Iré directo al grano: creo que el boicot a la participación del cantante Matthew Paul Miller, alias Matisyahu, en el festival Rototom Sunsplash ha sido un error. Los acontecimientos de los últimos días, incluyendo los sucesivos cambios de opinión de unos organizadores del festival desbordados por las reacciones mediático-políticas, me confirman esta impresión. El motivo: la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), en la que BDS País Valencià enmarcó su acción según su carta abierta de 9 de agosto, consiste en un boicot institucional a Israel en diferentes ámbitos, siguiendo el ejemplo y el espíritu de la campaña anti-apartheid en Sudáfrica de la década de 1980. Por lo que se refiere a la dimensión cultural, busca impedir que el Estado israelí legitime sus políticas con eventos o actos que puedan legitimarlo como un Estado "normal" en el sistema internacional, con olvido deliberado de la ocupación de los territorios palestinos y de sus políticas etnocráticas.
Por lo que respecta a Matisyahu, conviene distinguir dos cosas. Por un lado, el hecho de que Matisyahu haya apoyado o justificado públicamente tesis u organizaciones sionistas, incluyendo los asesinatos llevados a cabo por el ejército israelí, puede y debe ser objeto de críticas argumentadas e igualmente públicas. Cabe denunciar que contradicen los principios del festival Rototom Sunsplash, el cual puede tomar las decisiones que estime conveniente. Esta es una discusión política, no jurídica.
Por otro lado, por mucho que nos pueda repeler sus posicionamientos políticos, el boicot a Matisyahu no encaja en los supuestos del BDS. Matisyahu es un cantante judío de nacionalidad estadounidense que tenía previsto actuar en un festival de música español. Sin embargo, la campaña BDS ha procurado centrarse, y con razón, en la participación en actos y eventos en Israel, y de manera general, en el boicot a las instituciones académicas y culturales de Israel. Así, el propio sitio web de BDS , basándose en una iniciativa de intelectuales y activistas palestinos, distingue entre artistas e intelectuales que explícitamente apoyan el boicot cultural (como Roger Waters), figuras que rechazan participar en festivales y celebraciones oficiales israelíes por motivos políticos claros, y aquellas figuras que declinan actuar o cancelan intervenciones previstas sin aportar razones políticas explícitas, normalmente tras la presión internacional. En ese sentido, resultaba más comprensible el llamamiento al boicot a la proyección del film "Congo Beat the Drum", película documental israelí que ha recibido apoyo estatal, como lo es el rechazo a la participación de equipos deportivos israelíes en España en el marco de competiciones europeas. O reclamar a Matisyahu que no participe en actos del AIPAC, el lobby proisraelí de Estados Unidos, que tiene responsabilidad directa en el apoyo político y militar estadounidense al Estado de Israel. En ningún caso el BDS se refiere a impedir la actuación de personalidades simplemente por expresar opiniones favorables al Estado israelí, y menos aún si dichas opiniones se expresan desde una concepción personal de la propia identidad judía. El motivo es simple: se trata de desvincular el rechazo al sionismo (nacionalismo etnicista de carácter colonial) de todo posicionamiento antisemita, dado el énfasis que tiene el Estado de Israel de identificarse con lo judío.
Pero la manera en que se le excluyó de Rototom cuando su participación ya estaba acordada resulta, en cambio, discutible. Ante la presión de diversas organizaciones y de algunos participantes, a los organizadores de Rototom no se les ocurrió otra cosa que solicitarle que expresara una posición determinada sobre Palestina. Algo que, en cambio, no se ha exigido al resto de los artistas asistentes, algunos de los cuales tal vez haya expresado opiniones públicas sobre Israel y sobre muchas otras cosas. A Matisyahu no se le habrá querido vetar por su condición de judío, pero al no ser israelí y exigírsele solo a él una declaración sí que se le ha singularizado como tal, aunque sea involuntariamente.
Sí, es cierto que la polémica vuelve a politizar la anomalía colonial israelí (un objetivo del BDS). Pero no de la mejor manera. De hecho, la polémica se ha vuelto en contra, como un bumerán, afectando además al movimiento BDS a nivel internacional. La cancelación temporal del concierto de Matisyahu se lo puso en bandeja a quienes pretenden denigrar y acabar con el movimiento BDS, anti-apartheid y anti-ocupación con la recurrente acusación de antisemitismo. A la afectada reacción de la prensa corporativa española (e internacional) se unió un insólito comunicado del gobierno español que sigue los puntos expresados en un editorial previo de El País. La hipocresía de dicho comunicado es inmensa: no solo el PP y organizaciones afines han promovido la cancelación de conciertos de grupos españoles (y su persecución judicial) por motivos políticos sino que en este país se ha llegado a prohibir un partido político entre otras cosas por la "no condena" de determinada violencia, esto es, por la "imposición del requisito de una declaración pública" de manera discriminatoria, por usar la expresión del gobierno. Por no hablar del racismo implícito en la política migratoria española o de la candidatura electoral de Xavier García Albiol. Asimismo, las querellas anunciadas por Manos Limpias o por la Federación de Comunidades Judías contra BDS País Valencià o Rototom son inaceptables y solo buscan acabar con una forma de protesta legítima. Boicotear no equivale a prohibir desde el Estado, algo que se ha tendido a confundir en este debate.
