Hace dos días murió el general argelino Larbi Belkheir, a la edad de 72 años. Desde 2005 ocupaba el puesto de embajador de Argelia en Marruecos, tras su ruptura con Abdelaziz Buteflika, pero ese cargo dice muy poco de quien fue una de las figuras clave de la historia reciente de Argelia, uno de esos personajes que saben moverse en las sombras del poder del Estado y cuyos nombres siempre aparecen en el centro de todas las conspiraciones.
Nacido en 1938 en el seno de una familia adinerada de Frenda (Argelia), Larbi Belkheir fue uno de los jóvenes oficiales del ejército francés que se pasaron a las filas del FLN en las postrimerías de la guerra de independencia, en 1961. Junto con otros "DAF" (siglas en francés que significan "desertores del ejército francés") como Mohamed Lamari, Ali Tounsi, Mohamed Mediène "Tewfik" o Khaled Nezzar (responsables de la guerra sucia de los años 90), acabaría ocupando los principales puestos de la cúpula militar argelina. Apoyó la toma del poder de Huari Bumedián, y en 1973 es transferido a Orán, a la segunda región militar, bajo las órdenes de Chadli Bendjedid. En 1975 es promovido a teniente coronel y se le hace responsable de la escuela de ingeniería militar Enita. A la muerte de Bumedián, en 1978, será en esa escuela donde se reunirá el cónclave de militares que catapultará a Chadli Bendjedid a la presidencia de la república.
Larbi Belkheir se convierte así en consejero presidencial. En poco tiempo, el dúo Bendjedid-Belkheir logrará controlar los resortes del poder militar, de los servicios de seguridad argelinos, pero también de las rentas del petróleo y de las comisiones obtenidas mediante el control de los flujos de comercio exterior. Larbi Belkheir, que ocupará sucesivamente los cargos de dirección de Secretario de la Presidencia y de jefe de gabinete de Bendjedid, durante la década de los 80 se situará en el centro de todas las decisiones importantes del Estado. En particular, se dedicará a consolidar el poder de los oficiales del "clan francés" en detrimento de los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional que seguían influenciados por el panarabismo y el socialismo. Este grupo, con fuertes conexiones con los círculos de poder franceses (en 1983 Bendjedid se convierte en el primer jefe de estado argelino que realiza una visita oficial a Francia) pretenderá impulsar una privatización "controlada" de los bienes públicos, y en su enfrentamiento con la vieja guardia del FLN mantendrán relaciones ambiguas con el islamismo más conservador: es bajo el gobierno de Bendjedid que se aprueba un Código del Estatuto Personal y de la Familia en 1984 que otorga a la mujer argelina un estatuto jurídico equivalente al de los menores de edad.
A finales de los años 80, el descenso del precio del petróleo y las protestas sociales conducirán a una apertura del régimen que desembocará en la victoria electoral del Frente Islámico de Salvación (FIS) en las elecciones municipales y regionales de 1990, y posteriormente en la primera vuelta de las elecciones legislativas de diciembre de 1991. En ese momento Larbi Belkheir, por entonces Ministro del Interior, se expondrá por primera y única vez en el primer plano mediático, al anunciar la victoria electoral del FIS y anticipar, en cierto modo, el golpe de estado de enero de 1992 dirigido por el general Khaled Nezzar. Belkheir todavía era Ministro del Interior cuando se produjo el asesinato de Mohamed Budiaf, que había aceptado regresar a Argelia para poner una cara "civil" a la junta, razón por la que muchos le acusan de estar detrás del atentado. Tras este asesinato, Belkheir deja sus cargos para dedicarse oficialmente a los negocios. Volverá, si es que alguna vez se fue, en 1999 para negociar el nombramiento de un nuevo presidente, de quien será también jefe de gabinete: Abdelaziz Buteflika.
En la cruenta guerra civil de los años 90, los antiguos "DAF" pondrán en práctica lo aprendido en la escuela francesa de contrainsurgencia. Una guerra total, a puerta cerrada, que incluyó la apertura de campos secretos de detención, el empleo de napalm, la desaparición de miles de personas, la generalización de la tortura y los asesinatos colectivos, para finalizar con masacres colectivas, muchas de las cuales fueron perpetradas por grupos armados coordinados por el DRS, el departamento de seguridad argelino, dirigido desde 1990 por la misma persona: Mohamed Médiène "Tewfik". La guerra civil terminó, la economía rentista continúa, el proceso privatizador sigue estancado, y Buteflika, en su tercer período presidencial, ha marginado a los antiguos generales para reforzar a gente de su confianza, cortejando a franceses y estadounidenses según convenga. El conflicto social, ahora de "baja intensidad", continúa. Pero fuera del país sólo se habla de Al Qaeda.
2010/01/30 18:37:54.929000 GMT+1
Belkheir
Escrito por: Samuel.2010/01/30 18:37:54.929000 GMT+1
Etiquetas:
historia
argelia
larbi-belkheir
| Permalink
| Comentarios (3)
| Referencias (0)
Comentarios
Escrito por: Gonzaga.2010/02/02 14:45:38.748000 GMT+1
Escrito por: Juan Domingo.2010/02/04 10:18:38.520000 GMT+1
iohannesmaurus.blogspot.com
También resulta difícil identificar la composición de los grupos armados que se enfrentan al ejército en las montañas argelinas, en particular en la Cabilia. ¿Son los mismos del Sahel? ¿Son todos islamistas? Durante los 90 el ejército armó a grupos paramilitares que luego ha costado desmovilizar. Hay quien denuncia que hay una gran manipulación de los servicios secretos de estos grupos.
Después de la violencia extrema de los años noventa, me parece que hoy el rechazo al sistema político se expresa principalmente por la vía de la defección: emigración, revueltas juveniles, etc.
Escrito por: Samuel.2010/02/07 17:33:13.017000 GMT+1
www.javierortiz.net/voz/samuel