Música recomendada

Hispavox, 1997

Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.

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"Deja a la barca tranquila que está muy bien donde está", con estas palabras contestó Remedios Amaya a la petición de una persona del público de la canción por la que se hizo injustamente "famosa" esta excepcional cantante. El disco que presento es de hace tres años y no pasó precisamente desapercibido por quien disfruta el flamenco, fue muy aplaudido y restituyó la imagen nefasta con que una errónea estrategia televisivo-comercial marcó a esta cantante. En este disco se incluyen milagros como la guitarra de Vicente Amigo, el bajo Carlos Benavent, la percusión Tino de Geraldo, los coros de Chonchi Heredia y el toque árabe que da Suhail con el laud y el buzuki. Si tuviera que escoger una pieza sería los tanguillos de Dos toreros, pero no me quedaría a gusto sin las bulerías de Torre del viento, la rumba de Me voy contigo o casi cualquiera de este maravilloso disco. El año pasado sacó otro de parecida calidad, con un título que dice a las claras lo que por derecho se ganó con este resurgir: "Gitana soy". Si a estas alturas, y tras haber leído las reseñas anteriores, a alguien le quedan prejuicios musicales, este sería un buen álbum para perderlos definitivamente.

Manuel Couceiro

Columna Música, 1998

Este disco estaba incluido en la sección de Discos de versiones de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
Sobre este tema las opiniones son como las manifestaciones: hay muchas. Que si las versiones son peor que los originales, que si una buena canción se aprecia escuchando sus versiones, que...
Tú decides.

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Bueno Javiertxo, aquí viene la generación que no vivió mayo del 68 (porque no había nacido) con un disco de un tipo que seguro que es de tu gusto (además, tiene tu misma edad. Cumple los 52 tacos el 9 de octubre): Jackson Browne.

Apenas si le conocía hace un par de años. Me sonaba. Total, escucho un día en Euskadi Irratia una canción de Jabier Muguruza. No la controlo. ¿Y ésto? Dice el locutor, esta canción forma parte de un disco-homenaje a Jackson Browne. El título de la canción "Niño".

Los padres de la idea son un periodista barcelonés de TV-3 llamado Jordi Turtós y un hombre de múltiples oficios (relacionados con la música) que atiende al nombre de Alberto Manzano.

He de reconocer que no he escuchado nada del señor Browne, pero basta con quedarse con el buen gusto, el mimo y el detalle de esta obra para darse cuenta de que Browne es una joya. Algún día repararé en su música.

Hoy me quedo con este trabajo: dice Turtós en el nº 2 de la Revista EFE EME "empecé a consultar a un grupo de cantautores españoles sobre la posibilidad de hacer el sueño realidad y me di cuenta, inmediatamente, de que sí, de que aquello podía hacerse (...) Seleccionamos, eso sí, artistas que me gusta calificar como "periféricos" (...) Y después de conversaciones y conversaciones, optamos por editarlo en Barcelona (en la "periferia"). Columna Música se mostró entusiasmada con el proyecto y ahí siguió todo".

¿Y quiénes son los artistas elegidos? Kiko Veneno, Jabier Muguruza, Loquillo, Enrique Urquijo, Dani Nel.lo, Mª del Mar Bonet, Petisme, Emilio Cao, Remigi Palmero, Paco León, Gabriel Sopeña, Lídia Pujol & Sílvia Comes (¡un encanto!), Aute, Guardabarranco, Javier Mas y José Manuel Pagán. Es decir: andaluces, vascos, catalanes, gallegos, aragoneses... y hasta un dúo nicaragüense, Guardabarranco. Canciones en castellano, catalán, euskera y gallego.

Sé que durante el verano ha habido algún concierto en homenaje a Jackson Browne. Lo que desconozco es si a los conciertos acudían todos, la mayoría o sólo algunos de los intérpretes citados.

