Es este período de Bariloche el que describe uno de sus ciudadanos, el argentino Carlos Echeverría, en un interesantísimo documental donde se mezcla la autobiografía con el periodismo de investigación. Su título es "Pacto de silencio", y fue realizado en 2005. Lo mejor del documental es que se centra en el retrato de la comunidad inmigrante alemana en la que se crió el propio realizador, con muchas imágenes de archivos privados e intervenciones como la del propio hijo de Priebke. El objetivo de su investigación consistió en indagar por qué una comunidad, muchos de cuyos miembros conocían su pasado pero que no necesariamente compartían sus ideas, terminó no solo por encubrirlo sino por encumbrarlo. En él se muestra también cómo la embajada alemana estuvo al corriente de su presencia. En una entrevista a Página12 en 2006 Echeverría declaraba:
"–El fue construyendo una imagen propia, la de un patriarca. Tenía buen estado físico, una jubilación alemana (por los servicios prestados antes del ’45) y además disponía de tiempo. Por otra parte, sus colegas iban perdiendo el ejercicio de la lengua alemana y para pedir subsidios a Alemania hacía falta alguien que escribiera y hablara correctamente el alemán. Eso le daba a Priebke el control de todo, y un espacio de poder para disfrutar de una tercera edad sin problemas y sin pasado. Quizás en la cabeza de adherentes y amigos suyos seguían respetándolo por la jerarquía policial y en las SS que había alcanzado, y lo dejaron tener un rol de poder en la comunidad alemana.Es una pena que la versión completa de la película, de 90 minutos, solo haya sido distribuida en unas pocas salas cinematográficas en Argentina (yo tuve la suerte de ver su estreno bonaerense en el Malba) y en algunos festivales. Una versión mutilada del mismo, de unos 53 minutos, fue luego editada en DVD para el mercado alemán bajo el título Pakt des Schweigens y emitida en el canal estadounidense de televisión por cable History Channel (en la versión española, que he insertado más abajo, con la voz en off de Echeverría incomprensiblemente doblada al castellano peninsular). No he logrado encontrar la versión íntegra en internet.
–¿A qué atribuye la falta de respuesta organizada por parte de la sociedad de Bariloche ante la presencia de genocidas?
–Además de Joseph Schwammberger y Priebke no hubo otros criminales de mediano rango en Bariloche, salvo que hayan estado de paso. Pero esto, pese a los rumores y mitos, no fue debidamente comprobado. En Bariloche, gran parte de la población estuvo y está en contra de los nazis, pero hubo nostálgicos y adherentes. En los sectores medios y bajos, Priebke tiene aún sus mejores aliados y sostenedores, temerosos de poner en riesgo un trabajo o un futuro laboral. Pero las radios se inundaron de llamados de oyentes, en repudio a la propuesta de dos integrantes del Concejo Deliberante local, que estaban en contra de declarar persona no grata a Priebke en 1994."
El documental incluye el momento en que los periodistas estadounidenses de ABC descubren su identidad y lo abordan a las puertas de la escuela que dirigía. "Por cada soldado alemán debían morir diez italianos", afirmó entonces tranquilamente, ignorante de las consecuencias que luego tendría. "¿Civiles?", pregunta el periodista. "Bueno, civiles, la mayoría eran terroristas".
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