Anoche murió Javier Ortiz. Y se llevó con él muchos días -y noches – de mi propia vida.
Como Javier no se fiaba ni de sí mismo, dejó redactada la noticia de su muerte, y también escribió su propia necrológica. Aquí os dejo sus palabras, envueltas en una tristeza que es como el celofán de un regalo. La tristeza por las muchas cosas que hoy se nos han quebrado.
J.M. Sulleiro. Javier. 28 de abril de 2009.
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