Con estas jornadas de acción los convocantes desean impulsar un movimiento transnacional con el objetivo de acabar con el expolio financiero y la precariedad en Europa. Y esto en el corazón de la mayor potencia europea, un país que todavía vive el mito de la Alemania trabajadora y ahorradora y donde cuesta encontrar ciudadanos que se identifiquen con quienes sufren las terapias de choque que se están aplicando en el sur de Europa. Como su nombre indica, Blockupy pretende abrir una brecha en Alemania -y marcar un momento simbólico en Europa- ocupando el distrito financiero de Fráncfort (16-17 de mayo), bloqueando el BCE y los principales bancos (18 de mayo), para terminar el 19 de mayo con una gran manifestación.
La inédita prohibición de Fráncfort, ciudad donde gobierna una alianza de CDU-Verdes, se une a la suspensión de la libre circulación en el espacio Schengen durante la reunión del BCE que se celebró hace poco en Barcelona. El poder financiero es invisible e intocable, y sus servidores sobreactúan con nerviosismo cuando aquel es puesto en evidencia. Ante todo, quieren impedir que se establezcan lazos de solidaridad entre el norte y el sur. Los convocantes de la acción no parece que vayan a arredrarse, y habrá que ver cómo se porta la policía. Frente a la democracia en suspenso, democracia en movimiento.
Actualización (8 de mayo, 17:20): las acciones Blockupy siguen sin ser autorizadas, pero campamento #OccupyFrankfurt frente al BCE sí, para el 23 de mayo, según informa @OccupyFrankfurt.
.@quilombosfera Hi, #Blockupy actions haven't been authorized yet,but #OccupyFrankfurt #Camp in front of #EZB has new approval > #May 23th
— Occupy:Frankfurt (@OccupyFrankfurt) mayo 8, 2012
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