En las fábricas en las que se han convertido las ciudades, las expresiones más fuertes del antagonismo social incluyen a menudo el bloqueo de la circulación de personas y mercancías, el flujo sanguíneo que alimenta el tejido metropolitano. Así sucedió con las grandes protestas urbanas acaecidas en Francia en aquel otoño de 1995, con los piquetes de los desocupados argentinos en torno al cambio de siglo, o con el bloqueo de La Paz durante el conflicto boliviano de 2003. De ahí el interés del poder en canalizar y domesticar la protesta mediante la autorización de recorridos bien delimitados, la imposición de servicios obligatorios (denominados "mínimos" aunque supongan el 50%) o -cuando conviene- el aislamiento de un amplio perímetro urbano (como durante las grandes cumbres internacionales). Cuando la rebelión se sale de los cauces establecidos, entonces procede la demonización y la criminalización.
Por su impacto y radicalidad, dicho sea en el mejor sentido de la palabra, la huelga indefinida de los trabajadores y trabajadoras del Metro de Madrid probablemente constituya la primera gran movilización del Estado español desde el inicio de la recesión y desde los ajustes acordados por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el conjunto de las administraciones autonómicas. Su inicio ayer coincidió además con la sexta huelga general llevada a cabo en Grecia y con la huelga general realizada en el País Vasco y Navarra.
Ante la mezquindad de los ataques que están realizando desde partidos políticos y medios de comunicación, hago mías las palabras de este comunicado, que he recibido a través de la Universidad Nómada y el Observatorio Metropolitano de Madrid. Se ha creado un blog, "Usuari@s solidarios con la huelga de Metro" donde se puede dar muestras de solidaridad y apoyo a los huelguistas.
"Nuestro decálogo
Os recibimos con una sonrisa
Los usuarios y usuarias solidarias con la huelga del Metro entendemos que:
1. En la huelga del Metro nos sentimos reflejados todos los trabajadores y trabajadoras que hemos sido afectados por las medidas tomadas con la excusa de la crisis (bajada de salarios, merma de nuestros derechos, subida edad de jubilación, precariedad)
2. Nos sentimos solidarios porque estas medidas, que ahora afectan a los trabajadores del Metro, se nos imponen con la excusa de la escasez, cuando en estos años nunca han faltado miles de millones de euros para rescatar a los bancos, entidades financieras y grandes empresarios.
3. Porque los trabajadores del Metro están encarnando el lema “nosotros no pagaremos la crisis” en el que nos sentimos identificados.
4. Que el Metro ha sido la pieza fundamental para poner en valor el territorio de Madrid (el Metro nunca ha vivido de vender billetes, sino de recalificar suelo, donde llega una parada se construye un nuevo barrio) y que eso ha hecho multimillonarios a promotores inmobiliarios y constructoras.
5. Que al igual que esos grandes beneficios nunca se repartieron y se acumularon en grandes cuentas bancarias, patrimonios desmesurados y paraísos fiscales, tampoco hoy se puede pedir que los que menos tenemos seamos solidarios para salvar un sistema que nunca repartió sus riquezas a lo largo y ancho del mundo.
6. Que bajar los salarios en tiempos en el que las grandes fortunas no sólo no decaen sino que crecen, con la coartada de la crisis es un insulto a la inteligencia.
7. Que los trabajadores y trabajadoras del Metro tienen todo el derecho a ponerse en huelga general y que muchos trabajadores precarios miramos con envidia esta capacidad de lucha ¡ojalá todos y todas pudiésemos plantarnos ante el jefe y decirle no, ya basta, no me bajarás el salario!
8. Que animamos a todos y todas los trabajadores precarios, a las trabajadoras domésticas, a los trabajadores de todas las partes del mundo que habitan Madrid y a los que menos tienen a que piensen en cómo unirse y luchar para que no nos quiten lo que es nuestro al grito :¡Nosotros no pagaremos vuestra crisis!
9. Que queremos apoyar esta huelga porque es una huelga que defiende los derechos de los trabajadores de Metro y defiende la dignidad de todos y todas.
10. Que esperamos que la fuerza, el coraje y la solidaridad que demuestran los trabajadores del Metro sea contagiosa, si es así…las recibiremos con una sonrisa."
Comentarios
No niego que el trasfondo es una nula capacidad de reacción de la sociedad civil. Inmovil y sin capacidad crítica, o al menos muy adormilada y dócil. Pero también es cierto que los siindicatos no han sabido actuar como tales, dejando desprotegidos los derechos de los trabajadores. No en vano los datos de filiación por mucho que se quieran maquillar son rídiculos si los comparamos con otros paises. No hay confianza en estos sindicatos demasiado politizados.
La huelga general debiera haberse producido hace mucho tiempo, cuando se inicio la crisis; su tardanza, su demora, no hace sino reflejar la cruda realidad de lo que digo.
Necesitamos un retorno al auténtico sindicalismo, un sindicalismo fuerte, no burocratizado, no politizado y no vendido a la clase empresarial. Un sindicalismo que no coma de papa Estado y un sindicato que recupere su capacidad de movilización y crítica, que vaya más allá y cree como algunos afirman una intima relación con grupos de izquierda, Ongs, etc, de mayores y más amplios objetivos políticos, esto es, un verdadero bloque de izquierdas tan necesario hoy día.
Tienen mi apoyo, pero se hacen precisos cambiso profundos en todos los ámbitos, se hace preciso una auténtica lucha por los derechos de los más desavorecidos, porque todos trabajadores y pobres están en el mismo saco.
Escrito por: javier.2010/07/01 00:05:16.535000 GMT+2
Escrito por: Silvia .2010/07/01 01:35:7.279000 GMT+2
Escrito por: Altea.2010/07/01 03:36:47.090000 GMT+2
Javier, supongo que entiendes por "politización" dependencia de los partidos políticos y del Estado. Porque si por política entendemos la participación en los asuntos públicos, creo que uno de los problemas de los sindicatos -sobre todo los mayoritarios- ha sido su progresiva "despolitización" y correlativa burocratización, al convertirse en meros gestores de la negociación colectiva.
En una huelga como la del Metro de Madrid, los trabajadores se apropian de la política, normalmente secuestrada por otros.
Saludos.
Escrito por: Samuel.2010/07/01 09:24:22.137000 GMT+2
www.javierortiz.net/voz/samuel
Recuerdo que en tiempos el singular Álvarez del Manzano tuvo la ocurrencia de crear un "manifestódromo", para que las manifestaciones no cortasen el tránsito -espacio para las carcajadas-. Ahora no suele -insisto: no suele- disolver huelgas a tiros y porrazos, pero el poder tiene métodos tan sutiles como eficaces para reventar una huelga.
Y a mí esta huelga me ha coincidido con una mudanza, pero no voy a cambiar de opinión. Somos bastantes, si es que no muchos, los que comprendemos y apoyamos a los trabajadores del metro de Madrid: habida cuenta de las sanciones que sufrirán, nos están dando una lección sobre emancipación: http://www.javierortiz.net/voz/samuel/la-emancipacion-segun-ranciere
Escrito por: Gonzaga.2010/07/01 10:36:45.193000 GMT+2
http://www.puntoradio.com/popup/audio.php?id=45427#
Escrito por: Richi.2010/07/01 12:30:27.663000 GMT+2
Escrito por: Silvia.2010/07/01 13:25:22.928000 GMT+2