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2007/08/06 07:00:00 GMT+2

Lenguaje masculino

El pasado jueves me tocó presentar en Santa Cruz de Tenerife una charla pública sobre relaciones entre el deporte y la cultura en la que contaba con tres personas invitadas: dos mujeres deportistas (las hermanas Ruano, reiteradas campeonas del mundo de windsurf) y un director de cine, Juan Carlos Fresnadillo, que también está actualmente en la cresta de la ola, gracias al éxito mundial que está obteniendo su película 28 Semanas Después.

A la hora de referirme al terceto dije: «Nuestras invitadas…».

A mi buen amigo Gervasio Guzmán le pareció mal. «Ya te me has puesto feminista», me reprochó. «No, Gervasio», le respondí. «Me he puesto demócrata, sin más. Ellas son dos y él es uno. Si la mayoría es femenina, hay que partir de ese hecho».

Hace más de veinte años, cuando sacamos el diario Liberación, tuve una polémica del mismo estilo. Había que titular la acción de un grupo huelguista. Era una fábrica que contaba con algo así como 140 trabajadoras manuales y con tres trabajadores de oficina. Yo escribí: «Las trabajadoras de…» (no recuerdo cómo se llamaba la fábrica). Un compañero me dijo: «Debes poner ‘los trabajadores’. Hay tres hombres». ¡Tres contra 140! Le respondí lo mismo que el pasado jueves: «Lo siento, pero soy demócrata. Acato el predominio de la mayoría».

Al acabar el acto del jueves, Gervasio volvió a la carga. «El español tiene sus reglas, y no puedes desconocerlas. Por muchas mujeres que haya, si hay un hombre, el plural es ‘los’», insistió.

Traté de explicarle que no desconozco nada; que la cuestión es que no estoy de acuerdo, y que a veces adopto determinadas actitudes para llamar la atención sobre aquello que pasa por ser natural sin serlo, y a lo que me opongo. «El lenguaje es reflejo de las relaciones de dominación: de poderosos sobre débiles, de ricos sobre pobres, de hombres sobre mujeres… Si no lo denuncias, si no te rebelas, ayudas a perpetuarlo», le dije.

Gervasio argumentó que no tengo la más mínima posibilidad de cambiar eso. ¡Y a mí qué! ¡Como si yo creyera que estoy en condiciones de cambiar todas las cosas contra las que me rebelo!

Uno no emprende el viaje a Itaca porque confíe en el puerto de destino: la meta es el  propio camino.

Allá por los inicios de la década de los setenta del pasado siglo, una escritora americana  inició un texto escribiendo: «En los orígenes de la Historia de la mujer (y cuando digo “la mujer” incluyo, por supuesto, a los hombres)…»  Provocador, sí. Pero certero.

Gervasio es muy sensible a algunas injusticias: Primer Mundo contra Tercer Mundo, oligarcas contra trabajadores… En cambio, no parece que las relaciones de dominación sexista, de las que el lenguaje da muestra, le incomoden gran cosa.

Creo que nunca se ha interrogado sobre los privilegios que le confiere la circunstancia aleatoria de ser hombre, y no mujer.

Javier Ortiz. El Mundo (6 de agosto de 2007). Hay también un apunte con el mismo título: Lenguaje masculino. Subido a "Desde Jamaica" el 26 de junio de 2018.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2007/08/06 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: jor el_mundo tenerife género 2007 lengua | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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