar este? ¡No puede ser! ¡No puede ser!»

«-Pues prepárate porque te va a ganar muchas carreras de aquí en adelante...»

101. Puerto de Artesiaga, 2017

«Con 53 años, Miguel sigue rodando con su Pinarello, ahora monocasco de carbono, marca de la que es embajador mundial (...) Su hijo Miguel detalla su plan de entrenamiento: "Sale un día y hace seis horas, y al día siguiente descansa; al otro seis horas, y al siguiente descanso de nuevo; y así sucesivamente. Entrena muchísimo y siempre sale solo. Se coge un par de barritas y con ellas aguanta todo el recorrido, porque no es de parar mucho cuando sale en bici».

«El 17 de agosto de 2017, Miguel le dijo a su primogénito que al día siguiente iba a salir a rodar desde casa hacia Francia. Su hijo le prestó un GPS para así analizar después por pura curiosidad la ruta que había hecho. Al día siguiente, cuando volcó los datos al ordenador, se quedó pasmado. Su padre había recorrido 213,68 kilómetros en nueve horas, siete minutos y veintidos segundos a 23,4 kilómetros por hora de media, con 4.523 metros de desnivel acumulado y una potencia de 193 vatios. Miguel salió de su segunda residencia en Altzuza, cerca de Pamplona y, dirección Otsagabia, ascendió Larrau, introduciéndose por los durísimos puertos de la Selva de Irati, regresando a casa por la carretera de la fábrica de Orbaizeta para volver a subir Mezkiritz y Erro dirección Pamplona. Su hijo colgó los detalles de la ruta en la aplicación Strava titulando: "No sé qué se le habría perdido en Francia: entreno del padre".»

La música es una versión de Wilco a cargo de Mountain Man.

Y una segunda de propina, por si acaso.

Escrito por: iturri.2019/12/04 20:00:00 GMT+1
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2019/12/01 20:15:00 GMT+1

Cada cual en su charca

Esta mañana me he acercado hasta una charca que hay en Igara donde dicen que chapucean los pocos ejemplares que quedan de la ranita meridional. Entre que iba y venía, le he dado vueltas a unas cuantas cosas... Pero no os las voy a contar, porque prefiero hablar de «Azken aurreko manifestua» («El penúltimo manifiesto»).

Hace un año, Uxue Alberdi invitó a Harkaitz Cano a participar en el ciclo «Euskara ala ezkara» en Elgoibar y el escritor leyó un texto titulado «Azken aurreko manifestua».

Este vídeo lo colgaron en la red el 4 de diciembre de 2018, pero justo se lo oí recitar la víspera al mismo Cano en la librería Kaxilda de Donostia, dentro de Euskaraldia.

Un año después, la plataforma Booktegi (Aritz Branton) organizó un recital en la Biblioteca Central donostiarra ayer sábado, 30 de noviembre.

Este texto (el mío) está escrito en euskera originalmente y ahora, cuando procedo a ponerlo en castellano, me doy cuenta de que estoy dando por supuestas cosas que habrá personas que las lean y no las entiendan, pero es que resulta complicado.

Cano escribió este manifiesto en unas jornadas dedicadas a la normalización del euskera y justamente ahora, el día 3 de diciembre, se celebra el Día Internacional del Euskera.

No voy a resumir el manifiesto por aquí, pero sí que voy a contar que el acto de ayer se dividió en dos partes principales:

Por un lado, la propia lectura, en tres movimientos, a cargo de la actriz Iraia Elias y de la pianista Hatxe.

Por otro lado, una conversación entre Harkaitz Cano y uno de sus maestros, el también escritor Anjel Lertxundi.

Tras el primer movimiento, comenzó el diálogo entre Cano y Lertxundi y así sucesivamente hasta el final (es decir, la secuencia lectura-diálogo).

Cada vez me cuesta más permanecer atento durante más de una hora (la edad y los tiempos que nos han tocado vivir), pero esta vez no se me hizo larga la hora y media y creo que estuve bastante atento a lo que sucedía en la tarima. Porque había fundamento y un tono jocoso muy atractivo, una mezcla entre humor e ironía.

