Hoy han contado en Sustatu que Bernardo Atxaga tiene nueva web. La empresa CodeSyntax, la misma que hizo la web de Javier Ortiz, ha hecho un buen trabajo y ya ha recibido varias felicitaciones por ello.
La web está en euskara, castellano e inglés, pero el blogger Atxaga sólo publica en euskara. El de Asteasu está este curso en Reno (EUA), escribiendo un libro y alimentando, a partir de ahora, semanalmente su bitácora.
Esta mañana me han enviado un mensaje sobre un artículo de Bernardo publicado el 26 de febrero de 2003. Un juez de la Audiencia Nacional ordenó el cierre de Euskaldunon Egunkaria y mandó detener a varios miembros del Consejo de Administración del diario. Esta desgracia nos conmocionó a muchos vascos y Atxaga escribió un magnífico y (auto)crítico "Bertan goxo?". Se publicó en un diario que sustituyó temporalmente al cerrado. Se llamaba Egunero. Tristemente, ha desaparecido ya de la red egunero.info. Menos mal que Luistxo guardó en Sustatu el original en euskara.
Cuando lo leí, me dio por traducirlo deprisa y corriendo al castellano. Javier Ortiz lo colgó aquí y de allí lo pillaron, por ejemplo, los de Rebelión. Este tipo de traducciones las he venido colgando en Pedradas, pero ésta se me había pasado. Ya está en su sitio.
Entre las respuestas de Sustatu, hay una muy buena de mi admirado Joxe Aranzabal. En aquel tiempo, no había la fiebre de blogs que hay ahora (Sustatu era el único en euskara). Abajo reproduzco (traducidas por mí del euskara) las palabras de Joxe. Desgraciadamente, creo que no han perdido vigencia.
¿Por qué estamos solos?
Es realmente hermoso el artículo de Atxaga y, como siempre, es de esos que da qué pensar. Estoy totalmente de acuerdo con él, pero quiero aprovechar la oportunidad para tirar del hilo.
Mucha gente se ha movilizado a favor de Egunkaria estos días. Pero ha sido muy evidente como muchos han mirado para otro lado, han hecho como que no veían, como si no se hubiera cometido ninguna injusticia con Egunkaria.
Y me he preguntado una y otra vez, por qué miran para otro lado, porque no todos son unos fanáticos. Y creo haber encontrado una respuesta que me preocupa sobremanera.
Creo que muchos de ellos están enfadados con muchos de los que nos movemos en la cultura vasca (euskalgintza), porque cuando han necesitado nuestra protección, hemos mirado para otro lado, porque no hemos reivindicado alto y claro su derecho a vivir aquí y en paz y porque no hemos condenado los ataques y asesinatos que han sufrido. Para decirlo en una frase: porque no los hemos protegido suficientemente.
Los dejamos huérfanos y, en contrapartida, nos han dejado solos. Para cuando nos hemos dado cuenta, hay un precipicio entre nosotros y ellos, un agujero tremendo. Y así difícilmente sacaremos la cultura vasca adelante, ni qué decir tiene este pueblo.
Sí, quizás el 20 de febrero de 2003 haya sido el fin de un tiempo, de una época, de una era. De cara al futuro, deberemos reflexionar y probar con nuevas formas de hacer las cosas, donde gente de diversas tendencias camina hacia delante respetándose y trabajando en común.
Comentar