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2011/05/08 21:14:43.423000 GMT+2

Ocho de mayo

El ocho de mayo de 1945 es recordado en Europa occidental y en Estados Unidos como el Día de la Victoria frente al ejército alemán. La fecha corresponde a la firma del armisticio en Berlín, con presencia de los aliados occidentales y el alto comando del ejército soviético. El júbilo se extendió entonces por la Europa liberada.

Ese mismo día el Gobierno Provisional de la República Francesa, dirigido por un triunfante Charles de Gaulle, permitió que los "indígenas" argelinos -muchos de los cuales habían formado parte del ejército de liberación- salieran a manifestarse por separado para celebrar el fin de la guerra, a condición de que no hicieran propaganda nacionalista. En Sétif miles de personas salieron a la calle desde primeras horas de la mañana, entonando cánticos como Min Djibalina ("De nuestras montañas") y gritando lemas como « Queremos ser sus iguales » o « Abajo el colonialismo ». La aparición de una bandera independentista argelina desató el caos. La policía intentó apoderarse de la misma y provocó una refriega en la que intervinieron europeos y argelinos. Entre tiros de la policía, los manifestantes atacaron a los franceses bajo el grito de "n'katlou ennessara" (matemos a los europeos). En pocas horas murieron unos 28 franceses y un número equivalente de argelinos. Los incidentes pronto se extiendieron a localidades vecinas, como Guelma, donde el sub-prefecto Achiary ordenó disparar contra los manifestantes. Durante los días siguientes, los ataques argelinos contra la población europea provocarán un centenar de muertos. El 11 de mayo Charles de Gaulle ordenó al general Raymond Duval reprimir y detener la insurrección del este argelino con todos los medios disponibles, lo que incluía el uso de la artillería y de la aviación contra la población civil. La represión llevada a cabo por el ejército francés, apoyado por tiralleurs senegaleses y por milicias europeas, entregadas a auténticas cacerías humanas, será de una violencia increíble: ejecuciones sumarias, masacres de civiles, bombardeos de poblados y aldeas -especialmente en Cabilia- por la Marina y la aviación. Más de diez mil argelinos perecieron, según las cifras más conservadoras, en apenas tres semanas. La lección era clara: la vida de un occidental valía al menos la de un centenar de indígenas, regla que continúa aplicándose en nuestros días en lugares como Gaza, Bagdad o Waziristán.

En Argelia el 8 mayo de 1945 representa el inicio de una guerra de liberación que los europeos acababan de concluir en su suelo, frente a los nazis. Sin colonias de ultramar, la Alemania nazi había hecho en Europa lo que otras potencias europeas seguían practicando en sus colonias pero, quizás precisamente por tratarse de europeos, llevando al extremo la lógica racial y el control totalitario de las poblaciones.

Estos son aspectos que Stéphane Hessel pasa por alto en su célebre "Indignez-vous!"*. En este panfleto el antiguo resistente francés pide a los jóvenes de hoy que hereden los valores del Consejo Nacional de Resistencia con los que se refundó la república francesa al término de la Segunda Guerra Mundial. Hessel se revuelve contra el trato dado a los "sin papeles" en Francia o a los palestinos en Gaza, pero le cuesta encontrar un hilo común. Aunque ambos ocupan un lugar destacado en el opúsculo, extrañamente el hecho colonial sólo se menciona de pasada:
"Para nosotros resistir era no aceptar la ocupación alemana, vencer. Esto fue relativamente sencillo. Simple como lo que siguió la descolonización. Entonces vino la guerra en Argelia. Era necesario que Argelia fuese independiente, era obvio."
Como sabe Hessel, que durante los años cincuenta fue diplomático del Estado francés, ni la descolonización fue tan simple ni la independencia argelina, tan obvia. El Programa del Consejo Nacional de Resistencia, cuyos extractos dan comienzo al libro de Hessel, promueve "una extensión de los derechos políticos, sociales y económicos de las poblaciones indígenas y coloniales", lo que no implicaba una equiparación completa con los ciudadanos franceses ni el reconocimiento de la autodeterminación. Pierre Mendès France, citado en el libro y con quien trabajó estrechamente, es el autor de la célebre frase "Argelia es Francia", resumen del modelo asimilacionista francés. Y muchos de los jóvenes franceses a los que se dirige Hessel son discriminados por una república que se reclama universal, como también lo fueron sus padres o abuelos, algunos de los cuales vivieron hechos como los de Sétif. Stéphane Hessel propone reducir la distancia que hay entre ricos y pobres y exigir a los Estados que apliquen los derechos humanos reconocidos en el derecho internacional. Hay que luchar, pues, por universalizar y hacer realidad el ideal republicano francés, hoy amenazado por el poder del dinero. Ahora bien, en Francia la república es indisociable del Imperio y la ideología colonial, cuya función es la producción de subalternidad, forma parte constitutiva de la identidad republicana. La figura de Jules Ferry, teórico de la colonización y creador del sistema educativo republicano, es ilustrativa de esta unión indisociable. Hessel concluye con un deleuziano "crear es resistir, resistir es crear". Pues habrá que crear, con los otros, otra cosa, otra república, otra universalidad (o pluriversalidad), otras memorias.

El 8 de mayo de 1945 Hessel celebraba en París, junto a miles de ciudadanos, el fin de la ocupación alemana. Ese mismo día, miles de argelinos salieron a las calles de Sétif, indignados, exigiendo el fin del colonialismo. En un sentido muy diferente, los europeos presentes se indignaron ante la osadía de los indígenas. La indignación encendió la insurrección argelina. Una mezcla de indignación y miedo alimentó por su parte la reacción europea. Pero la indignación del subalterno que es humillado cotidianamente no es la misma que la de quien teme perder una posición de dominio, como tampoco son iguales los proyectos éticos y políticos que pueden sustentar. Y hace falta algo más para dar forma a dicho sentimiento. Indignarse no basta.

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* Traducido en España como "Indignaos". En Argentina como "Indígnate", algo más apropiado para Canarias.

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Escrito por: Samuel.2011/05/08 21:14:43.423000 GMT+2
Etiquetas: francia argelia stephane-hessel resistencia setif colonialismo charles-de-gaulle | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (1)

Comentarios

¡¡Que bueno, que bueno!!, cuando todos bebemos los vientos por Hessel, este articulo nos toca en el hombro y abre una via de reflexión "Indignarse y actuar, por supuesto, pero sobre qué idea?". .

  Indignados ya estamos, pero ¿nos unen a todos los mismos motivos de indignación?.


Escrito por: Flamboyan.2011/05/09 23:16:54.005000 GMT+2

Referencias

...les, que se sirven del país como base para sus operaciones militares contra la piratería en el Cuerno de África, miraban hacia otro lado. 4. Ocho de mayo Por Quilombo Quilombo analiza el popular libro de Stéphane Hessel &8220;...

Referenciado por: Cinco artículos de relaciones internacionales para el fin de semana « Miradas de Internacional 2011/05/14 14:30:30.463000 GMT+2

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