2009/09/17 06:01:00 GMT+2
Me ha dolido esta noticia. No me la esperaba, y
meterme en Público hace unos instantes y encontrarme con la muerte de Javier Ortiz me ha resultado chocante, ha sido un auténtico mazazo.
Precisamente en una época en la que el periodismo español no goza de buena salud ni profesionalidad, se nos ha ido uno de los periodistas y columnistas a los que yo más aprecio tenía. Leer cada día su columna en Público era una rutina habitual en mí, siempre he sido un fiel seguidor de su
blog "El dedo en la llaga" desde que lo descubrí, cuyo enlace muestro en la barra derecha de mi blog, y que a partir de hoy guardaré para siempre con cariño para mantenerlo siempre presente.
Javier Ortiz ha muerto esta madrugada en Aigües
(Alicante) (Nota de la PWJO: no, murió en Madrid) de una parada cardio-respiratoria, con 61 años de edad. Javier ha sido siempre un periodista comprometido con sus ideas, participó en publicaciones clandestinas de San Sebastián, su ciudad natal, y su filiación comunista le hizo toparse con las cárceles franquistas entre 1974 y 1975 y su posterior exilio en Francia, después
participó en varios medios, siendo más tarde el promotor de la delegación de El Mundo en Euskadi. Después colaboró también como comentarista en Radio Euskadi y ETB, recalando finalmente en el diario
Público, en el que ha participado como periodista y columnista. Recuerdo aún cuando ayer leía yo, con la atención de siempre, su columna "Tres tristes tercios", sin saber que iba a ser la última columna que iba a leer.
Javier Ortiz, además de su periodismo comprometido y su acierto analítico como columnista, también se ha caracterizado por
su tremenda socarronería y mordacidad, con el humor negro que tanto le gustaba utilizar, incluso se lo aplicaba para él mismo. De hecho, Javier sabía de sobra los problemas de salud que arrastraba, y siempre asumió que lo que le ocurrió ayer, sería lo que acabaría con su vida. Tal es así, que un día escribió su propio obituario, en el que hizo un
repaso a su vida profesional, y terminó con estas líneas:
"Y
todo para acabar con algo tan vulgar como la muerte. Por parada cardiorrespiratoria, como queda dicho. En fin, otro puesto de trabajo disponible. Algo es algo".
Imerburu. Javier Ortiz, una muerte fulminante. 28 de abril de 2009.
Escrito por: imerburu.2009/09/17 06:01:00 GMT+2
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2009/09/16 06:01:00 GMT+2
Sorprendentemente, había escrito sobre él en este blog. Era 23 de septiembre de 2006.
Los que sepáis quién es os preguntaréis por qué lo menciono aquí. La web de Javier Ortiz es la primera página que abro todos los días al entrar en mi PC. Ortiz no sólo es el comentarista más lúcido y
brillante de España, sino que es un columnista preciso, informado y respetuoso con quien lo lee. Celoso protector de una buena escritura y hombre que comparte con el lector tanto sus conclusiones como el camino intelectual que ha recorrido desde premisas razonables. El modelo a seguir para quien, independientemente del tema que trate en lo que
escribe, se enfrente a diario a un puñado de lectores incondicionales o pasajeros. De él voy a coger la costumbre de, de vez en cuando, contaros cómo van las cosas desde aquí. Por lo demás, nada más nos une, que más quisiera yo, que el ser donostiarras, de Gros, y miembros del “club de fans” de Martín Villa. A pesar de ser el autor de “Jamaica o muerte”, jamás he intuido el sabor del reggae en su exquisito paladar musical".
Cuando he llegado hoy a casa, al abrir el ordenador, he hecho lo de siempre: abrir su blog. El ya incunable www.javierortiz.net
Allí he leído que nos ha dejado.
Ha sido compañero diario desde que en 2001 descubrí el “Diario de un resentido social”. He seguido desde entonces todos los escritos, los
publicados y los exclusivos de su web. Hoy veréis publicado el obituario que él mismo dejó escrito es su web hace un par de años. Yo me quedo con su último apunte personal, en el que contaba su estancia en el hospital y en el que descubro sus dos virtudes personales que deben añadirse a su excelsa personalidad profesional. Porque era un
periodista, un oficio en extinción, suplantado por paniaguados propagandistas. Me refiero a su enorme respeto por las personas y su carácter inflexible con la gentuza que nos ningunea.