Booktegi grabó el acto y tiene la intención de ponerlo en su web, por lo que podréis verlo dentro de algún tiempo. Sólo voy a citar una cosa: Lertxundi le recordó a Cano lo que le gustó el breve ensayo «Txalorik ez, arren» («Aplausos no, por favor») y le invitó a que escribiera otro: «Malkorik ez» («Lágrimas no»).

No sé si Cano recogerá el envido de Lertxundi, entre otras cosas porque dijo que piensa tomarse el 2020 como sabático.

Messi

He empezado por citar a la ranita para recordar que todos vivimos en nuestra charca particular. El viernes estuve en San Pedro, en el Bar Muguruza (Falcon Crest). Mientras esperaba a las y los colegas, estuve mirando a un perro al que llamaban Messi.

A base de ladridos no paraba de pedir que le lanzaran el balón. Se lo tiraban y Messi lo traía de vuelta. Decían que no se cansaba fácilmente, pero que a veces sí que lo hacía. Entonces echaba mano de dos solucioness: una, tirar el balón al agua, pero el problema es que luego tenía que ir a recogerlo; dos, pinchar el balón, algo que también hacía con frecuencia.

Agua o pinchazo. ¡Que cada cual elija!

La música la pone Hatxe.

Chispún.

Bakoitza bere putzuan plisti-plasta, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2019/12/01 20:15:00 GMT+1
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2019/11/24 09:10:00 GMT+1

¿A quién vamos a dejar morir? Una declaración política a favor del sistema público de salud

Esta semana me he leído una entrevista del compatero Luis de la Cruz: «La crisis es una característica de nuestro sistema de salud más que una coyuntura». El entrevistado era Javier Padilla (Colectivo Silesia) y el motivo un libro de este médico de familia que acaba de publicarse:  ¿A quién vamos a dejar morir?

Me lo compré el viernes por la mañana en la Librería Hontza y me lo había leído ya el sábado por la tarde. Porque se juntaron varios factores: he tenido tiempo, el tema me ha interesado y el libro ha ayudado.

Me crucé varios mensajes con Luis entre semana y me dijo que la editorial Capitán Swing tiene una línea temática en la que han aparecido ya libros sobre la gestacion subrogada, la maternidad y, pronto, sobre la vivienda.

No recuerdo haber leído nunca un libro sobre sanidad o salud pública y me parece que este ha sido el libro adecuado para empezar por ese camino. Te sitúa en el tema, sirve para ver de dónde venimos, qué está sucediendo ahora y qué es lo que puede venir a la vuelta de la esquina, además de darte pautas, desde una perspectiva de izquierda, de por dónde deberíamos ir.

Echando mano de las palabras de Luis de la Cruz:

«Padilla habla de salud de una manera global que, a priori, uno no esperaría de un médico. Escribe de política, de sociedad, recurre para ello a la filósofa Marina Garcés o al debate feminista sobre redistribución y reconocimiento. La salud en su contexto, el autor en un determinado ecosistema cultural y toda su argumentación bien contextualizada, histórica y políticamente.».

Unos días antes había leído otro artículo contundente de Julen Iturbe en su blog: El desmantelamiento del sector público.

Iturbe comienza su apunte hablando sobre la edad media en aumento de los funcionarios de la Administración Central del Estado y, poniendo como ejemplo el Ayuntamiento de San Sebastián, señala el peso creciente de agentes externos en el funcionamiento diario de las administraciones.

Universalidad

En la página 35 del libro de Padilla, cita el artículo de Martin McKee y David Stucker titulado The assault on universalism: how to destroy the welfare state (El asalto a la universalidad: cómo destruir el Estado del Bienestar). Cuatro pasos describen el proceso:

  1. Crear un grupo identificable de personas que no se merezcan recibir ese servicio público.
  2. Generar un sistema en el cual los ricos disfruten de pocos beneficios a cambio de los impuestos que pagan.
  3. Reducir el papel de los sindicatos.
  4. Tomar decisiones cuyas implicaciones sean poco claras y cuyos efectos solo sean vistos en el futuro.