Mikel Iturria

Windham Hill / BMG
Cat. nr.: 01934-11182

Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.

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"Visual" es, como reza el mismo subtítulo del disco, una "experiencia ambiental". Es un íntimo recorrido magníficamente creado por Ostein Sevag (teclados) y Lakky Pattey (guitarras). La delicada música, mínima en muchos instantes de la grabación, te sumerge en un universo profundamente emocionante y difícilmente definible.

Mucho más allá de simples estéticas "new age", músicas etéreas o vagedades instrumentales para relajación este disco ofrece toda una lección e de intimismo musical.

Desde Noruega, estos dos músicos interpretan la música más delicada que jamás se haya creado. Una invitación a soñar paraísos imposibles.

Jorge Cacho

Resistencia, 1999. RESCD084

Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.

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Fue al jovencito Bill Monroe -a quien tuve la satisfacción de escuchar en una de sus últimas actuaciones públicas, en Nashville, cuando ya tenía un pie en la tumba... y con el otro seguía bailando- al que se le ocurrió la idea, allá por 1939. Tenía que escoger un nombre para la banda que lo acompañaba y pensó en algo bien típico de los prados de Kentucky: cuando el sol poniente se refleja en ellos, la hierba no parece verde, sino azul. Así nacieron Bill Monroe & The Blue Grass Boys. Y así quedó bautizada una de las músicas blancas más blancas -más irlandesas, si se quiere- de todos los EUA: el blue grass. El blue grass ha tenido muy ilustres seguidores. Entre los más ilustres de los recientes, el gran Peter Rowan... y este no menos ilustre Steve Earle. Cabe hacerse una idea del interés que ha puesto en este disco por lo que él mismo dice: «He compuesto estas canciones por una razón tan egoísta como ambiciosa: alcanzar la inmortalidad». Para lograrlo se ha hecho rodear de colaboradores tan reconocidos como el propio Peter Rowan, Jerry Douglas, Tim O'Brian, Iris DeMent, Emmylou Harris y Marty Stuart. Hay algunas piezas que es probable que le den satisfacción: engrosarán pronto la nómina de los clásicos del blue grass.

Javier Ortiz

Barclay, Paris, 1964 (Reeditado en CD en 1990). Ref. 847 172-2

Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace algunos años más de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
Hay discos publicados hace pocos días que suenan infinitamente más antiguos que estos. La edad no estropea los buenos discos, al contrario, los rejuvenece.

Hace poco escribí una columna tomando pretexto en este disco: "Ferré y el genio", creo que la titulé. Me referí, en concreto, al cuarto corte, de los 24 (sic) que contiene este CD: Les assis. La pieza es sencillamente pasmosa; de dejarte con la boca abierta. El poema de Rimbaud, extraordinario; la adaptación musical de Ferré, de no creérsela. Pero todo el disco es genial. Después de escucharlo, uno no imagina que los poemas de Verlaine y Rimbaud fueran concebidos con otra intención que la de servir de letras para esas músicas.

Toda la serie de discos que Ferré dedicó a musicar la poesía francesa es extraordinaria. Fuera de serie igualmente el disco con poemas de Louis Aragon (Léo Ferré chante Aragon, 1961, reedición en CD de 1989, Barclay, Ref. BA 899, también encontrable en Internet. Excelente disco para que los que no conozcan a Ferré, o lo conozcan poco, empiecen a profundizar en su obra.

Javier Ortiz

Virgin / EMI, 1999

Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.

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Mucha de la música rock o pop de éxito que se hace hoy en día me aburre soberanamente. Sin embargo, escuché (y vi) al grupo británico Skunk Anansie casualmente en la cadena alemana de televisión Viva (por lo demás habitualmente repleta de morralla), en un concierto en directo, y me impresionaron; nunca había oído hablar de ellos, pero al día siguiente me compré su último disco en ese momento, Post Orgasmic Chill. Me impresionaron porque hacían una música que me sacudía, que aportaba algo diferente.