Estoy triste, muy triste. Y sé que lo echaré de menos. Que la tierra le sea leve.
“Sí de la excelencia del nivel de atención de los médicos y médicas (muchas), enfermeras, auxiliares, celadores, limpiadoras, etc.,
salvando las inevitables excepciones (la del capellán intruso, por ejemplo, que se te mete en la habitación para ofrecer sus servicios/oficios sin que nadie los hubiera demandado).”
Tanatik. Beti arte, Javier. 29 de abril de 2009
Escrito por: Tanatik.2009/09/16 06:01:00 GMT+2
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2009/09/15 06:01:00 GMT+2
Recuerdo con una sonrisa la memorable escena de Amanece, que no es poco en la que el médico alaba la actitud del recién muerto diciendo algo así como “qué irse…, qué morir, nunca había visto una muerte de tal belleza, tan magnífica…”. También recuerdo la idea recurrente del Libro Tibetano de la vida y de la muerte que explica la importancia de preparar adecuadamente la muerte para que este vital (¿?) y trascendente instante sea vivido es un estado de conciencia claro, con sosiego y entereza.
Conocí a Javier Ortiz a través del magnífico blog Cuaderno de Campo. Desde entonces he leído habitualmente sus columnas periodísticas y he seguido sus pensamientos en su web y sus blog El dedo en la llaga y Apuntes del natural. Me encantaban sus análisis. Y su biografía.
Hace unos días murió, pero el día anterior dejó escrito su obituario. Lo he leído y me resulta increíble, por lo escrito y por la acción que
significa. Lo coloco a continuación, pues me parece una joya que deseo quede presente aquí.
Marciano Ansotano. Javier Ortiz. 2 de mayo de 2009.
Escrito por: Marciano Ansotano.2009/09/15 06:01:00 GMT+2
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2009/09/14 06:01:00 GMT+2
Fun a Bertamiráns comer os churros á de Alba. Abrín El Mundo e púxenme a miralo. De repente, os ollos craváronseme nunha tristeza. Javier Ortiz,
un dos poucos xornalistas críticos que nos quedaban do franquismo e da transición, finou onte dunha parada cardiorespiratoria nun hospital de Madrid. Era amigo meu. Dos de verdade. Non dos que che din que te queren moito e, en canto viras as costas, pregúntanlle ao primeiro que pasa onda eles como é posíbel que o que se acaba de ir aínda ande vivo
pola rúa.
A derradeira vez que o vin esbardallamos durante dúas horas seguidas tomando unhas copas nos Reis Católicos de Santiago. El estaba coma sempre. Cheo de bo humor e de atitude crítica sobre todo o que nos arrodea. Daquela aínda escribía no diario en El Mundo, antes de pasarse a Público.
Javier Ortiz, como o canario José Luís Morales, o murciano Ignacio Fontes e poucos máis, era dos xornalistas da miña xeneración que souberon e quixeron aguantar o tipo contra Franco e contra os vicios da transición e da democracia. Ortiz era o máis alegre de todos. Sabía rirse ata de si mesmo. “Te acuestas siendo un triste socialdemócrata –escribiu hai poucos días en Público– y, por la mañana, cuando te levantas, resulta que te has convertido en un peligroso izquierdista. Como el tiempo transcurrido te ha pillado en la cama y durmiendo, deduces que la metamorfosis no puede ser cosa tuya, sino de los demás”.
A Javier gustáballe tanto escribir que ata escribiu o seu propio obituario porque non quería que llo escribise “calquera gacetillero inútil” que arruinase a súa morte “cunha necrolóxica burocrática de circunstancias”. Parece como se adiviñase cal ía ser o seu final: ”Y todo para acabar con algo tan vulgar como la muerte. Por parada cardiorespiratoria, como queda dicho. En fin, otro puesto de trabajo
disponible. Algo es algo”.
