“Una tirada de dados jamás abolirá el azar”, escribió Stéphane Mallarmé en uno de sus poemas más célebres, tenido por pieza inaugural de la poesía moderna.
Es discutible que el azar exista, salvo como convención del lenguaje. Un filósofo, también francés, Roger Garaudy, sostuvo hace más de medio siglo que lo que llamamos “azar” es tan sólo el modo en que se manifiesta la necesidad: el resultado de la tirada de dados viene determinado por la posición que ocupan los propios dados en nuestra mano o en el cubilete, por la manera y por la fuerza con que los lanzamos y por otros condicionantes, tales como su peso, su temperatura, etc. Que seamos incapaces de diseccionar todos los factores que intervienen en cada suceso, y todavía más de controlarlos o predecirlos, no quiere decir que ocurran porque sí.
Es una reflexión sugestiva, pero tirando a ociosa. Más a ras de suelo que Garaudy (ventajas que tiene ser bajito), mi filosofía personal me dicta que, para abolir el azar, lo más práctico es trucar los dados. Como decía Al Capone: cuatro reyes y un revólver ganan a cuatro ases.
El azar y la suerte van cada uno a su aire, y conviene no confundirlos. El azar es lo que hace que a alguien le toque la lotería. La suerte es lo que hace que sea para bien o para mal.
Ayer tocó la lotería a bastante gente, que seguro que estará encantada con sus millones.
Hasta ahí, el azar. A partir de ahora, la suerte.
Hace bastantes años, cayeron un montón de millones en el pueblo que está justo debajo de mi casa, en la costa alicantina. Hechas las cuentas, hay que decir que aquella fortuna fue de lo más desafortunada. Hubo gente que se peleó hasta extremos de agresión física (“Me habías prometido un décimo y al final no me lo diste”, etc.), amigos que dejaron de serlo para siempre, familias que se escindieron… No faltaron tampoco los que aprovecharon el dineral para comprarse coches potentísimos, con los que se estrellaron en cosa de nada, convirtiéndose a toda velocidad en venturosos vecinos del otro barrio.
La suerte no depende en exclusiva del azar. En muy buena medida, hay que trabajársela.
Pero luego, claro, también hay que tenerla.
Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (23 de diciembre de 2007). También publicó apunte ese día: Las ganas de creer.
Comentarios
Es una fabula que va desengranando las claves de la buena suerte, distinguiéndola de la suerte que equipara al azar. La historia es muy sencilla y se le en menos de una hora.
Resumiendo muchísimo el libro viene a decir que la suerte (azar) no dura demasiado por que no depende de ti. En cambio la buena suerte la crea uno mismo por lo que su duración depende de ti.
El principal ejemplo que ilustra este libro es el de la gente a la que le toca la lotería, contado de manera muy similar a lo que tu utilizas. En el libro se cita un reportaje de Televisión Española del programa informe semanal en el que visitaban a gente a la que le había tocado la lotería diez años después. Mas del 90% de ellos estaban igual o peor que antes de que les tocase la lotería. Sólo aquellos que antes ya habitan sabido construir su buena suerte no sólo conservaron el dinero sino que en muchos casos habían aumentado su fortuna considerablemente.
Escrito por: Agatón.2007/12/23 11:43:38.449000 GMT+1
http://viosbardos.blogspot.com
Escrito por: DIEGO.2007/12/23 13:25:15.647000 GMT+1
Escrito por: Ego.2007/12/23 15:07:43.096000 GMT+1
Escrito por: Sopalajo de Arriérez.2007/12/23 15:43:24.893000 GMT+1
¿Ha sido "azar" o es (mala) "suerte"?
Escrito por: Antonio Gil.2007/12/23 16:12:59.565000 GMT+1
A Agatón
"cuatro lenguas oficiales del estado"
No son 4 son más: olvidas el siempre denostado aranés y el asturiano.
La expresioncita ésta de marras nos asquea a los que hablamos alguna de éstas dos. Sabedlo.
Menos mal que no habéis añadido la cantinela ésa de "plurinacional, pluricultural y plurilingüístico! Claro que lo de plurilingüístico habría sido más exacto.
Escrito por: loís.2007/12/23 16:14:57.611000 GMT+1
Precisamente pensando en las otras lenguas del estado escribí las "cuatro oficiales del Estado" y no las "cuatro lenguas del Estado". (Destaco la palabra Estado, sé que el Aranes es oficial en el Valle de Arán).
En cuanto a lenguas habladas (y originarias) en el Estado habría que añadir el Aragonés y el Bereber (de Ceuta y Melilla).
Escrito por: Agatón.2007/12/23 19:25:14 GMT+1
http://viosbardos.blogspot.com
Antonio: no es eso tampoco. Vamos a ver, el ajedrez tiene unas reglas sencillas, pero cada partida es un mundo. Lo que llamamos "azar", al menos en física, tiene una explicación muy sencilla: ninguna ley de la física, ni de la naturaleza, puede explicar por qué las cosas acontecen como lo hacen *y no de otra manera que podría ser igualmente válida de acuerdo con esas leyes*. Es simplemente una lotería. Una lotería que se atiene por supuesto a las leyes de la naturaleza, pero por qué esto es así cuando podría haber salido de otro modo, eso no tiene respuesta (de hecho la pregunta no tiene sentido). Y si se volviera a jugar exactamente con las mismas condiciones de partida, saldría no diferente, sino totalmente diferente. Pero es que eso es precisamente lo que nos garantiza que, al menos hasta cierto punto, somos libres.
Hasta donde yo sé, las lenguas del Estado son: gallego(-portugués), astur-leonés, castellano, euskara, aragonés, aranés(-occitano), catalán, tamazhig, árabe y romaní; diez en total ateniéndonos a las que llevan siglos hablándose (todavía), habrá que ver si las que hablan las comunidades de inmigrantes que llegan se quedan o no, pero algunas cuentan ya con más hablantes que el astur-leonés por ejemplo.
Escrito por: Ego.2007/12/23 19:34:43.520000 GMT+1
(Te he visto en foma esta mañana. Un abrazo, compañero)
Escrito por: Javier Vizcaíno.2007/12/23 22:47:48.448000 GMT+1
www.javiervizcaino.net
Me pareció muy interesante tu artículo. Lo leí por la mañana y hasta ahora que acabo de llegar a casa y disponer de ordenador no pude acceder a tu blog. En mi condición de profesora de matemáticas pienso emplearlo. Que lo sepas.
Por lo demás, reivindico un poco el determinismo mecánico. Las leyes de Newton dan mucho de sí. Hasta para lanzar cohetes y tirar los dados...(Con todos mis respetos, dicho sea de paso, para la mecánica cuántica)
Escrito por: albanta.2007/12/23 23:21:3.730000 GMT+1
Vale, albanta, las leyes de Newton dan para mucho, pero no para todo, y en realidad para casi nada: teniendo en cuenta que lo que se discute es si existe el azar o no, hay que concluir que el mundo y la naturaleza se basa en el azar como se basan en él las leyes de la mecánica cuántica, así le pese a Einstein.
Escrito por: alberto.2007/12/24 12:29:59.374000 GMT+1
Escrito por: jesus cutillas.2007/12/25 11:14:43.705000 GMT+1
Escrito por: manu.2009/04/17 00:30:57.454000 GMT+2
Escrito por: Roberto.2013/04/09 16:43:16.183000 GMT+2
http://rsanahuano.com
Si lo piensas en profundidad, no se si en esta vida todo es cuestión de suerte, o casi.
Escrito por: Luis Manteiga Pousa.2021/01/05 18:20:38.437922 GMT+1