Padilla pone como ejemplo el RD 16/2012 del gobierno Rajoy. Aunque el foco se puso en los inmigrantes indocumentados, había también otro punto importante: la expulsión del sistema de aquellas personas con rentas superiores a los 100.000 euros anuales. Es decir, dos decisiones que atentan contra los puntos primero y segundo del proceso arriba señalado.

El código postal tiene más implicaciones que el código genético: la inequidad

En la página 93 se habla del concepto de inequidad (desigualdad). La primera frase: «La diferencia en esperanza de vida entre los barrios más ricos y los más pobres de la ciudad de Madrid es de diez años». Hace referencia también a este artículo de El Confidencial: Dime en qué barrio de Madrid resides y te diré si vivirás 10 años más o menos.

Continúa con esa idea en el página 98: «En Glasgow hay 24 años de diferencia en esperanza de vida entre barrios que distan 12 kilómetros entre sí. En Baltimore la diferencia son 20,2 años, pero la distancia es de tan sólo 5,1 kilómetros (...) En Cataluña las personas más ricas viven 12 años más que las personas más pobres».

No sé en qué parte del libro pero aparece también el médico Rafael Cofiño, quien estuvo el pasado año en San Sebastián en los cursos de verano impartiendo un curso con esta temática: El código postal puede modificar el código genético.

¿A quién vamos a dejar morir?

El título del libro es deudor de un artículo publicado en 2015 por Ángel Puyol: ¿A quién debemos dejar morir? He visto que lo citan en la red, pero no he encontrado ningún enlace directo para su consulta. Puyol debía de referirse a un caso real: una persona que fue expulsada de la lista de transplantes de un hospital madrileño por vivir en la calle.

Padilla resume en la página 123 las características del sistema: «El sistema sanitario como ejemplo de política miope: ve muy bien de cerca (a la hora de poner un diagnóstico clínico), pero falla estrepitosamente cuando tiene que mirar de lejos (mirar a las causas de las situaciones que desembocan en un hábito de salud o en una situación socioeconómica)».

«Cuida tu salud, no fumes, haz ejercicio cinco días a la semana (...) todos son mensajes que prescriben hábitos de vida y que rara vez tienen en cuenta las condiciones en las que se insertan».

«Si en vez de prescribir hábitos de vida, tratáramos de prescribir condiciones de vida saludables, veríamos cómo de ridículo es cargar sobre las espaldas de la población decisiones sobre las que tienen un control muy parcial: Ten un trabajo estable y bien pagado, Vive en una zona con amplias zonas verdes, No tengas dificultades económicas para llegar a fin de mes... Ha de actuarse desde una posición más colectiva y, sobre todo, más política».

Sistema

¿Tiene futuro? Arrastra una crisis ya duradera, pero ni siquiera el autor se atreve a enterrarlo. Aunque también acude a una cita de Eduardo Galeano para sentenciar que «nada se construye desde arriba, salvo los pozos (...) si el sistema sanitario se piensa, se diseña, se financia y se construye desde arriba, lo único que puede acabar siendo es eso, un pozo».

El acompañamiento musical corre a cargo hoy de Robert Forster, gracias a esta entrevista a la que llegué a través de un tuit de Roberto Herreros.

Nor utziko dugu hiltzen? Osasun sistema publikoaren aldeko aldarri politikoa, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2019/11/24 09:10:00 GMT+1
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2019/11/17 21:30:00 GMT+1

De la incapacidad para negociar

Una plataforma ha presentado esta semana un manifiesto para que los gobiernos catalán y español inicien una negociación política lo antes posible. Han aparecido públicamente tras el acuerdo entre PSOE y UP, pero en la web dicen que la idea surgió a mediados de octubre. El manifiesto proviene del mundo cultural y universitario y, en este momento, la relación de firmantes es de 1.300 personas.

