Queridos Javier (y amigos de su comunidad),
Me infundía cierto respeto escribir bajo tu nombre en la barra de direcciones del navegador. Ya ves. Me hacía ilusión –mucha- también, no creas. Y aquí estamos, trasladando al html de tu portal de blogs los mensajes breves que cada día dejo en un canal de Telegram. Se trata de un experimento que pretende ser merodeador de la cotidianidad de unas pocas personas, colándose sin permiso en su barra de notificaciones (casi) a diario.
Pensé que esos mensajes deberían quedar debidamente archivados y disponibles para su consulta también fuera de ese canal hermético. No porque los considere importantes…es que soy bibliotecario, ya tú sabes.
No sé si el medio es el mensaje, pero estoy seguro de que lo condiciona, así que por fuerza estos posts serán cortos (de un tiempo de lectura en torno al minuto) y, a menudo, se mezclarán con mi vida diaria. Así solían ser los blogs antes de que todo el mundo quisiera ser periodista, nada nuevo.
Quien quiera leerme en extenso puede pasarse por mi blog La bitácora de eltránsito. Allí escribo arrebatos sobre Historia, Ciudad y Política. Aquí lo mismo: destilado, desnudo y desde el yo.
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