Pido perdón por invadir este espacio, escudándome en el anonimato, para hablar de mí misma (uno de los pocos temas sobre los que tengo algún conocimiento de causa). Si me he atrevido es porque Javier hablaba a menudo de mí. Casi a diario. Era mi negro.
Un negro tan eficiente como mal pagado. Bastaba el precio de un periódico y, con la habilidad de un prestidigitador, él convertía la maraña de mis pensamientos en un puñado de sólidas frases de sentido exacto. Que conste que he llegado a comprar algún ejemplar que me resultaba particularmente tóxico con el único propósito de leer su columna: un diamante entre la basura. El breve gozo de su lectura desembocaba habitualmente en un escueto "eso es" que lo res resumía todo. Luego tuve la fortuna de descubrir su blog, algo que contribuyó en gran medida a mejorar la salubridad de mi entorno. Nuevamente gracias.
Sigo leyendo a diario sus artículos recalentados y compruebo que aún no han perdido fuerza ni frescura, pero ya no es lo mismo. Será que la edad no perdona, o que alguna polilla me ha colonizado el alma, porque estoy descubriendo en ella algún que otro agujerito y un zumbido de fondo que parece preguntar ¿hasta cuándo?.
Ya que me he lanzado, quisiera compartir con sus chicas un abrazo conmovido y cómplice porque estoy segura de que ellas podrán entender que también yo lo amara. Lo amaba con el amor casto, distante y absoluto de Narciso por el lago cuya tranquila superficie devuelve su imagen mejorada.
No pongo en duda que está en Jamaica. Empiezo a preguntarme si Jamaica era él.
Más de un mes ya buscando y esperando al candidato a ocupar la plaza que el muy ladrón dejó vacante y no hay manera. A veces llego a atisbar una palmera por aquí, otras un poco de fina arena por allí, o un jirón de azul intenso por el otro lado, sin conseguir completar el puzzle de la postal. ¿Qué hago ahora? ¿Sigo esperando? A ver si voy a tener que empezar a explicarme yo sola a estas alturas.
En vista de que los candidatos no abundan, ¿alguien sabría indicarme por dónde se va a Jamaica?. Si así no fuera, aún me queda una esperanza loca. Creo recordar que eran al menos un par de miles las personas que leían a diario su blog. Tiene que haber entre ellas un montón de buena gente. Propongo que hagamos entre todos lo que él hubiera hecho. Hablemos por nosotros mismos. Llenemos de vida y frescura su blog, el blog de sus amigos.
Alguien que firma como Ursaminus nos hecho llegar este texto a través del e-mail. Muchas gracias por estas palabras.
Comentarios
Escrito por: xose lado.2009/06/19 12:18:52.879000 GMT+2
Que no la llamen Belen, Belen, que no viene.
Osa Menor yo también te amo y como a tí, Javier, también ordenaba la maraña de mis pensamientos. La verdad es que lo sigue haciendo. Conmigo y con miles de lectores diarios y no tan diarios. En todos los terminos del sentido.
"Un diamante entre la basura" que bueno. Javier no era tu negro, era el mio. Pero estoy dispuesto a compartirlo. Javier no era negro, era jamaicano.
Escrito por: poldo.2009/06/19 22:55:28.124000 GMT+2
Escrito por: Alicia.2009/06/20 00:27:1.669000 GMT+2