Hoy mismo he leído la columna Pitjor però millor de Montse Santolino. Habla de Cataluña, pero también cita la ola de conflictos a nivel mundial (Líbano, Hong Kong, Iraq, Chile, Bolivia...).

«És cert que tot pinta malament, però només davant l’autèntic perill mostrem la nostra autèntica veritat» cierra su reflexión Santolino.

Quiero traer aquí dos referencias que hay en el artículo.

Una, el programa que Carne Cruda dedicó a Cataluña hace unas semanas. Lo podéis escuchar en el enlace y también aquí abajo. Son varias las personas que participan y me parece que pinta un cuadro bastante acertado.

Dos, una canción de la pianista y compositora Clara Peya: «Calma».

No la conocía y, al meter su nombre en Spotify, uno de los primeros resultados que nos muestra es su participación en una canción colectiva de hace varios meses.

El vídeo con la canción en apoyo del rapero Valtonyc tiene más de 4 millones de visitas en Youtube y está grabado en la cárcel La Modelo de Barcelona.

Esta tarde me ha llegado otro vídeo al móvil. Recoge una intervención reciente de Manuel Castells en Chile y tiene que ver con el artículo Explosiones sociales, publicado hace tres semanas. Habla de protestas globales y de un malestar y unos problemas que nos conciernen a todos y que, si no los solucionamos, nos vamos a la mierda antes del 2100.

Del artículo de Castells extraigo esta frase: «(...) lo más grave es, como escribía recientemente el semanario alemán Stern, la incapacidad congénita de los políticos españoles para negociar».

Eso es así y, por ejemplo, cuesta entender que cuando ETA dijo adiós el Estado español tuviera tantos reparos en reunirse para ver cómo cerrar la persiana. A mí no me entra en la cabeza. Bueno sí, pero no me parece inteligente.

Una persona conocida me ha dicho esta semana cómo también en el País Vasco el enfado de algunos jóvenes va a más. Para rematar la jugada me dijo: mirando la historia de nuestro pueblo, te das cuenta de que son los abuelos quienes han pasado las armas a los nietos, saltándose a los padres. Es decir, cada dos generaciones hay un conflicto armado. Espero que no acierte.

También es de esta semana una entrevista de El Confidencial a la escritora croata Slavenka Drakulic. Me parece un titular un tanto tremendista, pero el tono del texto es también ese.

Hace un año estuvo en el festival Literaktum y presentó un libro en euskera, Han ez banengo bezala, traducido por Amaia Apalauza para la editorial Pasazaite. Tiene varios libros en Anagrama.

Slavenka Drakulic

Fotógrafo: Josu De la Calle para Literaktum (Donostia Kultura).

«La novela está ambientada en 1992, en el periodo más terrible de la guerra de Bosnia, y muestra uno de los aspectos más terribles de la guerra: la violencia contra las mujeres».

Para no acabar en un tono un tanto sombrío, echaré mano de otra canción de Peya: «Oceanes» .

«Oceanes és un homenatge a les dones a través de l’aigua; un crit perquè les dones s’empoderin i res ni ningú els impedeixi ser ells mateixes. L’aigua és calma i fúria, neteja, purificació, l’aigua flueix, és profunditat, immensitat, maternitat, naixement. Som aigua».

Negoziatzeko gaitasun falta, apunte hau euskaraz

P. S.: poco después de escribir estas líneas, he visto en Twitter que Peya ha estado en Euskal Herria los días 15 y 16 de noviembre.

Escrito por: iturri.2019/11/17 21:30:00 GMT+1
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2019/11/12 22:00:00 GMT+1

Atxaga sobre cómo ponerle el cascabel al gato

El lunes por la mañana se supo que Bernardo Atxaga es el Premio Nacional de las Letras 2019. Por la tarde presentó la que dice que será su última novela («Etxeak eta hilobiak») en el Centro Cultural Ernest Lluch de San Sebastián dentro del festival Literaktum (ya está disponible el audio en esta web de DK Irratia). La charla fue en euskera.

