Creo que el pasado domingo ya avancé que hoy no hablaría de fútbol sino de política, aunque voy a hacerlo a partir de una metáfora deportiva.
Hay voto útil. Jordi Gasull, candidato a alcalde a quien voté, convencido, por ello, decía que el único voto útil es el que te deja la conciencia tranquila. Es tan cierto, que eso se (nos) suele convertir en abstenciones (digamos que sobre todo) de gentes de izquierda, precisamente por lo desmovilizadoras que son las pugnas cainitas y las mochilas cargadas de posibilismo y cesiones.
Por contra, como bien avisa un lema con tema: "el que vota fijo, es tu vecino pijo". De manera que considero útil, más quizás que el voto, la campaña por evitar que el clasismo y el racismo sumen aun más escaños a los poderes fácticos que, por definición y por sistema, conservan.
Se avecina una contienda con visos de tormenta. No podré votar el 4M, pues no vivo en Madrid, pero sí puedo opinar, terciar y, quizás incluso provocar, ya sea alguna idea para propagar, ya sea unas risas para destensar.
Esta vez cierro una trilogía, pues hace mucho escribí sobre el voto infiel y sobre el voto pródigo. No hay dos sin tres y voy a lo del voto púgil. Entiendo por voto púgil el que solo nos es útil en tanto lo damos por evitar golpes contrarios y a poder ser, si cabe, por propinarle algún buen guantazo democrático a los privilegiados. Claro que igual de púgil es el voto pijo citado supra. La derecha también boxea (y hace tiempo con b y con v) en las elecciones.
Ahora bien, poco hemos conseguido si estamos en ese nivel. Y no dudo que es donde estamos, tanto en Cat como en Mad: votamos contra algo, más que a favor de algo. Aquí en Cat, por aquello del hecho diferencial, a algunos las tortas nos caen en estéreo, a tort i a dret, y el voto a Comuns es precisamente para evitar ser sparrings de dos frentes estrechas (iba a decir nacionales pero antes o más que eso son básicamente estrechas). Tristemente en esas seguimos, de momento.
En cambio en Mad, lo que se está planteando es un plebiscito de la derechona IDA (Isabel Diaz Ayuso, ayudada, vox supuesto) que solamente podría evitar un tripartito en sintonía con la Moncloa de la que se ha salIDO el ídolo Iglesias (Goodfella se supone, al Scorsese traducido, "uno de los nuestros"). Parece difícil un K.O., pero nubes oscuras nos impiden ver y podría regresar un pertinaz No-Do.
Voy acabando apuntando dos cosas:
La primera, refrescar el concepto de la 'Ley de Responsabilidad Política'. Utopía, pues vale, pero en el 15M se soñó. Una ley que diera pautas para poder exigir a las administraciones gobernantes que cumplieran lo prometido en el programa, o por lo menos que no ejecutaran lo que contradijera el programa de forma ostensible. Eso nos llevaría a votar por programas, a elegir caminos. De hecho, eso sería lo que la democracia, sobre el papel, se dice que es. Estamos muy lejos de que sea así. El voto es más púgil que árbitro y por tanto es más un mecanismo de defensa que un instrumento de cambio. Un voto por programa sería un voto más judoka que pugilístico. En el judo al rival lo tiras al suelo aprovechando sus desequilibrios. Creo que eso es lo que debemos hacer como anticapitalistas, pues si algo conlleva el sistema capitalista es precisamente desequilibrio y desajuste perpetuo.
La segunda, y aunque lo deje para casi el final, es que os animo a leer lo que ha escrito el compa Luis, aquí al otro lado del tabique, en eltransitotxt. Me gustaría que Luis también recuperara el vicio de escribir en este blogroll ahora de primavera y grándola vila morena. Destaco de entre lo mucho bueno que ha publicado hoy, la metáfora de la boca del volcán y el magma. Muy gráfico pues con eso nos advierte de que hemos de vigilar los sismógrafos y no solo los hemiciclos.
Dejo para otro día el debate sobre qué adjetivo tendría ese nocivo magma. Yo les llamaría 'cortoplacistas' antes que fascistas. Porque sinceramente creo que, igual que al Daesh lo que le jode es que no le llamemos ISIS, al facha lo que le gusta es que le llamen facha, precisamente. Pero ya digo, ese es otro debate. Otro día pues.
Salud, y a terciar y al 'no pasarán', pase lo que pase.
Comentarios
Pakua, permíteme la licencia de copiar y pegar este artículo de Miguel Sánchez-Ostiz.
No trato con ello de limitarme al mero traslado de esta reflexión de este escritor sino que también pienso que vivimos en una sociedad enferma. Ya, ya sé que esto no es algo nuevo, que lo venimos arrastrando desde hace...yo diría que siglos, y no exagero. Bueno, quizá principalmente desde el triunfo de los golpistas o sublevados vencedores de la Guerra de España (que no Guerra Civil).
