Ayer intenté plantear cómo veo la relación entre movimientos sociales e instituciones. Entiendo que primar los movimientos no tiene por qué implicar un rechazo por principio a la participación electoral, siempre que se contemple a las instituciones como un espacio más, importante, de confrontación política, no como un fin en sí mismo. Partidos como IU tienen tendencia a instrumentalizar los movimientos, en función de su objetivo principal (acceder a las instituciones), en lugar de querer construir redes ciudadanas con una cultura política diferente, creativa y emancipadora. Esto último es lo decisivo.
Afortunadamente, iniciativas como la de Alternativa Sí Se Puede muestran ya un grado de madurez política que no existía años atrás en Tenerife. Conscientes de sus limitaciones, se presentan a unos pocos municipios.
Todo está en su contra: leyes electorales restrictivas (a lo mencionado ayer sobre el parlamento canario hay que añadir el umbral mínimo del 5 % para accedera a municipios o al cabildo), falta de financiación, difícil o imposible acceso a los medios de comunicación, juego sucio de los partidos políticos de siempre, falta de marca reconocida popularmente (Los Verdes sacan jugo a la suya, pero habrá que ver si llegan a ser algo más), etc.
Sus militantes han tratado de suplir condiciones tan adversas con entusiasmo e ingenio. Podrá alegarse cínicamente que son cuatro gatos. Pero antes no había ni eso. Llevo ya casi cinco años viviendo fuera del archipiélago, y la comparación entre lo que veo y me cuentan que está sucediendo, y el desierto de los noventa, sólo puede invitar al optimismo. Se han acumulado fuerzas importantes. Sería grande, como dicen los argentinos, que pudieran obtener algunas concejalías y un puesto en el cabildo. La experiencia de Iniciativa por la Orotava ha supuesto una experiencia muy importante en la política insular, a pesar de los problemas (ruptura con Los Verdes, por ejemplo).
Pero si no es así, habrá que seguir construyendo sobre el camino trazado, en Sí Se Puede, en Asamblea por Tenerife y en los foros que surjan. Obviamente, un fracaso estrepitoso desmotivaría y dispersaría a mucha gente. Pero quedan luchas importantes para el futuro: contra el cierre del anillo insular (circunvalar la isla por autopista), la urbanización de El Rincón, Las Teresitas, la construcción del Puerto de Granadilla, el ascenso de la xenofobia antiinmigrante, etc. (por hablar sólo de Tenerife).
Un esfuerzo más si queremos ser ciudadanos...
Comentarios
Pero si es ése el papel que se asume valdría la pena no olvidarlo y crear los mecanismo que impidan caer en esa especie de ataque de "responsabilidad institucional" que algunos no tardan en adquirir en cuanto les ofrecen un pelín de poder (o simplemente poltrona).
Yo creo que es posible siempre y cuando haya una voluntad clara de cumplir la premisa que planteas al inicio del artículo.
En mi pueblo (Mataró) también hay gente con un planteamiento de ese estilo, hace cuatro años estuvieron a punto de salir, esta vez no sé qué pasará pero hubo algo importante: en vez de desinflarse por no haber conseguido representación continuaron peleando codo con codo con los movimientos sociales. Espero que esta vez se consiga esa voz "discordante" en el ayuntamiento.
Y para Sí se puede que tinguem sort!!
Escrito por: Maria.2007/05/21 18:27:10.007000 GMT+2
Pues en la ciudad de murcia tal y como yo lo veo, la dinámica ha sido diferente, se ha optado por presionar a los partidos políticos cuya base social somos nosotros mismos (en este caso IU y los verdes) para que se haga coalición y que la gente que salga en las listas sea lo más afín posible a los movimientos sociales (de hecho, alguno con posibilidad de salir es genuinamente "de los nuestros").
La experiencia es un grado tanto a la hora de hacer política institucional (ellos sabrán) como a la hora de moverse en la calle (ahí sabemos), puede haber trasvase de personas pero no demasiadas porque los recursos personales son escasos y (desde mi punto de vista) prefiero que un activista esté organizando asambleas a que esté en un pleno agotando su energía "para nada", más que nada porque a cotas de poder significativas no se va a llegar si no se empuja desde abajo.
Si los movimientos conservamos nuestra autonomía siempre podemos seguir presionando a nuestros elegidos para que no se desvíen mucho, pero si mandamos a nuestra gente a las poltronas ¿quién nos queda para presionarles?
A parte, quemes los justos, que ya tenemos bastante con la presión constante de los medios y el capital para que encima nos invada el nihilismo de nuevas derrotas anunciadas.
Otra cosa es que las poltronas se planteen institucionalmente (sin demasiado margen a la buena voluntad, tan quebradiza...) de modo diferente (que es posible) pero como la realidad es la que es...
Escrito por: jesus cutillas.2007/05/22 10:52:47.998000 GMT+2
Creo que ahí has dado con la clave. En Madrid, aunque el panorama social en general es desolador hay bastantes islas de participación social pero están ocultas bajo los millones de personas que transitan inertes de aquí para allá. Lo que no existe seguro es una coordinación para dar también la batalla en ese trozo del frente que es el campo electoral.
Escrito por: .2007/05/22 11:02:0.141000 GMT+2
Escrito por: Luis.2007/05/22 11:04:44.530000 GMT+2
http://paspespuyas.com/comunidad/index.php/eltransito