Recientemente, la red europea de revistas culturales Eurozine publicó un artículo, extenso pero muy interesante, de Patrice Riemens y Geert Lovink acerca de Wikileaks. Ambos autores aprecian en este fenómeno indicios de una nueva cultura de la exposición, más allá de la política de la apertura y de la transparencia. Lo he traducido al español con permiso de los autores (los hipervínculos los he añadido yo).
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12 tesis sobre Wikileaks - Geert Lovink, Patrice Riemens
Tesis 0
"¿Que qué pienso de Wikileaks? ¡Creo que sería una buena idea!" (basado en la famosa ocurrencia de Mahatma Gandhi sobre la "civilización occidental")
Tesis 1
Cambiando los medios – medios en transformación
Aunque en todas las épocas se hayan producido revelaciones y filtraciones, nunca antes un grupo no estatal o no corporativo había hecho nada parecido en la escala de lo que Wikileaks ha logrado hacer, primero con el vídeo de "Asesinato colateral", luego con los "Diarios de la Guerra de Afganistán” y ahora con “Cablegate”. Parece como si ahora hubiéramos alcanzado el momento en que el salto cuantitativo se metamorfosea en uno cualitativo. Cuando Wikileaks saltó a los titulares a principios de 2010, este no era todavía el caso. En cierto sentido, las “colosales” revelaciones de Wikileaks pueden explicarse como la consecuencia de la espectacular extensión del empleo de las tecnologías de la información, junto con la drástica caída en sus costes, incluyendo el almacenamiento de millones de documentos. Otro factor que ha contribuido es el hecho de que mantener a salvo los secretos de Estado y corporativos – por no hablar de los privados- se ha vuelto difícil en la era de la reproductibilidad instantánea y de la diseminación. Wikileaks se convierte en el símbolo de una transformación en la “sociedad de la información” en general, como un espejo de las cosas que vendrán. Así que mientras uno puede mirar a Wikileaks como un proyecto (político) y criticarlo por su modus operandi, también puede ser visto como la fase “piloto” de una evolución hacia una cultura mucho más generalizada de la exposición anárquica, más allá de la política tradicional de la apertura y de la transparencia.
Tesis 2
Para lo bueno o para lo malo, Wikileaks se ha catapultado a la esfera de la alta política internacional. Cuando menos se lo esperaba, Wikileaks se ha convertido en un actor con todas las letras, tanto en la escena mundial como en las esferas nacionales de algunos países. Gracias a sus revelaciones Wikileaks aparece, pese a sus pequeñas dimensiones, al mismo nivel que los gobiernos o las grandes corporaciones (su próximo objetivo). Al menos por lo que se refiere a la recopilación y publicación de información. Al mismo tiempo, no está claro si esto será un rasgo permanente o un fenómeno temporal e hiperpublicitado: Wikileaks parece creer lo primero, y cada vez parece más probable que sea así. Aunque sea un actor enclenque, no estatal y no corporativo, Wikileaks no cree, en su lucha contra el gobierno de los Estados Unidos, que esté boxeando por encima de su peso, y comienza a comportarse de acuerdo con esta creencia. Podríamos denominarlo la fase de “talibanización” de la teoría postmoderna del “mundo plano”, en la que las escalas, tiempos y lugares se declaran en buena medida irrelevantes. Lo que cuenta es el ímpetu de la celebridad y la acumulación intensa de la atención mediática. Wikileaks logra capturar esta atención por medio de espectaculares golpes informativos, donde las otras partes, especialmente los grupos de la sociedad civil y las organizaciones de derechos humanos, luchan desesperadamente por intentar comunicar sus mensajes. Mientras las últimas intentan jugar respetando las reglas y buscan la legitimación de parte de las instituciones dominantes, la estrategia de Wikileaks es populista en el sentido de que aprovecha la desafección pública con la política dominante. Para Wikileaks la legitimidad política ya no es algo que otorgan gentilmente los poderes establecidos. Wikileaks sobrepasa esta estructura del poder del Viejo Mundo y en su lugar se dirige a la fuente de la legitimidad política en la info-sociedad de hoy: la banalidad entusiasta del espectáculo. Wikileaks pone en uso, de manera brillante, la “velocidad de escape” de las tecnologías de la información, usando estas tecnologías para dejarlas detrás e irrumpir rudamente en la esfera de la política del mundo real.