Lo que son las cosas: el viernes por la tarde y el sábado por la mañana el escritor de Asteasu dio un taller Nola jarri zintzarria katuari (Cómo ponerle el cascabel al gato) para exponer su visión de la literatura analizando textos tanto propios como ajenos.

Me apunté porque me gusta escucharle y así fui una de las trece personas que pasó siete horas escuchándole y hablando con él.

Contó muchas cosas, algunas no publicables por haberlas dicho en un ambiente de confianza, y no pretendo hacer una crónica exhaustiva, pero sí que me gustaría traer aquí algunas ideas que escuchamos durante el curso.

Pero previamente una respuesta suya en El País sobre las elecciones del 10N. He puesto el foco en un párrafo en el tuit inferior, pero sobre todo quiero destacar aquí esta frase: «Pedro Sánchez había caído tantas veces de pie que se había creído que era mejor tirarse por el balcón que bajar por las escaleras».

 

Bernardo Atxaga

San Sebastián, su primer empleo

Tras cursar estudios de Economía, trabajó durante un tiempo en una sucursal bancaria de la Avenida de la Libertad. Aunque como muchas veces estaba en las nubes, decidió que era un buen lugar para marcharse.

El lenguaje

Escribir consiste en seguir un consejo socrático: conocerse a uno mismo. Para ello, el escritor o la escritora debe utilizar el lenguaje, material muy manoseado.

El comienzo

La clave de un texto no está en la mitad del mismo: está al comienzo. Las primeras diez líneas tienen un peso del 80% en el total. Los primeros cuatro o cinco folios marcarán la lógica narrativa de la obra.

El plagio

Abogó por plagiar (bien) lo máximo posible y citó un texto sobre esta cuestión recogido en su ensayo La lección de Groenlandia.

El movimiento

El texto necesita movimiento. Entre las figuras utilizadas con ese fin, dijo haber echado mano repetidas veces de la técnica de los alfabetos.

Habló también de lo que le costó darse cuenta del papel que cumplían los ladridos de los perros (que a él le molestaban) en su residencia actual (Zalduondo, pequeño pueblo alavés): los perros provocan movimiento en un pueblo, porque, de lo contrario, no se oiría nada.

La memoria y la imaginación

Hay dos fuerzas motoras para la escritura:

  • La memoria, la memoria profunda: da igual que sean cosas sucedidas hace 40 años o 2 semanas atrás
  • La imaginación: para escribir ficción hay que verlo.

Él prefiere dejarse llevar, no pensar demasiado, a la hora de escribir. Nos sorprendió porque dijo que no solía documentarse para escribir ficción.

Los objetos

No hay ficción sin objetos: una pistola, un sombrero... La ficción es siempre vista, tacto, gusto...

Los personajes

A la hora de escribir, los personajes son lo más complejo.

  • Piensa en alguien que conoces muy bien: puede ser una mezcla de varias personas.
  • Los diálogos son la mejor forma de describir a  los personajes: sirven para hacer una selección.

La presión social

Robinson Crusoe no escribiría jamás una novela. Porque las novelas se escriben por presión social.

Por ejemplo, hubo una época en la que estuvieron de moda las novelas de tres tomos, pero en un momento dado las y los bibliotecarios decidieron tomar medidas contra ellas (argumentando problemas de espacio) y las novelas se hicieron más breves.

Citó al estructuralista ruso Roman Jakobson como autor del concepto «censura creativa».

El asombro

De su época de crío, recuerda la impresión que le causaban las grandes celebraciones cantadas en latín en la iglesia de su pueblo.

Añadió que, normalmente, los recuerdos se quedan en nuestra memoria cuando están asociados a algo físico: un golpe, un susto, una cicatriz....

Pluscuamperfecto

Se felicitó del volumen de «pasado» que había podido «meter» en su última novela y más por el hecho de hacerlo en un idioma que carece de pluscuamperfecto (se refería al euskera). Y señaló que el "había" castellano te da mucho juego para contar cosas.

