Juan José Ibarretxe ha mostrado su enfado ante el hecho de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) vaya a sentarlo en el banquillo por haberse reunido con Otegi y alguno más. Dice el lehendakari que es incoherente que él vaya a ser juzgado por reunirse con gente de la izquierda abertzale y que el presidente del Ejecutivo español, en cambio, no haya sido ni siquiera llamado a declarar en tanto que promotor de negociaciones con ETA.
Ibarretxe se equivoca en un punto clave. El TSJPV no tiene jurisdicción para encausar a Rodríguez Zapatero. Menos aún por actos sucedidos fuera del territorio de las tres provincias vascongadas. No sabemos qué habría hecho el TSJPV en el supuesto de que su autoridad alcanzara a los dominios del presidente del Gobierno español. Lo mismo lo empuraría. Lo que no dejaría de tener su aquel: sería procesado en aplicación de una Ley (la de Partidos) que él mismo promovió.
Puestos a señalar comportamientos incoherentes, lo que sí resulta llamativo es que el TSJPV jamás haya dicho este auto es mío después de que algunos ciudadanos vascos no aforados hayan admitido que se han entrevistado con miembros de ETA para «tomarles la temperatura», como decía Rafael Vera. Ahí sí que es evidente la paradoja que denuncia Ibarretxe: ¿no es delito conversar con terroristas confesos, pero sí reunirse con políticos de la llamada izquierda abertzale?
El asunto es doblemente absurdo, porque el TSJPV obra como si Otegi, Permach y compañía hubieran acudido a hablar con Ibarretxe en tanto que dirigentes de Batasuna. Pero (salvo, tal vez, el juez instructor), todos sabemos que el lehendakari no quería verse con ellos porque fueran integrantes de tal o cual Mesa o Comité, cosa que tanto a él como a sus interlocutores les importaba un bledo, sino porque ostentaban un liderazgo ideológico y un ascendiente político y social sobre un sector de la sociedad vasca, necesario para alcanzar una normalización política digna de ese nombre.
Las representatividades sociales no se regulan por ley. Que se lo cuenten al TSJPV los muy esforzados miembros del Foro de Ermua, a los que ya no quieren ni en Ermua.
Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (7 de noviembre de 2007). También publicó apunte: El ruido sepulcral.
Comentarios
Escrito por: Pedro.2007/11/07 09:05:35.390000 GMT+1
Escrito por: Señor García.2007/11/07 10:19:45.240000 GMT+1
Escrito por: Antonio Gil.2007/11/07 11:28:42.551000 GMT+1
Si desde el TSJPV tuvieran lo que hay que tener, no se conformarían con una acusación por desobediencia, sino que tendrían que ir (por pura lógica, escasa, eso sí, en los estamentos de la justicia española) por una acusación de colaboración con banda armada. Si Batasuna = ETA, según recogen diversas leyes y sentencias españolas (y creo que alguna declaración europea, aunque aquí no estoy muy seguro), Ibarretxe se reunión con ETA. Es incongruente el hecho de no ir por una acusación de colaboración o integración, después de las argumentaciones para la detención de la Mesa Nacional tras lo de Segura..
Lo cual demuestra, en mi opinión, (por si alguien tenía todavía dudas) que la arquitectura del encausamiento, más que jurídica, es POLÏTICA.
¡Ah! y Viva la demo espa
Escrito por: .2007/11/07 11:45:56.888000 GMT+1
El anterior comentario es mío. Iba sin firmar por error.
Viva la demo espa
Escrito por: wamba.2007/11/07 11:49:2.768000 GMT+1
Dicho de otro modo: esos "para mí que esto yo ya lo había leído" deben clasificarse. ¿Dónde lo habías leído? ¿Lo has leído dos veces en el mismo lugar, en la misma sección, etc.? Eso sería lo problemático. Lo otro es como si me decís: "Has escrito una columna con una cosa que una vez comentaste en el coloquio de una conferencia".
Como comprenderéis, de lo que no tengo la menor intención es de aplicarme el copyright a mí mismo.
Escrito por: javier.2007/11/07 12:07:16.351000 GMT+1
Escrito por: Capitan Tan.2007/11/07 13:16:16.151000 GMT+1