Os dejamos con el texto que Jabier Muguruza leyó en el programa Más que palabras el pasado domingo, 3 de mayo. Tened en cuenta que es un texto preparado para ser leído en la radio. Podéis escucharlo pasados un par de minutos de esta grabación en la voz del propio Muguruza. Eskerrik asko, Jabier.
Me ha dicho un amigo que, cuando me acerque otra vez por Madrid, le llame para cenar juntos. Le he dicho que sí, que encantado, y así lo he hecho un par de semanas más tarde, un jueves del pasado febrero.
Me ha recibido -gorra visera y amplia sonrisa-, en un bar de la Calle Libertad. Tras los
saludos y prolegómenos ("mi mujer quería conocerte pero se ha quedado en casa,
con fiebre"), nos hemos dirigido a un restaurante que le gusta, en esa misma
calle... Libertad.
En la cena hemos
charlado sin prisa, durante horas, de todo lo imaginable. Hemos hablado, con
cariño, de amigos comunes: de Javi, de Maria, de Iturri... También de política,
de periodismo, de un proyecto que le gustaría encargarme algún día... pero
sobre todo de la vida, de nuestras vidas.
Me ha sorprendido
su cercanía no-invasiva y su confianza: es cierto que nos apreciamos desde hace
tiempo, pero tampoco nos conocemos tanto.
En un momento dado,
ha surgido el tema de las pérdidas de los seres queridos y le he agradecido de
nuevo el texto que me envió cuando yo sufrí una. En él me hablaba, entre otras
cosas, de la muerte de su madre, y de lo mucho que la seguía echando en falta.
Luego se ha
referido a la reciente pérdida de su hermano, a quien también quería
enormemente. Para mi sorpresa, este hombre -conocido por su espíritu combativo,
por su caracter de hierro-, se ha puesto a llorar en la mesa.
Mientras se seca
las lágrimas con el pañuelo que ha sacado del bolsillo me ha dicho: "Pronto me
iré yo también". Le he puesto un gesto de rotunda disconformidad... y entonces
ha añadido "mira, tengo una foto en casa, de mi madre, mi hermano y yo, y debajo
un texto: "no hay dos sin tres".
Le he insistido en
que no fastidie, hombre, que uno no puede situarse así en la vida.
Mientras termina de
secarse las lágrimas –creo que algo apurado por las miradas de otras mesas-, me
ha propuesto cambiar de tema y así lo hemos hecho.
Al rato, le he
comentado que casi me estoy bebiendo yo solo la botella de vino, y ha sonreído.
Ya de madrugada, tras quedar en volver a vernos y en enviarnos una serie de
libros y discos que han surgido, hemos dado por finalizada la velada.
Un abrazo de
despedida en la Gran Vía y unas bromas:
-La próxima pago yo –le he
soltado.
-No, en Madrid pago
yo.
-Vale, tú verás,
recuerda que has dicho que no volverás a pisar Donosti...
Nos hemos reído...
saludos con la mano... agur, agur, y cada uno se ha dirigido a su destino.
Jabier Muguruza, Me ha dicho un amigo, 3 de mayo de 2009.
Comentarios
Escrito por: Belén.2009/05/08 16:25:59.439000 GMT+2