En las pasadas elecciones regionales francesas, la UMP sólo pudo preservar Alsacia y ganar en la isla de Reunión, donde desbancó al comunista Paul Vergès (hermano del polémico abogado), que gobernaba en el Consejo Regional desde 1998. El nuevo presidente regional de la isla, Didier Robert, quiere renegociar con el Estado francés los llamados acuerdos de Matignon, que prevén la construcción de dos grandes infraestructuras: la línea ferroviaria conocida como tram-train -que ha centrado el debate electoral- y la ruta del litoral. Robert apuesta por la segunda frente a la primera, cuya construcción se ha suspendido por considerarla demasiado costosa.
La evolución del proyecto tram-train en Reunión debería interesar a los canarios. Como comenté
en su día, hace ya más de dos años, dicho proyecto guarda muchas similitudes con los planes ferroviarios de las islas
de Tenerife
y Gran Canaria. En ambos casos, se extiende la política continental de desarrollo de redes transeuropeas al contexto insular.
Promoción del tram-train en la prensa internacional.
La historia, el idioma, un continente y nueve mil quinientos kilómetros
separan a la isla francesa de Reunión (o Rényon, en creole) del
archipiélago canario. Pese a ello, ambos territorios tienen cosas en
común: la insularidad, su origen volcánico, su escarpada orografía, una
elevada densidad demográfica, una tasa de desempleo muy alta y un mismo
estatus jurídico dentro de la Unión Europea. También cuentan con una
elite político-empresarial que ha basado su prestigio y poder en la
construcción y el desarrollo exponencial de infraestructuras físicas.
Tanto
quienes apoyan como quienes rechazan el ferrocarril en las islas
utilizan argumentos ecologistas. Pero las autoridades plantean un debate
tramposo donde sólo cabe posicionarse en torno a los posibles trazados
de un medio de transporte del que únicamente se presentan bondades. El
tren sería, por sí mismo, "verde", de cualquier manera y en toda
circunstancia. Sin embargo, como han demostrado
las organizaciones ecologistas canarias, y el debate electoral en
Reunión, no puede discutirse la idoneidad de la construcción de líneas
ferroviarias si no es en relación con el territorio concreto y con las
necesidades reales (de acceso y movilidad) que se tratan de satisfacer
en un determinado contexto socioeconómico.
En Tenerife y Gran Canaria
es necesario mejorar el transporte público y descongestionar la red viaria,
pero la respuesta ferroviaria privilegia la velocidad sobre la
accesibilidad (pueblos y barrios enteros quedan al margen), sin que se observen grandes ventajas con respecto a la guagua, y sobre todo
se orienta al desarrollo de polos turísticos -saturados en el caso
canario- con graves impactos en espacios naturales (soterramientos, construcción de túneles, puentes), un alto consumo energético y pérdida de suelo
rústico. De hecho, las líneas de tren no sustituyen, sino que se añaden a otros proyectos de
ampliación de autopistas y carreteras. En ningún momento se ha pretendido desincentivar el transporte motorizado: en Canarias el automóvil
recibe un trato fiscal favorable. Se asume además un crecimiento
económico y demográfico ininterrumpido que permita rentabilizar
infraestructuras cuyo coste total supera con creces los mil millones de euros por isla.
Curiosamente, la relación de fuerzas políticas que apoyan y rechazan el tren parece invertirse según hablemos de la isla de Reunión o del archipiélago canario. Si en Canarias existe un consenso entre las fuerzas parlamentarias (Coalición Canaria-PSOE-PP) para fomentar el desarrollo del ferrocarril en Tenerife y Gran Canaria, mientras que la izquierda extraparlamentaria y los movimientos ecologistas y vecinales se oponen al mismo, en Reunión es el Partido Comunista dirigido por Paul Vergès -desde una perspectiva desarrollista similar- y los verdes de Europe Écologie los principales promotores del tram-train, frente a la oposición de los representantes locales del derechista UMP y las dudas del Partido Socialista, que no firmó un acuerdo con Vergès para la segunda vuelta de las elecciones regionales por esta cuestión. El clan Vergès propone el tram-train como una alternativa al "todo automóvil" pero sin dejar de apoyar la construcción de más carreteras, que es lo que proponen los verdes de Reunión.
Con todo, existe una diferencia importante entre los proyectos ferroviarios de ambas regiones. Si el tram-train se asemeja más a un tranvía (con una velocidad media de 40 km/hora y una velocidad máxima de 100 km/hora), el tren previsto para Gran Canaria se espera que alcance los 160 km/hora, mientras que los trenes del norte y sur de Tenerife se apuntan a la alta velocidad: con menos paradas, teóricamente podrían llegar a los 220 km/hora. ¿Demasiadas prisas?.
2010/04/05 01:34:21.389000 GMT+2
En el mismo tren
Escrito por: Samuel.2010/04/05 01:34:21.389000 GMT+2
Etiquetas:
francia
ferrocarril
reunión
tenerife
gran-canaria
ecología
transporte
| Permalink
| Comentarios (3)
| Referencias (1)
Referencias
...ren Topsy Retweet Button var topsy_style = "small"; var topsy_order = "count,retweet,badge"; var topsy_url = "http://www.javierortiz.net/voz/samuel/en-el-mismo-tren"; Add Topsy Retweet Button to your Blog or Web Site. Referenciado por: Twitter Trackbacks for En el mismo tren - Quilombo [javierortiz.net] on Topsy.com 2010/04/06 02:54:19.825000 GMT+2
Comentarios
He estado cavilando acerca de la inversión de papeles por parte de los partidos políticos, como señalabas. Deduzco que la UMP apoya el proyecto de la ruta del litoral por oportunismo electoral. ¿No temes que tras rentabilizar el rechazo popular hacia el tram-train apuesten luego por ese proyecto? Espero que la sensatez se imponga en Rényon. Y ya puestos también en Canarias, tanto si el año que viene la izquierda extraparlamentaria se convierte en parlamentaria o no.
Escrito por: Gonzaga.2010/04/07 14:24:9.840000 GMT+2
afectadostrennorte@gmail.com
Escrito por: Afectados Tren Norte Tenerife.2010/04/07 18:25:37.811000 GMT+2
Gonzaga, aquí parece haber una diferencia entre la UMP de París y la local, ya que la primera había pactado con el gobierno regional de Vergès. Me gustaría conocer mejor la situación local, pero me da la impresión que en Reunión no se da el mismo consenso en el seno del establishment que en Canarias. Si la UMP lo ha planteado como estrategia electoral -aunque sea de manera oportunista- puede deberse a una división real en el seno de la sociedad isleña o -combinado con lo anterior- responder al hecho de que los sectores pro-UMP probablemente iban a quedar al margen del negocio de las obras. Obviamente, no hay que descartar que finalmente allí se acabe haciendo el tren: son muchos -incluyendo la empresa francesa Alstom- quienes habían puesto grandes expectativas en el proyecto.
Escrito por: Samuel.2010/04/08 00:13:5.268000 GMT+2
www.javierortiz.net/voz/samuel