Los lugares

A la hora de crear geografías imaginarias o lugares, citó tres libros:

  • La Utopía de Tomás Moro. No hay ciudades ni topónimos, sólo ideas, conceptos.
  • La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson. Una mezcla de lejanía y estereotipo. Es muy importante elegir bien el espacio y que nadie sepa más que tú de él.
  • El condado de Yoknapatawpha y William Faulkner. Memoria y tierra. Tierra más la gente que vive en ella.

Algunos libros y autores citados

Zintzarria katuari jartzeaz Atxaga, este apunte en castellano

Escrito por: iturri.2019/11/12 22:00:00 GMT+1
Etiquetas: atxaga literatura | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (0)

2019/11/04 22:21:00 GMT+1

Elementos

Este sábado estaban montando una carpa al lado de casa.

El sábado no pasó nada, pero el domingo apareció por allí la troupe del PNV. No los vi de cerca, pero sí que aparecieron en la tele Ortuzar, Urkullu... y Aitor Esteban, entre otros.

El viernes por la noche Esteban no le dio la mano a un franquista en un debate televisivo y el sábado estuvo con otro franquista ilustre en el plató de La Sexta Noche.

No veo este tipo de programas, pero es fácil que aparezcan vídeos cortos con momentos destacados en mi muro de Twitter. Este tipo de periodismo de momentos tiene su punto peligroso. Es decir, que muchas veces nos quedamos en la espuma y no nos calzamos las botas de agua para saber qué está pasando realmente.

Este sábado también apareció en mi muro este tuit.

El exjuez Ramiro García de Dios fue uno de los invitados de este programa de sábado noche en TV3. Aquí tenéis el enlace con toda la entrevista. Si tenéis tiempo, dedicadle media hora a escuchar a este hombre.

No lo conocía y he estado buscando algo de información en Internet. Se jubiló en febero de 2018 y entonces fue entrevistado en El Salto: Nuestro sistema judicial es beligerante con los débiles.

Su carrera judicial es extensa, pero se ha jubilado como juez de Instrucción tras 30 años de carrera en Madrid (previamente estuvo en Bilbao, donde coincidió con el ahora ministro de Interior Grande-Marlaska).

Dio bastante que hablar, para bien, por su actuación garantista como juez de control del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, Madrid.

Barneratzeko zentruak eta atxilotze guneak

Fuente: Europa gotorlekua. Según esta fuente, hay 300 centros de internamiento en Europa y cada año pasan por ellos más de 600.000 personas.

A comienzos de octubre, García de Dios fue entrevistado en El País y le preguntaron sobre los CIEs.

«Desgraciadamente, los CIE son peor que la cárcel. Es un espacio de opacidad, pero también de impunidad. Desde que entran en funcionamiento en 1986 son espacios sin derecho».

En la entrevista se mostraba partidario de cerrarlos.

Ya hemos visto que en las altas instancias judiciales no tenía demasiados amigos, pero algo parecido le pasaba entre la policía. El País señala que un sindicato policial le dedicó esta frase en Twitter cuando tuvo noticia de su jubilación: «Tanta paz lleves… como descanso dejas». He buscado el tuit, pero no lo he encontrado.

En marzo de 2010 hacía declaraciones pidiendo el cierre de la Audiencia Nacional en una entrevista concedida a un diario gallego.

¿Tiene a todo el mundo en contra? No, no es así. Porque la APDHE le dio el premio DDHH del año 2016 en la categoría nacional.

Siguiendo con esta asociación, aunque todavía no es oficial, este fin de semana han cerrado las votaciones para los premios 2019 y, según se ve en su web, todo apunta a que Jorge del Cura será el ganador este año en la categoría nacional. Jorge lleva años peleando contra la tortura y los malos tratos en diversos ámbitos (la calle, la cárcel, los juzgados...) y merece ese reconocimiento.

Bueno, algo es algo.

Elementuak, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2019/11/04 22:21:00 GMT+1
Etiquetas: ramiro_garcía_de_dios ddhh jorge_del_cura | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)