Supe de Javier Ortiz a través de Público. Hasta entonces nadaba en mi ignorancia y no recordaba haber leído nunca algún escrito suyo. La salida de Público al mercado hizo que le conociera. Poco a poco fui enganchándome a su columna diaria. Hasta el punto de que cuando compraba el periódico iba directo a su columna, que era lo primero que leía, muchas veces sin avanzar más de dos o tres pasos del kiosko.
El caso es que me fascinaban sus escritos, la sencillez con la que daba un punto de vista desde la izquierda y su fina ironía. Era un fenómeno. Así que cuando ya me hice fan del todo, comencé a indagar su trayectoria: El Mundo, la denuncia continua de las corruptelas del felipismo y de los GAL, etc.
Cuando el 29 de abril me enteré de su muerte me quedé de piedra y sentí una gran impotencia. Ahora ya no abro a toda prisa el periódico para leer su crónica, lo miro cuando llego a casa, deseando que en la edición haya algún artículo de Pascual Serrano, Vicent Navarro, Fernández Liria, o algún otro colaborador que esté a su altura.
En fin, la vida es así de jodida.
Borja Llorente. Javier Ortiz. 8 de mayo de 2009
Comentar