Menuda cabronada, nos ha dejado el columnista Javier Ortiz al que últimamente seguía con admiración en su columna del diario El Público.
Tanto cabrocente, dictador y político chusma que se hace nonagenario y tenemos la mala suerte de que este tipo genial y disidente nos deje en plena madurez.
Manuel Vázquez Montalbán, Edward Said, Javier Ortiz todos ellos nos han dejado cuando aún no estábamos preparados.
Tengo un cuaderno donde voy pegando aquellas columnas que encuentro valiosas y lo tenía sembrado de columnas de Javier.
Una gran voz que se va. Un nuevo silencio. Eres como de la familia, eres del grupo de amigos, eres el colega con el que charlas un rato en el café de la mañana. Tierno y escéptico, crítico e insobornable. Llevo años leyéndote todos los días. Nunca estuve contigo pero siento tu muerte como la de un amigo del alma.
El roce hace el cariño y tus palabras del diario de un resentido social, de los apuntes del natural, del dedo en la llaga y de tantos otros lugares, han hecho que te queramos. ¡¡Cuánto te vamos a echar de menos!!
Se nos ha ido lo poquito que queda del buen hacer periodistico. Un ejemplo del periodista independiente. En este panorama periodístico del servilismo, de la obscena manipulación y del peloteo, nos deja el que más falta hace.
Agur, Javier. Que la tierra te sea leve querido compañero.
Un abrazo para su familia y amigos, que seguro que son muchísimos. Nos vemos en Jamaica.
Puedes dejar un último mensaje para Javier en su blog.
Gerardo Pedrós. Agur, Javier Ortiz. 30 de abril de 2009.
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