Fóisenos un dos mellores. O home que unha vez militou en ETA, de onde rematou fuxindo como do inferno. O que tivo que refuxiarse en Burdeos primeiro e logo en París, e, grazas a iso, acabou enamorándose de Leo Ferré, de Barbara, de Juliette Greco,de Brel, de Brassens
e de todos os cantantes que tamén me gustan a min. Non falamos disto ultimamente, pero estou seguro que agora tamén lle gustaba Madeleine Peyroux. Formou parte do Movemento Comunista de España e fundou a revista Saida, que dirixiu. Ortiz morreu pensando que a transicición española foi un fracaso porque a esquerda cedeu demasiado ante a dereita. Javier era iso, un crítico incorrutíbel. Ciao, amigo, permíteme que che diga, coa voz de Ferré, que "avant de passer l'arme à gauche, avant que la faux ne me fauche, tel jour tel heure en telle année, sans fric sans papier sans notaire, il est bien maigre l'inventaire de ce que que je mis de côté".
Perfecto Conde Muruais. Javier Ortiz. 29 de abril de 2009.
Escrito por: Perfecto Conde Muruais.2009/09/14 06:01:00 GMT+2
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2009/09/13 06:01:00 GMT+2
No sabía nada de su enfermedad. No llegué a conocerle personalmente. No asistí a ninguna de sus conferencias ni tampoco a la presentación de algún libro que contara con su presencia. Dudo si alguna vez escuché su voz en alguna intervención radiofónica.
Sin embargo, le conocía desde hacía 35 años. Empecé a leerle en Servir al pueblo,
el periódico que publicó el Movimiento Comunista, una organización de izquierda comunista donde él militaba y yo hacía lo que podía cuando podía.
Me sorprendió que años más tarde colaborara en El Mundo. No entendí durante tiempo, sin duda por falta de información o acaso obnubilado por las proclamas de los medios de PRISA, que un resistente como él colaborara en un diario que tuviera que ver con Pedro J. Ramírez, uno de los dirigentes falsarios de la derecha neoliberal que
más daño ha causado –y causa- en las mentes y sensibilidades de millones de ciudadanos hispánicos.
Volví a leerle con atención, e incluso con ansia, con la salida de Público. Como hiciera durante años con Eduardo Haro Tecglen y su columna en El País, abría el diario por la página de su artículo. Hasta hoy mismo, hasta esta misma mañana.
A veces no estaba de acuerdo con algunas de sus afirmaciones y, en algún caso, su columna me parecía poco trabajada. Fueron muy pocas veces. En la mayoría de las ocasiones, en casi todas ellas, aprendí de él, aprendí de sus análisis y, sobre todo, de su mirada, de su enrojecido punto de vista. Nunca claudicó. Nunca dijo: no puedo más,
aquí me quedo, y que otros levanten la antorcha.
Entre los numerosos detalles que tuvo con nosotros, sus lectores, desde la dirección de Ediciones FOCA, es necesario destacar la traducción
castellana de las memorias de Tariq Alí y Rossana Rossanda. Como ellos, como Alí y como Rossanda, también Javier Ortiz fue un comunista revolucionario que nunca fue cegado por el socialismo real y que jamás confundió críticas con apologías de la sinrazón imperial y de la
civilización de la codicia y el desarrollismo impío.
Ni que decir tiene que ni en él ni en su obra habitara nuestro olvido. Ha fallecido, si no ando errado, este 28 de abril, tres días después del
aniversario de aquella revolución de los claveles que también fue la suya. Un clavel rojo intenso vuela hacia él.
Salvador López Arnal. En la muerte de un periodista que nunca claudicó. Rebelión. 29 de abril de 2009.
Escrito por: Salvador López Arnal.2009/09/13 06:01:00 GMT+2
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2009/09/12 06:01:00 GMT+2
Es curioso. Ayer por la noche me entretuve poniendo nuevos iconos a mi iPhone e intenté recordar sin éxito una publicación que me marcó
durante mi infancia y adolescencia, a la que quería acceder por Internet para agregar un acceso directo a mi iPhone.
