La primera entrada sirvió para centrar el viaje. La segunda se la dediqué a San Francisco. La tercera valió para contar mis problemas con Alamo Rent A Car. Este cuarto y último apunte lo usaré para contar lo que no me cupo en los anteriores.
Parques
La víspera pillamos habitación en un hotel de Mariposa y el 13 de octubre nos fuimos a conocer nuestro primer parque: Yosemite. Si váis a visitar tres parques, merece la pena comprarte el llamado US National Park Pass (80 dólares por vehículo): te permite visitar todos los parques nacionales que desees durante un año. Lo puedes adquirir en el puesto de acceso de cualquiera de ellos. Pero ten en cuenta que no vale para acceder a los parques de cada estado: únicamente para los que tienen la consideración de nacionales.
Estuvimos dos días por allí y el primero coincidimos con una pareja de Bilbao que estaba de viaje de novios: lo remataban en Hawaii.
El 15 de octubre fuimos a Amargosa Valley para conocer el día 16 Death Valley. Contratamos dos noches en el Longstreet Hotel & Casino de Nevada, pero a 100 metros de la frontera con California.
Bonito contraste el perder de vista los colores del Yosemite y adentrarte en el desierto.
Como he dicho antes, estuvimos dos noches, pero basta con una para visitar Death Valley. Es mejor cargar las maletas en el coche y conocer estos parajes desérticos en un único día.
Una de las locuras con las que nos encontramos fue el campo de golf que había en Death Valley. Pero no fue la única, porque el día 17 teníamos cinco horas de camino a Williams (Arizona) y decidimos pasar por Las Vegas para flipar un rato. Basta con meter el coche en el Boulevard y mirar lo que te rodea.
Si queréis quedaros en Las Vegas, conviene tener en cuenta que en la plataforma en la que miramos había precios muy baratos en comparación con el resto del viaje: el negocio es el juego. Desconozco qué servicios incluían, porque había bastantes quejas de usuarios en el sitio que miré.
A una hora de Williams está Grand Canyon. Le dedicamos el día 18. Sólo puedo decir que la primera vez que lo ves en vivo y en directo el impacto es tremendo. Muy recomendable.
Tras parar en Sedona, el día 19 tiramos para la capital de Arizona: Phoenix. Elegimos un hotel que está cerca del aeropuerto y durante la tarde no salimos del hotel: aprovechamos para hacer la colada y organizar la siguiente semana.
San Diego
El 20 de octubre era sábado y teníamos 6 horas de coche camino de San Diego, la octava ciudad más populosa de los Estados Unidos. Desde la carretera vimos un par de cárceles en Arizona: cualquier prisión es jodida, pero tiene que ser la leche en un secarral como aquel...
En San Diego nos llamó la atención Midway Museum. Un buque de guerra atracado en el puerto y que sirvió para defender los intereses norteamericanos entre 1945 y 1991 (hasta la Primera Guera del Golfo). No lo visitamos, pero quizá merezca la pena.
El domingo 21 nos fuimos a Coronado, un viaje de quince minutos en ferry. No pudimos ver la playa porque había una bruma tremenda, pero no hubo problemas con el Hotel del Coronado, un inmenso hotel victoriano de madera y conocido, entre otras cosas, porque allí se grabó Con faldas y a lo loco.
Después de comer, nos fuimos a Old Town San Diego. Un parque histórico con edificios de los años 1820-1870 y que sirve para calibrar cómo fue la primera etapa de la ciudad. En el cementerio vimos la tumba del primer alcalde de San Diego, así como una placa dedicada a un hombre llamado José Antonio Aguirre.
Los Angeles
Llegamos el día 22 a Los Angeles. En concreto, nos alojamos en los alrededores: un motel de Arcadia.
