Javier Ortiz escribió alguna que otra vez sobre el género obituario. Señaló con acierto que los obituarios suelen hablar mucho menos del muerto que del autor: “Lo conocí tal día”, “él sabía que yo tenía un inmenso talento”,… Así que no voy a contar aquí la escasa relación bidireccional entre ambos (la unidireccional la podéis vivir en su blog todavía y espero que por muchos años).
En su obituario termina diciendo que Javier Ortiz fue periodista y columnista. No dudo que lo fuera, pero creo que por lo que más destacó fue por ser un razonador. En alguna ocasión comentó que le habían dicho que su estilo argumental era la lógica incómoda. Más que argumentar para convencer de que algo fuera blanco o negro, dejaba en evidencia que los poderosos nos decían que era blanco y negro en función de sus intereses. Frente a la lógica caprichosa, él sacaba el estilete de esa lógica incómoda. Tan fulminante. En realidad, la lógica es siempre incómoda: por eso llama tanto la atención quien la usa.
Cuando Javier Ortiz anunció que fichaba por Público convirtió aquel proyecto en algo creíble. Para la izquierda alternativa se va uno de sus cimientos intelectuales. No en vano más de una formación política se ha inventado o ha manipulado una suerte de apoyo electoral de Javier Ortiz para cobrar lustre: y él lo desmentía cuando menos daño fuera a hacer a esa formación. No andamos sobrados de cimientos y se nos va uno de los más sólidos, de los menos fanáticos; uno de los grandes.
Sí voy a terminar con esa mala arte que denunciaba Javier Ortiz sobre los obituarios. Contando mi libro. No creo que me hubiera puesto nunca a escribir un blog si no fuera por Javier Ortiz. Deliberadamente he intentado que mi modelo fuera él, porque su forma de razonar es la que desde hace muchos años he intentado hacer mía y no creo que nadie haya sido citado tantas veces en este blog como él (incluso por él mismo, que dejó un comentario para matizar algo que conté de boca suya). Mi modelo ha muerto. A partir de mañana mismo mi forma de desayunar tendrá que cambiar. Ahora tendremos todos que aprender a utilizar una lógica incómoda por nuestra cuenta.
Hugo Martínez Abarca. Javier Ortiz. 28 de abril de 2009
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Escrito por: pakua.2009/07/29 18:18:52.785000 GMT+2