De 1976 a esta parte, la derecha española ha ido experimentado un lento pero constante proceso de desinhibición.
En los primeros años de la Transición, a muchos de sus integrantes no les hacía ninguna gracia que se airearan sus servicios a la dictadura. Se esforzaban por parecer tan demócratas como el que más y condenaban el fascismo como si el repudio les saliera del alma. ¿Que en los más recóndito de sus vísceras seguían siendo tan franquistas como el que más? Es posible, pero hacían cuanto podían por disimularlo. La razón es que se sentían a la defensiva, porque las fuerzas de izquierda y anticentralistas marcaban el orden del día. Los órdenes del día: no sólo el político, sino también el social, y hasta el cultural.
Pero, poco a poco, la derecha más rigurosa se fue liberando de sus vergüenzas, en la misma proporción en la que la izquierda oficial le fue cediendo terreno. ¿Resultado? Los franquistas camuflados han ido dejando aflorar sus auténticos sentimientos cada vez más a las claras.
Hoy la derecha fetén parece más franquista que en 1976-1977. Es un aparente sinsentido. La explicación es sencilla: no es más franquista; es que lo disimula menos.
Hace 11 años, en un encuentro en El Mundo, insté a José María Aznar, entonces candidato a la Presidencia del Gobierno, a que se pronunciara de una vez sobre el franquismo, sin evasivas. Copio una parte de la respuesta que me dio: “Yo no sé qué se espera de mí. He definido el franquismo como una dictadura, he dicho que la tarea del general Franco [fue] profundamente negativa para la vida española. ¿Qué quiere que le diga? Puedo salir con una pancarta todos los días a la calle…”
El tono quejumbroso al que recurrió demuestra que por aquel entonces él y los suyos se sentían todavía a la defensiva.
Ya no. Para nada.
Se han desmelenado. El que no justifica el alzamiento militar del 18 de Julio, considerándolo un acto de salvación nacional, asegura que bajo el franquismo se vivía muy bien, confundiendo el caso particular de su particularísima familia con la penosa situación del pueblo.
Ahora están empezando a clamar lo que hasta ahora se limitaban a rumiar.
Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (19 de octubre de 2007). Javier lo publicó como apunte (El aguilucho fénix del PP). Lo mantenemos allí porque tiene coda y unos cuantos comentarios. Subido a "Desde Jamaica" el 2 de julio de 2018.