Finalmente, el propio BDS País Valencià ha terminado por aclarar, en un comunicado en inglés con fecha de 19 de agosto y en negrita, que su reclamo no entra en el marco del movimiento BDS: "el movimiento BDS no pide el boicot de artistas y académicos individuales", admiten. Semejante aclaración, contradictoria con su primer comunicado, tal vez se deba al hecho de que el comité internacional de la campaña BDS no haya expresado su apoyo. La campaña valenciana no es BDS, afirman, sino una acción "de sentido común" por la "incitación al odio" racial que, según ellos, promueve Matisyahu. Sí, es cierto que la citada iniciativa palestina, aunque se centra también en el boicot institucional, acepta que se critique o boicotee a individuos, israelíes o no, en respuesta a sus expresiones de apoyo a violaciones de los derechos humanos. Pero, al contrario de lo que sucede con el enfoque BDS, aquí sí que nos adentramos en el terreno pantanoso de la libertad de expresión, donde se embarran contextualizaciones e interpretaciones.
En esto consiste el error político: haberse salido del marco de la presión sobre las instituciones israelíes, reproduciendo además lógicas y argumentaciones rechazables (como exigir una declaración política o la condena de ciertos actos), que nuestros adversarios suelen esgrimir para sus fines, por la mera razón de que nuestros fines son los buenos. En estos casos tal vez valga más agudizar el ingenio y recurrir a otro tipo de acciones que pongan en evidencia el racismo del aludido.
Comentarios
Soy seguidor de.matisyahu desde 2008, en sus letras no he encontrado nada mas que su punto de vista,sobre el conflicto sin hacer uso de apologia de la violencia y apartheid esta a favor de la existencia de un estado israelita pero eso no.significa estar a favor.de la masacre de vidas inocentes,el.conflicto esta polarizado,,y a algunos partidos como iu e podemos.les interesa un clima polarizado.matisyahu nunca ha estado a favor de la violencia.y obligarlo a declarar sobre su ideologia y su moral supone una vulneracion de derechos civiles basicos inalienables,sin.los.cuales no es posible la existencia de convivencia.ni de una sociedad libre.apartir de aqui podemos.sacar frases de contexto en sus letras o.decir que ha apoyado al ejercito de israel,porcierto.ejercito de un estado.democratico con mala praxis,pero boicotearlo por su ideologia transforma al que lo hace en un dictador.
Escrito por: Blas .2015/08/21 02:11:37.697644 GMT+2
El BDS internacional a expresado su total apoyo a la acción del BDS País Valencià (puedes leerlo en la página BDS País Valencià , donde verás todas las Organizaciones mundiales, incluída la Autoridad Palestina, apoyando la acción). Infórmate antes de escribir por favor.
Por ejemplo :http://www.rebelion.org/noticia.php?id=202397&titular=el-cantante-sionista-tira-bombas-
Escrito por: cristinaBDS.2015/08/22 02:58:43.800212 GMT+2
Estimada Cristina, a fecha de hoy (23 de agosto) no hay ninguna declaración de apoyo en el sitio web del comité internacional del BDS (http://www.bdsmovement.net/category/statements-2). Tampoco aparece como noticia. En su cuenta twitter lo que han hecho es enlazar con un artículo de Electronic Intifada que rechaza la acusación de antisemitismo (https://twitter.com/BDSmovement/status/634348175663480832), pero eso no puede considerarse como equivalente a una declaración de BDS internacional.
En fin, el artículo que enlazas tampoco proviene de BDS internacional, es una crítica a las opiniones de Matisyahu.
Saludos,
Samuel
Escrito por: Samuel.2015/08/23 09:48:46.972777 GMT+2
www.javierortiz.net/voz/samuel
* Del documento de la campaña BDS que citas (PACBI Guidelines for the International Cultural Boycott of Israel (Revised July 2014) se infiere algo distinto a lo que afirmas respecto a la oportunidad de promover un boicot contra la presencia del cantante estadounidense en el festival: "While an individual’s freedom of expression should be fully and consistently respected in the context of cultural boycotts, an individual artist/writer, Israeli or otherwise, cannot be exempt from being subject to “common sense” boycotts (beyond the scope of the PACBI institutional boycott criteria) that conscientious citizens around the world may call for in response to what they widely perceive as egregious individual complicity in, responsibility for, or advocacy of violations of international law..."
Traduzco: “… un artista individual, Israeli o de otra nacionalidad, no puede estar exento de verse sometido a un boicot de “sentido común” (más allá de los criterios de boicot institucional de PACBI) que ciudadanos conscientes del mundo puedan promover en respuesta a lo que perciben claramente como una complicidad individual odiosa en, responsibilidad por, o defensa de violaciones al derecho internacional…”
Encontrarás varios comportamiento de este tipo (odiosos, o al menos evidentes) en la carrera pública del cantante: participación en evento para recabar fondos para las fuerzas armadas israelíes [http://observer.com/2007/12/at-fidf-gala-guests-treated-to-reggae-rice/#ixzz3jeRftqXA]; participación estelar en evento de AIPAC, el principal lobby sionista de EEUU [https://www.youtube.com/watch?v=WlhoLAHOUFk]; defensa incondicional del ataque a la flotilla de Gaza; y afirmación pública del peor de los mitos fundantes de Israel: que Palestina no existía antes de la creación del Estado de Israel... “As far as I understand, there was never a country called Palestine,” he said. “Palestine was a creation that was created within Israel, as Israel had already come about.”
Así, de un lado las bases de la campaña BDS consideran legítimo el llamado del BDS valenciano; de otro lado el cantante utiliza su carrera pública para defender a. mitos que eliminan toda posibilidad de diálogo "por la paz", por mucho que digan sus canciones b. continuidad de las prácticas de las fuerzas de ocupación c validación con su opinión de graves violaciones a derechos humanos.
Escrito por: Enrique.2015/08/23 17:22:38.201003 GMT+2