Me he enterado cuando he abierto el ordenador. José Antonio del Moral lo anuncia en Facebook. Ha muerto Javier Ortiz. Sabía que últimamente andaba pachucho porque él mismo así lo hizo público en el blog que escribía día a día desde hace un montón de años. Sabía que estaba ingresado en un hospital y que desde allí escribía su columna diaria para Público. Pero no sabía que estuviera tan grave. De hecho, su última columna la ha publicado hoy mismo, Tres tristes tercios, la ha titulado.
Si no sospechara que le parecería un topicazo, escribiría que un periodista de raza ha muerto con las botas puestas. Así que no lo hago. Prefiero remitirme a lo que él mismo ha dejado escrito para ser leído tras su muerte. A Javier no le gustaba el género necrológico. Decía que sólo servía para que el escribiente de la nota se diera autobombo a cuenta del fallecido y seguro que por eso ha sido él mismo quien ha escrito su propia necrológica. No puedo estar más de acuerdo. Por eso, ésta no es una nota necrológica. Si no sospechara que a Javier le parecería muy fatuo, escribiría que éste es un homenaje a un periodista de cuerpo entero, militante de la libertad y de la integridad profesional. Tampoco lo haré. Este es un simple post escrito mientras cae una lagrimilla. Le echaremos de menos.
Juan Carlos Latxaga. Ha muerto Javier Ortiz. 28 de abril de 2009.
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