El 23 de octubre nos adentramos en las atestadas autovías de LA. Aparcamos en un párking cercano al Dolby Theatre (25 dólares el día) y vimos tres sitios de Hollywood. El citado teatro es la sede de la entrega de los Óscar. Al lado está el Grauman's Chinese Theatre y el Paseo de la Fama con un montón de estrellas dedicadas a los astros de la industria, así como las huellas de pies y manos de varios de ellos impresas en el cemento de acceso al citado teatro chino.
Pillamos el metro cercano y nos fuimos a Santa Monica para, entre otras cosas, sacarnos algunas fotos con la placa que señala el fin de la Route 66.
Monterey eta Big Sur
El 24 pasamos por Malibu y, la verdad, no me pareció para tanto, pero seguramente porque no pasamos por dónde deberíamos. ¡A saber! Para dormir, reservamos habitación en San Luis Obispo (SLO) y los días 25 y 26 en Salinas.
Monterey está cerca de Salinas y es un buen punto para recorrer en automóvil el denominado 17-Mile Drive. Obra (idea) de Sam Morse es un espacio que mezcla naturaleza y lujo con lugares exclusivos: campos de golf, casoplones, etc.
Salimos por Carmel-by-the-Sea, lugar del que fue alcalde uno de sus vecinos más famosos: Clint Eastwood.
Otro contraste tremendo: ver aquello y regresar a Salinas, un pueblo obrero y sencillo. Por ejemplo, en el conflicto de los hoteles Marriott, leí que un hotel de San Francisco había contratado personal en Salinas. Les llevaba en autobús (cita a las 4:00 de la mañana) y dos horas de trayecto hasta SF.
El plan del 26 fue hacernos la Big Sur. Compramos comida y echamos gasolina, pero no nos cobraron ésta, porque el sistema se la atribuyó a una tarjeta aún activa del cliente anterior.
Son unos 150 kilómetros hasta Morro Bay, pero el GPS tenía el día tontorrón y continuamente nos enviaba en sentido contrario. Es una costa semejante a La Corniche entre Hendaia y Ziburu o el camino de la costa de Deba.
Al final del trayecto, los montes se relajan y aparecen los ranchos. Ganado bovino a un lado y elefantes marinos en el otro (espacio protegido de San Simeon)
Radio, taxi, teléfono y seguro médico
He repasado las notas y hay cuatro cosas que quiero incluir para acabar:
1.- Radio: es muy importante tener la radio al lado para tragarte en coche todo ese porrón de kilómetros (millas). Había sitios en los que la cobertura convencional (FM y AM) no era muy allá, pero Alamo nos permitió escuchar la radio satelital de Sirius XM. Había docenas de emisoras, pero voy a destacar dos:
a) B.B. King's Bluesville. Una emisora con el músico B.B. King como referente. Blues y R&B de todo tipo.
b) Tom Petty Radio: canal dedicado a este músico norteamericano. Sobre todo, sus canciones.
Además, ya a través de la FM, cerca de Modesto y Fresno (alrededores del Yosemite) nos entró la emisora Radio Bilingüe: único canal público que emite en español. Música y recomendaciones para las personas de origen latino: educación, salud, derechos laborales y papeles.
2.- Taxi:
Pillamos tres taxis en este viaje: el primero nos llevó del aeropuerto de Nueva York a Harlem. No hay más que ponerte en la cola y subirte al taxi que te indiquen. Pagamos 75 dólares. Además de eso:
a) Taxi verde en Nueva York: el día 5 de octubre debíamos ir al aeropuerto para viajar en avión a San Francisco. Bernardo (San Fermin Apartments) le dio el aviso a un taxista de confianza: Carlos. La tarifa era de 70 dólares.
Bajamos a la 6:45 y allí estaba el taxi esperándonos, quince minutos antes de la hora señalada. El taxista tenía ganas de hablar. Nos dijo que trabajaba todos los días de 4:00 de la mañana a 16:00 de la tarde, salvo los domingos. Debía de llevar 25 años en los USA y ahora tenía 70. Añadió que le faltaba poco. Que total dentro de un año moriría. ¡Tal cual!
