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2006/11/02 07:00:00 GMT+1

La foto política catalana

Cuando vi las fotografías que se dejaron hacer anteayer los cinco principales candidatos a la Presidencia de la Generalitat, todos unidos en alegre comparsa, posando en las actitudes y con los fondos que los periodistas gráficos consideraron más oportunos, los cinco tan corteses, los cinco tan disciplinados, me dije: «¡Qué excelente retrato del establishment político de Cataluña!».

Tal vez piensen ustedes que mi exclamación tenía retranca. Si lo piensan, acertarán, porque la tenía. Pero sólo en parte.

Llevo muy mal, y no lo oculto, que los políticos se comporten como casta solidaria, o sea, como «clase política», según suele decirse (con más precisión sociológica de la que muchos atribuyen a esa expresión, por cierto). Ya sé que lo valiente no quita lo cortés, pero antes que cortés hay que ser valiente, y me da que son demasiados los dirigentes políticos que se muestran tan corteses, tan corteses, que todo se les va en la corte, y no hay manera de encontrarles el valor por ningún lado.

Eso es lo primero que me salió pensar, y lo admito, cuando vi a los jefes de fila de la política catalana tan sonrientes, tan trajeados, dándose palmaditas en la espalda, tan como si estuvieran en vísperas de Navidad y no del día de los difuntos. Eché de menos la evidencia de un sano odio mutuo, planteado bien a las claras. «Sin complejos», que suelen decir los del PP. Que el electorado pudiera tener claro que se deseaban lo peor mutuamente, por lo menos algunos.

Pero, como uno es vasco y sabe de los peligros que encierra eso de llevarse muy mal -e incluso a matar, si se me permite expresarme con la mayor crudeza-, también alimento una cierta envidia, y me digo: «Bueno, todo tiene su lado bueno. Con éstos no habría modo de montarse una guerra civil, de ésas que algunos parecen echar tanto de menos».

Sea como sea, y háganse las cábalas que se quiera sumando los resultados de éstos con los de aquéllos y restándoles los de más allá, lo que parece estar definitivamente claro es que ha habido un buen porcentaje del electorado catalán -abrumador- que se ha dicho que todos estos señores se parecen demasiado entre sí y que, puesto que lo que va a suceder en la Generalitat está tirando a cantado, pues que lo hagan, y adiós muy buenas, hasta la siguiente.

Yo he hecho una pequeña encuesta entre mis amistades catalanas -a las que podría reprochárseles cualquier cosa menos estar despolitizadas- y, aunque el voto es secreto, etc., etc., me da que la abstención ha sido su opción predilecta. No dedicaron la jornada de ayer a mirar fijamente los crisantemos, pero casi.

Luego está la cosa ésa de la candidatura que pretendía desbordar a Piqué por la derecha. Lograr ese porcentaje mínimo sobre el ya escaso porcentaje de votantes es como para plantearse seriamente dedicarse a otra cosa.

Javier Ortiz. El Mundo (2 de noviembre de 2006). Hay también dos apuntes sobre el mismo asunto: Sobre lo de Cataluña y Más sobre Cataluña. Subido a "Desde Jamaica" el 18 de junio de 2018.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2006/11/02 07:00:00 GMT+1
Etiquetas: elecciones 2006 el_mundo cataluña | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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