La Historia ha cambiado en su devenir por cambios climáticos, por guerras o por revoluciones. Y los cambios se han producido en España muy pero que muy lentamente. Bueno, cambios, cambios no tanto en profundidad, nada de raíz.
La reflexión que aporta Ostiz es muy real, para desgracia de nuestras vidas. Y me quedo con esta frase: ..."el odio es una enfermedad que tiene tradición y madre de vino picado en tinaja de muertos."
¡SALUD, Y NO HAY DOS SIN TRES!
Se veía venir 25/04/2021/ MSOSTIZ
Puedes pensar que lo que sucede en Madrid, antes, durante y después de sus elecciones autonómicas, no te incumbe. Eres muy libre de pensarlo y admito que hasta te sobran razones para desentenderte de algo que por el momento poco o nada influye en tu inmediatez. Por el momento, insisto. Con todo, lo que viene sucediendo en esa comunidad que se pretende el centro de atención y vida de todo un país, un modelo no a seguir, sino a imponer, supone una amenaza seria para la comunidad periférica en la que vives por muy sólida que creas que es. Hay mugres que se contagian y la que anda suelta por Madrid es de contagio fácil: el odio es una enfermedad que tiene tradición y madre de vino picado en tinaja de muertos.
Te guste o no, ese país de la bronca cainita es el tuyo, de manera política, social y administrativa, sentimientos aparte, y sus oleajes y tormentas acaban por alcanzar y agitar el pequeño país en el que vives. Por el momento la dependencia la tienes asegurada. No es lo mismo que el fascismo crezca de manera imparable en un lugar que irradia poder y manías igualitarias de mala traza, enemigas de cualquier diversidad cultural, social y lingüística, que un país gobernado por alguien que estuviera abierto a una nueva Constitución y al derecho a decidir. Por poner un ejemplo que al menos a mí me resulta muy ilustrativo de lo que está sucediendo, que es grave y amenazante.
En el debate de la SER del otro día no se enfrentaron dos políticos ni dos partidos, sino dos maneras opuestas e irreconciliables en la práctica de entender el mundo, la vida en sociedad, los derechos humanos, las leyes… todo. Lo sucedido es algo más que la goyesca riña a garrotazos, ineludible y permanente, emblema de un país y de su paisanaje incurable, para ser el del descabello, el garrote, el empujón del más fuerte. Resulta casi imposible reclamarse neutral, espectador sin más de un serio enfrentamiento de una violencia cebada, porque algunos de esos palos van a parar a tu cabeza a nada que se hagan con el poder los profesionales del odio, la mentira, el miedo, el desprecio y el insulto, como formas obsesivas de hacer política. Hace tiempo que quedó atrás el ser adversarios políticos, somos enemigos y así actuamos. No hay componenda posible. Después de lo visto, oído y vivido en los últimos meses, ya no. La bronca de la SER ha escenificado algo más que una manera de hacer política: una sociedad enferma. No se trata de siglas ni de partidos sino de ideas de un autoritarismo criminal con voluntad de imponerse con la mentira descarada, hecha verdad por furia cainita y por unos votos no tan incomprensibles como parece, a modo de navajazos traperos.
Me creo que Iglesias, Marlaska y la directora de la Guardia Civil hayan recibido amenazas de muerte, anónimas claro está, en forma de balas de arma de guerra, porque ese deseo de crimen corre libre e impune por las redes sociales desde hace tiempo, absuelto, cuando es denunciado, por magistrados que creen que es cosa de broma o simple libertad de expresión. Prueba a hacer tú lo mismo y te verás en la Audiencia Nacional. Las víctimas de las amenazas y los golpes, son siempre los agresores, como en Vallecas.
Soy escéptico con lo que vaya a suceder a partir de ahora, pero me temo que los debates sobran porque está todo dicho, votos, votos, votos, en lugar de balas, balas, balas, como escribía en 1938 el poeta Rafael Alberti en su Nocturnoque recuerdo a menudo: Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre / se escucha que transita solamente la rabia, / que en los tuétanos tiembla despabilado el odio/ y en las médulas arde continua la venganza, / las palabras entonces no sirven: son palabras. Votos insisto, votos, allá, y aquí cuando toque, de movilizaciones no hablo porque para qué.
Está de más echarse las manos a la cabeza y alborotarse, andar de colmos y de asombros vanos. Se veía venir, sí, pero eras apocalíptico, tremendista, exagerado, paranoico si lo decías, y sobre todo aguafiestas.
*** Artículo publicado en Diario de Noticias, de Navarra, el 25-IV-2021
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Escrito por: josé.2021/04/27 13:00:2.532378 GMT+2