Fin de año agitado en Internet. Esta semana EEUU aprobó
una regulación de la llamada "neutralidad de la red" y Francia
una normativa que implanta la censura
administrativa con la excusa de la lucha contra la pornografía infantil y la
pederastia. Mientras, España vivió una fuerte movilización ciudadana contra la
inclusión de la disposición final segunda conocida como Ley Sinde en la Ley de
Economía Sostenible. Como se sabe, la Ley fue aprobada sin la controvertida
norma por falta de apoyos políticos.
La fallida disposición pretendía reforzar el ejercicio de los derechos de
propiedad intelectual en España mediante la supervisión gubernamental de las
páginas de enlaces P2P. El objetivo último es, pues, el mismo que el del ACTA. En
esta ocasión la polémica se centró en la falta de garantías judiciales a la
hora de cerrar determinados sitios web, a iniciativa de la industria cultural,
y en la indeterminación de los supuestos que justificaban esas medidas, que
podía entrañar el sacrificio de libertades como la de expresión frente a la
propiedad intelectual.
Esto último, la propiedad, es lo que
constituye la sustancia de todo este asunto, aunque muchos críticos (u
oportunistas, como el Partido Popular) prefieran hablar exclusivamente de los
aspectos procedimentales. "La Ley
Sinde", escribe
Ignacio Escolar, "es un error (...)
que no va a acabar con la piratería
digital, un problema que sólo se arreglará con oferta legal buena, bonita y
sobre todo barata". Por su parte, un editorial
de El País proclamó que "no
tiene defensa posible un Internet libre
en el que quepan conductas delictivas. El ciberespacio no debe ser ajeno al
Estado de derecho". Y la piedra angular de dicho Estado es la
propiedad privada, que es la que sobredetermina esa libertad que subraya el
editorialista. Con esta percepción de las cosas, es normal que persistan
falacias como la que equipara el intercambio de archivos al robo de ganado y se
quiera asentar en el imaginario un concepto errado como el de piratería. En el
citado diario, un furibundo José María Guelbenzu arremetió
contra "los piratas" y la
"izquierda silvestre" que
"pretende dar forma aceptable a un
presunto delito de apropiación indebida."
El capitalismo se basa en la propiedad privada y en el trabajo dependiente
colectivo. Pero la propiedad privada de los medios de producción y el sistema
salarial propios de capitalismo industrial entraron en crisis desde el momento
en que lo cognitivo y lo inmaterial comenzaron a impregnar toda la producción
económica, incluyendo los sectores más "materiales".
En primer lugar, a partir de la inteligencia colectiva (más allá de esas
unidades denominadas empresas) se producen conocimientos que, como recuerda
Yann Moulier Boutang, comparten algunas características de los llamados bienes públicos: no
rivalidad (el consumo por parte de un individuo no impide el consumo de los
demás), indivisibilidad e inalienabilidad (no pueden transferirse a otro de
manera definitiva). Por mucho que cueste la producción de una determinada
información codificable, la posibilidad de su reproducción digital ad infinitum tiene un coste maginal que
tiende a cero. Lo cual dificulta la apropiación privativa y exclusiva, la
generación de rentas monopólicas y en última instancia la mercantilización del
conocimiento, que el Manifiesto por el copyright
-impulsado por la industria del sector cultural- expresa con amargura:"no aceptamos que en una sociedad
completamente mercantilizada nuestras obras sean el único bien de acceso
universal no retribuido."
En segundo lugar, el capital físico necesario -propiedad de la empresa y
que justificaba la sujeción de los trabajadores a cambio de un salario- para
producir los conocimientos es cada vez menos costoso y relevante, mientras que
los medios de producción realmente importantes son los cerebros que cooperan en
red (lo que se conoce como "capital intelectual"). Cuando los
creadores reivindican la propiedad de su trabajo están cuestionando,
efectivamente, que pueda haber una relación de tipo salarial. Sin embargo, al
mismo tiempo una concepción estricta en términos de propiedad privada se vuelve
impracticable en una economía digital del conocimiento sin atentar contra las
libertades de todos.
Estas dificultades para adaptar la propiedad privada y la forma salario del
trabajo artístico comienzan a generalizarse a muchos otros sectores. La problemática de la retribución
equitativa de la creación artística, intelectual y social salta entonces al
primer plano. Pero mientras los autoproclamados "representantes
de la Cultura" sólo plantean fórmulas que giran en torno al concepto
de propiedad privada, otros creadores alegan en cambio que "no hay cultura sin derechos sociales":
es decir, que el problema de la continuidad del ingreso de los creadores (y,
por extensión, de muchas otras categorías de ciudadanos) que no viven de un
salario fijo es ante todo social. Al fin y al cabo no "crean" ex nihilo. Es la posición, por ejemplo,
de los intermitentes y precarios franceses
que encabezaron las movilizaciones de 2003 y que reivindican esquemas
complementarios de renta básica incondicional.
Así pues, el problema que habrá que afrontar más pronto que tarde no se limita
a una comisión gubernamental con poderes desorbitantes. El consenso parlamentario
e internacional que, según asegura
Rubalcaba, existe en torno a la propiedad intelectual es el que hay que
rebatir. Para ir sentando las bases de otra
economía, una que sea realmente sostenible y justa.
2010/12/24 01:16:27.750000 GMT+1
En propiedad
Escrito por: Samuel.2010/12/24 01:16:27.750000 GMT+1
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Comentarios
En contraste es importante que todo ello sea coherente con la satisfacción de las necesidades del artista. No se puede ser creador a tiempo parcial y teleoperador para supervivir y de así serlo irá proporcionalmente en detrimento de la calidad de la obra. Debe haber un punto medio entre la industria cultural de los derechos de autor donde gana el capital y el artista que ha de trabajar en un oficio ajeno al suyo donde la que pierde es la cultura.
Un saludo, gracias por el blog.
Escrito por: Alberto.2010/12/25 20:44:22.577000 GMT+1
Escrito por: Juan Domingo.2010/12/28 15:31:3.857000 GMT+1
iohannesmaurus.blogspot.com
Escrito por: Vuelos baratos.2010/12/30 03:37:7.237000 GMT+1
http://devuelosbaratos.es