Soy fatal poniendo etiquetas. Está claro que para escuchar su música no conviene tener miedo a las guitarras eléctricas; sin embargo, muchos grupos actuales camuflan en el estruendo su falta de ideas, mientras que en el caso de Skunk Anansie los momentos intensos o desbocados forman realmente parte del argumento. De alguna de esas canciones de rudo guitarreo y batería les he oído versiones sólo con voz y una guitarra acústica, y el invento no se venía abajo ni mucho menos; si una canción pasa bien esa prueba, significa que en ella hay bastantes más cosas que ruido. Hay bastante estética, bastantes historias de inestabilidad emocional, de desahogos, de rebelión, de contradicción... y esto está en la letra y en la música.

Por otra parte, por muy buenos que sean sus compañeros no se puede dejar de mencionar la personalidad y la voz de su vocalista, Skin, un verdadero torbellino. Su voz es por momentos aguda, chillona, desgarradora... y perfecta. Incluso las canciones lentas destilan una rabia y una energía difíciles de contener. En Tracy's Flaw dice: "Cuando me sienta como la víctima, volveré corriendo a ti. Y lloraré como si fuese a cambiar, cuando vuelva corriendo a ti. Te haré creer que soy una chica nueva, que soy honesta, buena y pura... y entonces te arrastraré por mi mierda otra vez, porque sé que me querrás más".

Creo que no me equivoco si doy un par de consejos: hay que alejarse a toda prisa de mujeres así... hasta una distancia prudencial a la que se las pueda escuchar cantar. Post Orgasmic Chill parece que es el mejor trabajo que han publicado hasta la fecha. No conviene perderse temas como You'll Follow Me Down, Tracy's Flaw, Charlie Big Potato, Lately (I Try to Smoke Alone), Secretly...

Agustín Cernuda del Río

The Grapevine Label Ltd.
Resistencia, RESCD090, Madrid, 1999

Este disco estaba incluido en la sección de Discos comerciales y, sin embargo... de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
Seamos sinceros, hay discos que se han hecho para que vendan millones, todo está pensado para que nos masajeen los oidos, todo es muy bonito... y, sin embargo, por una vez dan en el clavo.

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Mary Black es un valor seguro. Pese a que no parece muy mayor -tampoco una cría, claro- tiene una copiosa producción. Cuento en mi discoteca, entre CDs y LPs, hasta 11 cosas suyas. Y no tengo todo lo que ha hecho, ni por el forro. Ésta, que debe de ser su última grabación -yo creo que debió salir en el mercado español a finales del año pasado-, acumula un muy sólido trabajo, entre el folk y el pop a la irlandesa, a veces un tanto al estilo de Mary Coughlan, aunque sin derivaciones jazzísticas. Quien no la conozca puede muy bien iniciarse con este CD y, si le gusta y quiere saber de sus muchos pasos Discos anteriores, mercarse otro que se llama The Collection (The Grapevine Label, London, GRACD 010). En él se puede topar con sus famosísimas No Frontiers, Song For Ireland y Vanities. También con la versión original de Only A Woman's Heart.

Javier Ortiz

Antología de Robert Duskis y John Schaefer. Six Degrees
Records, 1997. 657036 10005-2.

Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.

Una invocación viene a ser algo así como una plegaria que se hace a un dios o a una musa antes de emprender un esfuerzo importante. Ésta nos dispone a afrontar el agotador esfuerzo diario que supone soportar la mediocridad. Aquí hay músicas de los más variados orígenes geográficos y de las intenciones más diversas -varias de ellas vaga o explícitamente religiosas-, todas unidas por el común denominador de la hondura sentimental y la exquisitez musical. Ante esta selección de piezas, la distinción entre «música clásica» y «música contemporánea» se va directamente al garete. Esta música es bastante más culta -pero para nada más aburrida- que mucha de la que tenemos catalogada como «clásica». A destacar el Oppenheimer, de Jocelyn Pook, que hace una fascinante mezcla del gregoriano, la escritura hindú y el lamento judío. No hace falta saber ni latín ni urdu para entender lo que quiere decir: la emoción estética es el más universal de los lenguajes. El disco sirve, de paso, para conocer un sello discográfico escasamente conocido por aquí pero del máximo interés: Six Degrees Records, que se autodefine como una empresa dedicada a difundir «música instrumental, ambiental, folk y clásica contemporánea y pop inteligente de todos los países». Visitad su web. Vale la pena.

