Es curioso. Ayer por la noche me entretuve poniendo nuevos iconos a mi iPhone e intenté recordar sin éxito una publicación que me marcó durante mi infancia y adolescencia, a la que quería acceder por Internet para agregar un acceso directo a mi iPhone.
Hoy por la mañana, mientras me dedicaba como cada día a hurgar por las páginas de los periódicos digitales, recibí un bofetón que no me esperaba. Javier Ortiz ha fallecido de parada cardio-respiratoria, esa misma noche. Leí el obituario que él mismo dejó escrito. Y ahí estaba el nombre de la publicación que anoche me trajo de cabeza: Selecciones del Reader D’igest ¿Será el último regalo que me deja? Gracias, Javier y perdóname si te juzgo mal por haberte ido tan temprano. Pero hay cosas que son difíciles de perdonar. Tú ya me entiendes.
Mario López. A Javier Ortiz: algo que le hubiera querido decir antes de que se fuera. 29 de abril de 2009.
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