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2007/12/06 07:10:00 GMT+1

Los dirigentes cambiados

En el muchas veces ocurrente semanario satírico La Codorniz, cuya historia corrió casi a la par con la del régimen franquista (estuvo en los quioscos entre 1941 y 1978), había una sección llamada “El bonito juego del titular cambiado” que hacía irrisión con lo que su propio nombre anunciaba: ponía el titular de una noticia aparecida en cualquier diario con la fotografía, el subtítulo o el texto de otra.

Me acordé ayer de ella según pasaba revista a la actualidad política española. Pensé que podría inaugurarse una sección titulada “El bonito juego del dirigente cambiado”.

La impericia de los políticos españoles –su incapacidad oratoria, lo ramplón de sus ideas, la zafiedad de sus invectivas, lo abstruso de sus análisis– es tan llamativa que ellos mismos parecen ideados por sus enemigos.

A mí, al menos, me parece evidente que no hay nada que favorezca más los intereses electorales del PSOE que las peroratas angustiosamente asmáticas de Ángel Acebes, o que los inigualables sarcasmos de Eduardo Zaplana (que él masculla con ese aire tan suyo de jugador de póquer de la escuela de Chicago), o que las irrepetibles muestras del singular gracejo de Esperanza Aguirre. Estoy seguro de que, si el PSOE dedicara la totalidad de su pre-pre-precampaña electoral a difundir urbi et orbi las estrafalarias patas de banco de los máximos dirigentes del PP, se aseguraba la victoria por goleada en las urnas del marzo que viene. No digamos si las amenizara, a mayor abundamiento, con el pase de unas cuantas aportaciones manifestantes de la base militante popular, de ésas en las que sus forofos gritan “¡Maricón!” y “¡Canalla!” a cualquiera que les parezca algo de izquierdas.

Pero, en vez de limitarse a aplicar esa táctica de efectos abrumadores, el PSOE se empeña en sacar a relucir a sus propios dirigentes, tanto centrales como periféricos.

Es el juego del dirigente cambiado: sus portavoces se encargan de arruinar todo lo logrado por el PP. Son su antídoto más eficaz. Una sola irrupción mediática de José Blanco, en particular, puede contrapesar toda la esforzada labor prosocialista de Acebes y Zaplana juntos.

Se neutralizan mutuamente.

Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (6 de diciembre de 2007). También publicó apunte ese día: Rollos de abuelito (part one).

Escrito por: ortiz.2007/12/06 07:10:00 GMT+1
Etiquetas: pp españa esperanza_aguirre pepe_blanco la_codorniz público psoe 2007 dedo política acebes zaplana | Permalink | Comentarios (6) | Referencias (0)

Comentarios

En eso mismo mismo "reflexiono" yo en vísperas de las jornadas en las que va taco de gente mayor a los colegios e institutos sin al parecer controlar sus edades. (Creo que van más ancianos a sus colegios que jóvenes a los institutos, colegios, polideportivos, teatro...je,je.

Digo que ¿Por qué entonces, leido "los dirigentes cambiados" (que va pa la buchaka, porsupu), ha estado, está en cada "comicio" y estará tan mal visto y reprochado, ni más ni menos que ABSTENERSE´

Abstenerse por sistema, nunca mejor dicho, y hacerlo además más más que menos olímpicamente en tanto que somos los jóvenes como Javier, A.Gil, yo, y tal - y no sigo porque me da la risa- quienes "mayoritariamente" nos abstenemos. No hay más que ir a ver el personá que va con el sobre a esos colegios. Dan grima, pena y algo de risa autocomplaciente, sí. Pero lo que é, é. Bravo x Jor. 

Escrito por: alargaor.2007/12/06 11:36:50.908000 GMT+1

Si yo fuera el PP, desconfiaría de los criterios sobre cómo elegir a sus líderes viniendo de alguien que tiene interés en destruirlos. Por no hablar de la pregunta obvia de: ¿Y Ud. qué sabe de ganar votos?

Que los líderes del PP y del PSOE manifiestan "su incapacidad oratoria, lo ramplón de sus ideas, la zafiedad de sus invectivas, lo abstruso de sus análisis" está bien descrito. Pero a sus respectivas audiencias electorales les gustan. Y mal que bien les entienden. Y seguramente corresponden con el nivel del país <<añádase aquí cualquier retahila derogatoria sobre los españoles tomada de Carod Rovira>>

Es lo mismo que los anuncios de detergentes. Son zafios pero funcionan, porque se dirigen a las entendederas de un cierto tipo de público. Otros enfoques más sofisticados fracasarían con gran probabilidad. En eso Javier Ortiz demuestra un gran desconocimiento de la gente normal. Porque a la gente normal del PP les gusta cómo habla Acebes, consideran brillante a Esperanza Aguirre, salao a Zaplana y a Gallardón demasiado "redicho". Y tres cuartos de los mismo en el PSOE.

No hay comparación con los políticos de los partidos catalanes. Puede tener que ver con que ese nacionalismo se desempolvó durante el Romanticismo del XIX y se dirigían sobre todo a las clases medias urbanas. Juegos florales, el libro y la rosa  y todo eso. Ahí el Montilla desmerece un poco. Pero es que en Catalunya también se venden detergentes.




Escrito por: Maurho.2007/12/06 12:22:52.203000 GMT+1

Cabría matizar que lo que se desenpolvó en Catalunya con el romanticismo decimonónico, los "Jocs florals" (aunque lo más propio es hablar de la Reinaxença) y etcétera fué una formulación del catalanismo político de carácter regionalista, y no nacionalista, que se plasmó en la creación de la Lliga Regionalista (un partido monarquico y conservador). La evolución hacia posturas abiertamente nacionalistas vendría posteriormente, a inicios del siglo XX, con la aparición de Estat Català y, más tarde, ERC.

