¡Ibarretxe quiere consultar a la ciudadanía vasca! ¡Qué disparate! ¿Qué pretende? ¿Que nos enteremos de lo que piensan los vascos?
Dicen que se trataría de una consulta inconstitucional. Pues no. Podría ser aconstitucional, como mucho. Testar la opinión de la población, en uno u otro espacio geográfico, no es ni inconstitucional ni anticonstitucional. Lo sería si el organizador de la consulta pretendiera que el resultado fuera legalmente vinculante. Pero no es el caso.
Recuerdo que el Ayuntamiento de Chinchón realizó un referéndum popular para decidir de qué color debían pintarse los balcones de su bella plaza porticada. Nadie dijo que aquella votación fuera inconstitucional. Felipe González se rió de ella, pero no mandó a las Fuerzas Armadas para impedirla. Consultas de ese género, no vinculantes pero sí ilustrativas, se han realizado en España por decenas, sin que nadie se haya rasgado nunca las vestiduras.
Los institutos dedicados a la demoscopia no paran de pedir la opinión del pueblo. ¿Sería inconstitucional que alguna vez decidieran que el universo de la muestra fuera el conjunto de la población? ¿Qué tiene de malo saber cuáles son los deseos mayoritarios de la ciudadanía de los tres territorios de la Comunidad Autónoma Vasca? Una vez conocidos, nuestros próceres podrán decir: «Tanto me da que quieran esto o lo otro porque, a la hora de decidir el futuro de Euskadi, la ley española concede el mismo valor al voto del ceutí o la mindoniense que al del bilbaíno o la tolosarra».
Vale, pues díganlo a las claras, pero no pongan un empeño tan sospechoso en impedir como sea que se conozcan los deseos mayoritarios de la población vasca. ¿O es que temen que se evidencie que la están obligando a hacer lo que no quiere?
Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (1 de octubre de 2007). Javier lo publicó como apunte (Esa nefanda manía de opinar). Lo mantenemos allí porque tiene coda y unos cuantos comentarios. Subido a "Desde Jamaica" el 30 de junio de 2018.