Recuerdos

Javier Ortiz, conocido periodista, ha muerto.

En su obituario, que dejó escrito por anticipado, entre otras cosas dice lo siguiente: "...En fin, otro puesto de trabajo disponible".

Lamento contradecirle, pero no es así. La equivalencia entre Renta, Producto y Gasto de la que hablábamos ayer, le desmiente.

Javier, con su muerte, además de dejar un vacío muy sentido, ha abandonado también el mundo del consumo, es decir, el mundo del Gasto. Y quien deja de gastar, deja asimismo de generar renta, riqueza, producto, es decir, empleo.

Cuando un amigo se va, deja un vacío en el corazón de quienes le quisieron, pero no, por desgracia, ningún puesto libre que otro pueda ocupar.

Javier no volverá a comprar el periódico en la tienda de la esquina, ni a abonar su conexión a internet, ni a comer en aquel restaurante que le gustaba tanto. Javier, al irse, se ha dejado también, por el camino, pequeños trocitos de puestos de trabajo que él, quizás inadvertidamente, estaba sosteniendo...

Llevando el asunto al extremo, si todos nos fuéramos, de pronto y al unísono, no quedarían en España diecinueve millones de puestos de trabajo disponibles. Quedaría sólo un inmenso erial.

Donde no hay gasto no hay empleo.

En fin, pido perdón por traer a colación aquí un asunto tan poco "económico" como es la muerte de alguien, pero al leer la necrológica es lo primero en lo que he reparado.

Dencansa en paz, Javier. Echaré de menos tu blog.

José Luis Salvador. Comentario aparecido en el blog Wonkapistas. 28 de abril de 2009.

Una gripe me ha mantenido incomunicado en días anteriores. Tengo recientes recuerdos de nuestros almuerzos con Gabriel y, al leer tu obituario, ¡tantas cosas en común en nuestra trayectoria vital! En más de una ocasión comentamos el siniestro mundo jesuítico que compartimos en San Sebastián, nuestra ciudad, el compromiso político, los viajes, el infumable Selecciones de Rider’s Digest. Tu pluma, sin concesiones, nos proporcionaba continuamente una identificación y un aliento. Sólo desearía tener tu grandeza de espíritu para poder escribir mi propio obituario. Un abrazo desde mi memoria.

Ramón Oria Fernández. Javier Ortiz, llego tarde. 9 de mayo de 2009.

Sr. Director:

El reciente fallecimiento del periodista Javier Ortiz, antiguo columnista de EL MUNDO, me ha producido una pena como pocas veces he sentido en mis ya muchos años y, sé que esa pena es más por mi pérdida de un referente de coherencia e integridad ciudadana que por la materialización de la única ley inmutable.

Duele la pérdida física, de quien tengo entre mis «amigos del alma», sin que ellos lo sepan ni haberles tratado nunca más allá del disfrute de sus escritos, sus canciones y su ejemplo práctico de vida pública. A Javier Ortiz además, le debo el aprendizaje a denunciar la realidad desde los periódicos y también el descubrimiento de Emmylou Harris.

El fin de su vida, aunque injustamente temprano, ha sido el que yo deseo para mí y en mi moral se corresponde con el cielo de los creyentes, por contraposición al infierno que representan los finales de vida penosos y prolongados. Sé que más que un premio o castigo de la naturaleza por la vida que cada quién llevamos se debe a la suerte.

Le rindo homenaje con las Coplas del Payador Perseguido, de Jorge Cafrune, otro de mis amigos del alma: «Cantor que canta a los pobres, ni muerto se ha de callar, / pues donde vaya a parar el canto de ese cristiano,/ no ha de faltar el paisano, que lo haga resucitar...».

José Luis Romero Salido. Homenaje a Javier Ortiz. Cartas al Director de El Mundo. 10 de mayo de 2009.

Ni creo que sea ley de vida ni que haya que resignarse. Me parece que es simplemente una putada que la gente se muera y más si es alguien con quien mantienes algún lazo, por remoto que sea.

Y es que nunca lo conocí pero desayunábamos juntos todas las mañanas; nunca hablamos pero sus textos me hacían dialogar conmigo mismo; nunca me encontré con él pero me gustaba pensar que transitábamos juntos. Y ahora va y se muere… ¡hay que joderse!

Este es el obituario que él mismo escribió antes de morir y su último Apunte al Natural, “Sueño con Jamaica”.

¡Que sueñes en paz!

Alberto Montero. Ha muerto Javier Ortiz. 28 de abril de 2009.

Y dignidad, incluso cuando ya no queda retorno posible.