Le lancé una pregunta tonta al escuchar su edad. Le dije si no tenía forma alguna de retirarse. Que no, que con 400 dólares no se podía vivir allí.
Le hice una segunda entonces. Si no tenía ganas de volver a Ecuador, su país de origen. Segundo no rotundo. Que allí también se ganan 400 dólares a lo sumo y que no hay vida.
Nos dijo que tenía dos hijos en Alicante y Barcelona y que el tercero vivía al norte de Nueva York. Que este último no era rico, pero que vivía bien. Debía de tener una casa de medio millón de dólares y conducía un trailer (trailero) para transportar mobile home-s.
b) San Francisco:
El 30 de octubre teníamos que salir a las 4:15 de la mañna del hotel para tomar el vuelo de las 6:30 en el aeropuerto de SF. De día la mejor opción es el BART: 30 minutos de viaje desde el centro, pero el primer tren circula a partir de la 5:00 de la mañana e íbamos a andar justos para pillar el vuelo. Por tanto, decidimos que lo mejor era pillar un taxi.
Según entendí, hay un buen número de cooperativas del taxi en SF y nos pareció que la mejor opción era usar la aplicación de Fly Wheel. La bajé a mi teléfono Android y me pidió cinco o seis permisos: contactos, cámara fotográfica, fotos... Eso ya no me gustó nada. Mucho menos desconocer cuánto nos iban a cobrar por el trayecto. La desinstalé y cerré esa vía.
Otra opción era Uber, pero no quería usarla. Hay una compañía "guay" surgida en SF: Lyft. Pero fue uno de los gigantes que públicamente se mostró contrario a la denominada Proposition C (hablé en una entrada anterior que fue una propuesta que salió adelante el 6 de noviembre para cobrar un impuesto a esos monstruos y dedicarle el montante al problema de los sintecho de San Francisco).
Entre lo malo y lo peor, me quedé con lo malo: Lyft. Dos días antes pedí un servicio para las 4:10 de la mañana. Me dijeron que el trayecto tendría un precio de 33,66 dólares, propinas aparte.
A eso de las 4:10 la aplicación me confirmó que nuestro taxista era Rafael y que en dos minutos estaría a la puerta del hotel. Tenía un Volkswagen pequeño y las maletas entraron justo pero bien.
Hizo un viaje de 16 minutos, porque a esas horas apenas había tráfico. Ya en el aeropuerto, tenía un aviso de Lyft para aprobar el pago, añadir la propina correspondiente y valorar el conjunto. Con un 20% de propina, la cosa quedó en 41 dólares.
3.- Teléfono:
La compañía con la que tengo contratado el servicio (Vodafone) me dio la oportunidad de utilizar la tarifa de casa en los Estados Unidos. Según parece, es un servicio que ofrece a aquellos contratos anteriores a mayo de 2018. Conviene informarse, porque ya sabemos todos lo importante que es tener teléfono y datos sin mayor preocupación.
4.- Seguro médico:
Otra cuestión muy importante cuando te vas a los Estados Unidos: el seguro médico. Una amiga nos recomendó el comparador Insubuy y seguimos su consejo.
Afortunamdamente, no he tenido que echar mano de ellos y no puedo decir mucho más.
Tiene dos tipos de cobertura: fija (el propio comparador dice que es limitada) y comprensiva (la que ellos aconsejan).
Elegimos una cobertura de entre 100.000-125.000 dólares. Hay que calcular entre 150-175 dólares por persona al mes.
Si queréis ver 44 fotos del viaje, dejo aquí el álbum de Flickr: La Costa Oeste de los Estados Unidos.
La narración está compuesta de cuatro apuntes. El primero está aquí: Una vuelta por la Costa Oeste de los Estdos Unidos.
¡Y esto es todo!
Mendebaldeko Estatu Batuetatik barna (IV): azkena, apunte hau euskaraz.
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