Javier Ortiz

Blue Silver Distribution, Paris, 1991.

Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace algunos años más de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
Hay discos publicados hace pocos días que suenan infinitamente más antiguos que estos. La edad no estropea los buenos discos, al contrario, los rejuvenece.

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Bereber de habla kabila, perseguido por las autoridades argelinas y exiliado en Francia desde los 60, Idir es un compositor y cantante de sensibilidad exquisita. Es también el único intérprete del continente africano que haya conseguido colocar una canción en el Hit Parade francés: fue, precisamente, A Vava Inouva, y eso sucedió a comienzos de los 70. Su nombre verdadero es Hamid Cheriet. Le pusieron de niño como apodo "Idir", que significa "el que sobrevivirá", porque era de salud muy frágil. Enemigo jurado del vedetismo y del show business, ha grabado muy pocos discos. Yo sólo he conseguido tres. Se declara "pregonero de todas las primaveras democráticas y portador de todas las fraternidades". Entre los músicos de su banda no es infrecuente encontrar a un tal Alan Stivell. Su música parece a veces española: son esos viajes de ida y vuelta. En todo caso, genial. Imprescindible.

Javier Ortiz

Time Warner, 1993

Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.

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Me debato entre incluir un disco de 10.000 Maniacs o uno Natalie Merchant en solitario. Me decido, no sin mil dudas, por el último que hicieron los maniacos, pero mirando de reojo a Ophelia y Tigerlily, sé que se me aparecerán en sueños acusándome de alta traición. Bien, a lo hecho pecho: os presento al último disco que grabaron los diez mil maniacos -lo que después hayan sacado sin Natalie Merchant no me interesa-. ¿Y qué es lo que hacen estos neuróticos? Pues canciones bonitas con voz de chica. Dicho así podíamos pensar en 'La Oreja de Van Gogh', o algo peor. Pero resulta que esa chica tiene una de las voces más personales, intensas y llenas de matices de todo el pop americano (con permiso de las otras muchas que en aparecen en estos "papeles"). Y no sólo voz, esta mujer escribe unas letras que demuestran lo bien amueblada que tiene la cabeza; letras sensibles, de realidades en ocasiones jodidas pero sin caer en absoluto en el lugar común. La música es cálida, tranquila y relajante. Se deja escuchar sin ningún esfuerzo; guitarras, piano y violines acompañan la voz de la Merchant sin casi apreciarse. En el disco se escuchan temas mayoritariamente de dos discos anteriores: "Blind Man's Zoo" (1989) y "In My Tribe" (1987), -la edición que tengo de este incluye el tema "Peace Train" antes de que decidieran quitarlo debido los devaneos integristas de su maravilloso y, actualmente, abominable compositor: Cat Stevens- impagable pieza este disco, el mejor en estudio, según mi profana opinión. Y qué canciones destacaría de este "MTV Unplugged", pues de decantarme por alguna, lo haría por la primera y optimista: "These Are Days", o por la dureza de "Don't Talk", o el realismo necesario ante el autismo de muchas relaciones de "Trouble Me", o por supuesto por la maravillosa versión que hicieron del clásico de Patty Smith y de un cantante de New Jersey que no recuerdo su nombre: "Because The Night". Definitivamente, todo lo que toca esta chica lo convierte en magia.

Manuel Couceiro