Hoy por la mañana, mientras me dedicaba como cada día a hurgar por las páginas de los periódicos
digitales, recibí un bofetón que no me esperaba. Javier Ortiz ha fallecido de parada cardio-respiratoria, esa misma noche. Leí el obituario que él mismo dejó escrito. Y ahí estaba el nombre de la
publicación que anoche me trajo de cabeza: Selecciones del Reader D’igest ¿Será el último regalo que me deja? Gracias, Javier y perdóname
si te juzgo mal por haberte ido tan temprano. Pero hay cosas que son difíciles de perdonar. Tú ya me entiendes.
Mario López. A Javier Ortiz: algo que le hubiera querido decir antes de que se fuera. 29 de abril de 2009.
Escrito por: Mario López.2009/09/12 06:01:00 GMT+2
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2009/09/11 06:01:00 GMT+2
Feia uns dies que volia escriure aquest post, però fins avui no he trobat un moment per fer-ho. El dia 28 d’abril va morir el periodista basc Javier Ortiz, una de les poques plomes lúcides i afins que hom encara podia trobar a la premsa en castellà del Regne d’Espanya, generalment plena -com sabeu- d’hostilitat des d’un punt de vista nacional i de classe. Ortiz, però, n’era una excepció. De fet, era -segurament- l’únic supervivent de l’extrema esquerra antifranquista que conservava un petit espai a la premsa comercial d’aquest país que ens volen fer passar per nostre. L’únic, vull dir, que no s’havia convertit a l’extrema dreta neoliberal (o a l’extrema dreta cavernícola, directament), perquè d’aquests n’hi ha uns quants, no només als diaris, sinó també a les ràdios i a les
televisions (i ara més que mai, des que hi ha els canals en TDT, els Veo, els Intereconomía i tots aquests). Ortiz, en canvi, ha mantingut fins al final i de manera insubornable els seus posicionaments d’esquerra… d’una esquerra, potser, que sap que ha perdut totes les batalles, però que no renuncia als seus principis ni a dir les coses
pel seu nom, amb ironia, amb contundència, fent servir la ploma com altres fan servir els punys. I ho ha fet, malgrat que això li suposés l’ostracisme professional, com li va passar durant la seva època de columnista a “El Mundo”.
No tinc paraules… Sempre se’n van els millors, com se sol dir. Però vaja, què hi farem, sempre ens quedaran els seus articles, que podeu trobar a la seva web, en la qual també podreu llegir l’obituari que ell mateix va escriure abans de morir, el qual -per a aquells i
aquelles que no el conegueu- us permetrà copsar de seguida el tarannà sarcàstic del vell resistent que era en Javier. Mireu si no, com conclou l’explicació sobre els seus origens familiars: “Si algún interés tienen todos estos antecedentes, cosa que dista de estar clara,
es el de demostrar que, en contra de lo que suele pretenderse, el cruce de razas no mejora el producto. (Obsérvese qué gran variedad de
procedencias se puso en juego para acabar fabricando a un vasco calvo y bajito).” O de quina manera explica els seus precoços inicis en la militància política clandestina: “A los 15 años, hastiado de las injusticias humanas –algunas de las cuales seguían teniendo como referencia obsesiva los pechos femeninos–, decidió hacerse marxista-leninista. Los años siguientes tuvo que
emplearlos en averiguar qué era eso que acababa de hacerse, a lo que contribuyeron decisivamente algunos esforzados miembros de la Policía política franquista”. Simplement genial, Javier.
Demà dia 8 de maig els seus companys (companyes) i amics (amigues) del País Basc li faran un homenatge a l’Hika Ateneo de Bilbo.
Josep M. Garcia. Sempre se´n van els millors. 7 de mayo de 2009.
Escrito por: Josep M Garcia.2009/09/11 06:01:00 GMT+2
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2009/09/10 06:01:00 GMT+2
Estaba buscando una categoría en la que encuadrar estas líneas, y me temo que se va a tener que quedar simplemente como diario. No tengo una
galería de ilustres ni una categoría de excepcionales ni nada parecido.