En todo caso, y al hilo de las opiniones expresadas, considero que la oratoria de Acebes, la brillantez de Aguirre o las ocurrencias de Zaplana tienen más capacidad de crear nacionalistas catalanes que cualquier "retahila derogatoria sobre los españoles tomada de Carod Rovira". Supongo que para conseguir los votos de la "gente normal", aunque sea a precio de la confrontación territorial, se trata de una postura electoralmente muy rentable.

Escrito por: Darius.2007/12/06 22:53:37.964000 GMT+1

Un aspecto previo a la "producción" de votantes nuevos es la "conservación" de los votantes existentes. Esta preocupación, que lógicamente tienen todos los partidos, se puede considerar que está razonablemente cubierta por el PP y el PSOE, puesto que sus suelos electorales parecen ser bastante estables, incluso con políticas que nos pueden parecer completamente impresentables.

Pero es que la adhesión de los votantes a sus partidos no tiene mucho que ver con la letra de las políticas sino con el gusto por la música y los estribillos de las políticas.

La misión de los Acebes, Blancos y sus equivalentes en todos los partidos, estatales y autonómicos, es machacar a diario el argumentario dirigido a su parroquia y sólo a su parroquia. Trabajo de muy bajo nivel, pero efectivo para conservar la fidelidad de sus votantes. Se trata de refrescar a diario las cuatro ideas con las que se quiere que sus votantes interpreten los acontecimientos diarios. Si además consiguen que esas ideas entren en la agenda mediática dominante, mejor que mejor.

Por ej., en el caso de Cataluña, los partidos nacionalistas catalanes han conseguido introducir con éxito en la agenda mediática una interpretación interesada de los problemas de las infraestructuras. A los partidos no les interesa hablar de cifras de calidad de servicio objetivas, cifras comparativas con los niveles de servicio que prestan las compañías de utilidades en otras partes de España.

La presentación catastrofista de la situación de las infraestructuras en Cataluña ha venido unida a un esquema interpretativo que culpa en exclusiva a la organización del Estado de la situación. Con ello se bloquea, además, la entrada en la opinión pública de otro esquema interpretativo de la situación que analice críticamente la responsabilidad en la situación por parte de los partidos de gobierno en Cataluña.

El discurso de que lo que no funciona en Cataluña es por el dinero que nos llevan de Madrid, o porque no nos dejan decidir, se ha mostrado efectivo para liberar de responsabilidades a los partidos de gobierno, además de "producir nacionalistas". Cualquier problema, como la situación de la enseñanza, que en un país serio provocaría una exigencia de responsabilidades a los partidos de gobierno, se explicará con las balanzas fiscales o el derecho a decidir a pesar de que, en ese área, han hecho y deshecho a su antojo.

En eso, los partidos estatales deben mirar con envidia a los partidos catalanes. Hay que reconocer que el victimismo de culpar a los 40 años de dictadura, o al anterior gobierno, como hacen los partidos estatales, es mucho menos efectivo que poder usar un fetiche que se lleva alimentando 200 años.




Escrito por: Maurho.2007/12/07 09:36:57.415000 GMT+1

No considero que el gobierno central sea el único culpable de dicha situación. La gran mayoria clase política catalana (sea del color que sea) tiene buena parte de su responsabilidad promoviendo proyectos faraónicos (olimpiadas, forum de las culturas, AVE...) con unos resultados cosméticos (y económicamente muy rentables para algunos) que, a la práctica, no han servido para mejorar la calidad de los servicios básicos de los ciudadanos, que han sido dejados de lado.

No obstante, la situación de las infraestructuras en Catalunya no es una "presentación catastrofista de la situación", es una realidad con la que yo personalmente tengo que lidiar cada día (vivo fuera de Barcelona a la que me desplazo a diario para trabajar y soy usuario del servicio de Rodalies) y puedo asegurar que si los "partidos nacionalistas catalanes han conseguido introducir con éxito en la agenda mediática una interpretación interesada" es porque se lo han puesto a huevo: el nivel de degradación de los servicios públicos es clamoroso y no hace falta ningún victimismo de 200 años para estar hasta las narices de esta situación.

Escrito por: Darius.2007/12/07 10:33:39.049000 GMT+1

No tengo interés en negar la degradación de los servicios públicos en Cataluña, o en Asturias, o en Alemania, sino en ilustrar otro punto. A saber: cómo poderes parcialmente responsables de la situación pueden convertirlo en una fuerza movilizadora para sus propios intereses.

La priorización del AVE frente a las líneas ferroviarias convencionales y de cercanías es una elección que hizo el Gobierno central, tanto del PP como del PSOE, _apoyado_ por los poderes autonómicos, también los nacionalistas.

La parte más visible de la interrupción de los servicios de cercanías en Barcelona se debe a las prisas por terminar el AVE por interés electoral. Por no entrar en cómo se adjudica, en cómo se ejecuta, en cómo se controla.

Y la degradación/privatización de los servicios públicos fuera de los "polos de desarrollo" en los distintos territorios del Estado es un proceso rampante que no tiene los altavoces que ha tenido la situación en Cataluña. Hay provincias que tienen que gritar periódicamente que "también existen".

Ante esta situación de las infraestructuras, y ante la vivienda, y ante la enseñanza, a la ciudadanía se le puede armar con exigencias de responsabilidad a todos los poderes responsables de la situación (central, autonómico, municipal). O se le puede vender la idea de que muchos de los problemas vienen de fuera y consiguientemente desaparecerán con la independencia. La elección entre una u otra vía algo de relación tiene con los intereses (de clase, nacionales,...) que se defiendan.





Escrito por: Maurho.2007/12/07 11:39:0.458000 GMT+1

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