Llevo unos días que no estoy demasiado centrado en las cuestiones mundanas, porque otras más personales requieren mi atención. Es por ello que hasta hoy no me he podido sentar tranquilamente para escribir algo sobre el adiós del periódico Público.
Como la mayoría sabréis, Javier Ortiz, nuestro jamaiquino del alma, fue fichado en su momento para escribir una columna diaria en el periódico. Hoy queremos recordar aquí lo que escribió para la sección Carta de los lectores y que apareció en el primer número del periódico el 26 de septiembre de 2007.
Antes queremos dar las gracias a Manel Fontdevila y a Luis Matías López por acordarse de Ortiz en su última colaboración. Agradecemos también la referencia de Tinejo en su blog: El desolador funeral de Público.
Asimismo, os recomendamos que echéis un ojo a estos artículos y/o apuntes sobre el adiós de Público:
1.- ¿Quién cerró el diario español Público?, de Pascual Serrano.
2.- Una lágrima por Público, de Javier Vizcaíno.
3.- El fin de Público, de Iñigo Sáenz de Ugarte.
4.- Algunas reflexiones sobre el fin de Público, de Juan Varela.
Ahora sí, ahora les dejo con la carta de Ortiz. Esperemos que la petición de un servicio de recogidas municipales (y gratuitas) de cadáveres no sea extensible a la prensa y a tantas y tantas cosas más. ¿Será viable lo que Víctor Sampedro pedía a principios de este 2012? El tiempo dirá.
Una carta com cal…
Puesto que me piden una carta al diario, escribiré una carta al diario com cal (leed la coda que aparece aquí en el primer Dedo en la llaga), que decimos en Euskadi. Nada de enhorabuenas ni pijadillas de ésas.
Esta carta es para reclamar que, de una vez, los ayuntamientos instauren un servicio de recogida de cadáveres digno de ese nombre.
Los consistorios recogen las basuras sólidas, los envases y hasta los muebles sobrantes, pero no tienen nada previsto para recoger los cadáveres que se nos producen. Se te muere el abuelo y te hace la cusqui por partida doble, en el supuesto de que lo apreciaras. ¡3.000 euros como poco, así lo metas en un ataúd de pino de lo más discreto, sin cruz ni nada!
Quienes pensamos que, una vez que te has muerto tanto da dónde te dejen (siempre que no sea al alcance de determinados restaurantes especializados en el chop-chuey de cerdo), reclamamos un servicio de recogida de cadáveres apto para pobres.
¿Patria o muerte? ¡Ni patria ni muerte! Atentamente.
Javier Ortiz. Una carta com cal. Público. 26 de septiembre de 2007.
Comentarios
En Casa Querida, y tantos lugares reconfortantes, la letra sincera y poderosa de Javier reside de forma consistente. En el recibidor siempre estará su emotivo retrato.
Abrazos cálidos.
http://casaquerida.com/2012/02/28/wertguenza-de-ser-ciudadano-de-la-marca-espana/
Escrito por: Tinejo.2012/02/28 22:01:16.452000 GMT+1