Tampoco tengo mucho que escribir. No porque no tenga cosas que contar, sino porque es difícil escribir mejor necrológica que la que él
mismo compuso y que puede hoy leerse en (su blog).
Sí que puedo decir, en lo que a mí me toca, que si este blog que estás viendo existe es en gran parte por la afición que cogí a la lectura del de mi tocayo. Recuerdo aún su versión primigenia, completamente textual, sin alardes tipográficos ni programaciones ni nada por el estilo. Html puro y duro, pero con contenido. Se nos iba de vacaciones
y todos suspirábamos aliviados cuando encontraba por fin el medio de seguir alimentando nuestras de un juicio crítico y a la vez bienhumorado del mundo éste que nos ha tocado vivir y a él, el pasado
martes, morir.
A mí, que pasé de la nada al blog, del blog a las colaboraciones esporádicas y de éstas a mi humilde columnita semanal, me produjo en su día una gran sensación ver publicada mi columna en la misma página que un artículo de Javier. La tengo guardada, por supuesto. Fue para mí más que un honor, fue todo un premio del destino.
Pero como él mismo gustaba de decir… se empieza a morir gente que antes no se moría… y añado yo que visto lo visto se empieza a morir gente que nunca debería morir, que de hecho nunca morirá mientras su
blog tenga una visita, mientras sus libros habiten en las estanterías, y su voz en las fonotecas. En la memoria y el corazón de muchos de quienes le leímos está claro que ya tiene su hueco hace tiempo.
Javier Vegas. Javier Ortiz. 29 de abril de 2009.
Escrito por: Javier Vegas.2009/09/10 06:01:00 GMT+2
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2009/09/09 06:01:00 GMT+2
Esta madrugada ha muerto Javier Ortiz, un extraño pájaro en el panorama del periodismo nacional que ofrecía una interpretación racional de la realidad política, siempre desde el respeto y un peculiar sentido del humor. Comencé a leer su página en 2002 y desde entonces ha sido una visita obligada cada mañana, hasta hoy, cuando nos
ha dejado su obituario y sobre todo su Sueño con Jamaica. Se te echará de menos, Javier.
Carlos Rioja. Javier Ortiz. 28 de abril de 2009.
Escrito por: Carlos Rioja.2009/09/09 06:01:00 GMT+2
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2009/09/08 06:01:00 GMT+2
No somos nada. Y menos en la ducha. Eso dice un conocido mío.
Javier Ortiz ya no está en el mundo de los vivos. Me caía bien porque tenía espíritu crítico e inconformista.
Entre la gente que vivía entre las líneas de sus escritos contaba con la admiración de algunos (los que guardan una pizca de humanidad en su
interior) y la desgracia para otros (a los que hacía enfrentarse con su reflejo en el espejo y no de manera favorecedora precisamente).
El que se conforma con lo que se encuentra, o con lo que le dan, el que traga todo sin digerir siquiera nada, imagino que no haría muchos
méritos por ganarse el respeto de los que buscan la libertad, la justicia cotidiana, un mundo una micra mejor.
Y es que así veo a Javier Ortiz. Un tío lejos del encefalograma plano, de la apatía y del
objetivo de ser en una sociedad del ejem, primer mundo, una víctima de la alienación. Un Sistema que interesa a los poderosos para que el borreguismo y la ignorancia campen por sus anchas. Para beneficio de los poderosos antes mencionados.
Están a tu lado, en la sombra... frotándose las manos mientras reparten miseria por el mundo.
Allá donde estés muchos nos felicitamos de haberte leído. Yo hasta tuve la ocasión de decirte un hola. Puedes estar tranquilo. Por aquí somos unos
cuantos los que tampoco nos conformamos con ver pasar las injusticias por nuestro lado y mirar con bisoñez al otro. Como si no pasara nada.
Nacimos asi. ¡Qué le vamos a hacer!
El Ciudadano Cabreao (y de Bilbao). Javier Ortiz ha fallecido. 28 de abril de 2009.
Escrito por: El Ciudadano Cabreao (y de Bilbao).2009/09/08 06:01:00 GMT+2
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