Así es el caso de Javier Ortiz, que ha contado con la suerte de poder escribir su propio obituario. A mí me ha conmovido, y me ha dado envidia, qué queréis que os diga. Me alegra saber que algunos saben tener la muerte tan presente que ni siquiera la dejan para que sean otros los que la cuenten.

Visto en escolar.net.

Polidori. Marcharse con estilo. 28 de abril de 2009.

Uno piensa que el Mundo va mal, se rebela contra la pobreza, contra la injusticia, lucha al fin y al cabo. Y cuando te das cuenta no has ido a Jamaica, a lo que siempre habías añorado, a la utopía por la que luchaste pero que nunca alcanzaste. Ese era el sueño de Javier Ortiz, periodista del diario Público, maestro de escribidores, como él gustaba decir. Y la vida se acaba, con dignidad, pero se acaba. Hoy por la mañana he ojeado su blog donde él mismo ha escrito su obituario. Es una putada, tenerse que morir con sesenta años y ver cómo nada tiene remedio salvo el tiempo, los recuerdos, la vida que gastaste y usaste. No conocía a Javier, ni mucho menos, pero al leer hoy sus escritos finales me ha conmocionado: "Sueño con Jamaica", y en la Jamaica en la que yo sueño nadie se levanta la voz, y el ruido es sólo algarabía callejera, y los policías no dan miedo, aunque asusten un poco con los ruidosos piropos que lanzan a las muchachas que circulan en bicicleta y a las que el aire levanta sus faldas de mil colores."

Él nos ha pedido que publicáramos su final "como Dios manda", sin que nadie haga el discurso fácil y llorón, sino el emocionado elogio de la vida, de la vida en Jamaica.

Paco Piniella. Y al final... ves que no has ido a Jamaica. 28 de abril de 2009.

Gracias amigo, por tantos comentarios afilados, por tantas metáforas atinadas, por amar a tu pueblo y al mundo y querer lo mejor para ellos. Para ambos.

Gracias por hacernos sentir las injusticias de esta sociedad con tu verbo descarnado a veces, burlón las más, gracias por ser tú mismo hasta en terreno enemigo, por tenerlos bien puestos frente a la jerarquia de todo pelo y por ser tan buen comunicador.

Te vamos a echar mucho de menos. Mucho.

Se te quiere por aquí, en el universo MQP.

Mila esker, bihotz-bihotzetik.

Gente MQP. Se nos ha ido un gran MQPetero. In memoriam. 28 de abril de 2009.

Hoy ha muerto Javier Ortiz.

Hoy soy un poco más huérfano.

Podría lamentarme de por qué tienen que irse los buenos cuando hay tanto mal bicho por ahí; podría cabrearme con él por abandonarnos tan pronto y tan de repente. Podría sufrir el vacío que siento ahora y que sé que nunca se va a llenar.

Pero sólo tengo derecho a dar gracias por el tiempo que tuve el honor de compartir con él, a quien jamás conocí en persona pero que sentía y siento como parte de mí.

Era algo casi inencontrable hoy día: era un hombre honesto.

Andres 2.0. Javier Ortiz. 29 de abril de 2009.

Mi recuerdo en este espacio en el que con frecuencia le he citado, recomendado, enlazado, aludido, transcrito, elogiado, recordado y comentado, es su propio obituario, anticipado y redactado por él mismo y que también se puede leer en su columna, esa imprescindible columna diaria de la que tendremos que prescindir, lamentablemente, a partir de hoy. Que descanse en paz, y que sueñe con Jamaica.

Fernando Martínez Hinojal. Javier Ortiz ha muerto. 28 de abril de 2009.

Hoy ha fallecido Javier Ortiz, uno de mis dos periodistas de cabecera. Brillante y honesto, tenía una habilidad única para, en pocas líneas y con aparente sencillez, resaltar lo absurdo, lo esperpéntico o lo hipócrita de muchas actitudes y tics de la política.

Memorable cuando recordaba que, siendo redactor jefe en El Mundo, un importante dirigente político les envió (via mensajero) unos documentos reservados.

El personaje andaba como loco llamando a la redacción para confirmar que ya los habían bien. ¡Y es que tenía convocada una rueda de prensa para indignarse por la misteriosa filtración!

Aprendí mucho leyéndole.

D.E.P.

Aquí pueden leer el obituario que, con su habitual ironía, se autoescribió hace dos años, porque no quería que "el día en que muriese cualquier gacetillero inútil arruinara su muerte con una necrológica burocrática y de circunstancias".

Mel. Javier Ortiz. 28 de abril de 2009.