Tesis 3
En la saga en curso, llamada “El Declive del Imperio estadounidense”, Wikileaks entra en escena como el asesino de un objetivo fácil. Sería difícil de imaginar que pueda ser capaz de infligir el mismo daño a los gobiernos ruso o chino, o incluso al de Singapur, por no mencionar de sus afiliados empresariales. En Rusia o en China operan enormes barreras culturales y lingüísticas, por no hablar de las barreras puramente vinculadas al poder, que tendrían que ser superadas. Áreas enormemente diferentes que son también factores allí, incluso si hablamos de las culturas y agendas más estrechas (y supuestamente más globales) de los háckers, info-activistas y periodistas de investigación. En este sentido, Wikileaks en su presente manifestación sigue siendo un típico producto “occidental” y no puede pretender ser una empresa auténticamente universal o global.
Tesis 4
Una de las principales dificultades al explicar Wikileaks surge del hecho de que no está claro (tampoco para la misma gente de Wikileaks) si se ve a sí mismo y actúa como un proveedor de contenidos o como un simple conducto para la filtración de datos (la impresión es que se contempla a sí mismo como uno y/u otro, dependiendo del contexto y de las circunstancias). Esto, por cierto, ha sido un problema común desde que los medios se volvieron masivamente en línea y la edición y la comunicación se convirtieron en un servicio antes que en un producto. Julian Assange se abochorna cada vez que se le retrata como el editor en jefe de Wikileaks; y sin embargo Wikileaks dice que edita el material antes de su publicación y reclama que revisa la autenticidad de los documentos con la ayuda de cientos de analistas voluntarios. Debates como los que se dan entre el contenido frente al mensajero se han venido produciendo desde hace décadas entre los activistas de los medios, sin ningún resultado claro. En lugar de intentar resolver la inconsistencia, tal vez sea mejor buscar enfoques más frescos y desarrollar nuevos conceptos críticos para lo que ha terminado por ser una práctica publicitaria híbrida que implica actores que van más allá del ámbito tradicional de los medios informativos profesionales. Esto podría ser la razón de por qué Assange y sus colaboradores rechazan ser etiquetados en los términos de las “viejas categorías” (periodistas, hackers) y pretenden representar un nuevo Gestalt en la escena mundial de la información.
Tesis 5
El declive constante del periodismo de investigación causado por la cada vez menor financiación constituye un hecho innegable. El periodismo de estos días es poco más que una remezcla de relaciones públicas subcontratadas. La aceleración continua y el abarrotamiento de la denominada economía de la atención asegura que ya no haya espacio suficiente para las historias complicadas. Los propietarios corporativos de los medios de comunicación de masas están cada vez menos inclinados a que el funcionamiento y la política de la economía neoliberal global sean discutidos en profundidad. El cambio de la información al infotainment ha sido adoptado por los propios periodistas, haciendo difícil publicar historias complejas. Wikileaks entra en esta situación como un intruso, envuelto en el ambiente vaporoso del “periodismo ciudadano”, las noticias de “hágalo usted mismo” que se reporta en la blogosfera y en los aún más veloces medios sociales como Twitter. Lo que anticipa Wikileaks, aunque hasta ahora haya sido incapaz de organizar, es la tercerización masiva ("crowd sourcing") de la interpretación de sus documentos filtrados. Extrañamente, ese trabajo se deja a los escasos periodistas de plantilla que quedan en los selectos medios informativos “de calidad”. Más tarde, los académicos recogen los desechos e hilvanan las historias tras las puertas cerradas de las editoriales. Pero ¿dónde está el comentariado crítico y en red? Es cierto, todos estamos ocupados con nuestras pequeñas críticas; pero la cuestión sigue siendo que Wikileaks genera su capacidad para inspirar irritación al final de la ciudad precisamente por la relación transversal y simbiótica que sostiene con las instituciones mediáticas dominantes. Aquí encontramos una lección para las multitudes: salir del gueto y conectar con el otro edípico. Aquí subyace el terreno conflictivo de lo político.
El periodismo tradicional de investigación solía consistir en tres fases: desenterrar los hechos, cotejarlos y contextualizarlos en un discurso comprensible. Wikileaks hace lo primero, reclama hacer lo segundo, pero omite el tercero completamente. Esto es sintomático de una rama particular de la ideología del acceso abierto, donde la producción de contenido se externaliza a entidades desconocidas “ahí fuera”. La crisis del periodismo de investigación ni se entiende ni se reconoce. Cómo estas entidades productivas se supone que se mantienen a sí mismas materialmente se deja en la oscuridad: se presume simplemente que el análisis y la interpretación serán realizados por los medios de información tradicionales. Pero esto no sucede automáticamente. La saga de los Diarios de la Guerra de Afganistán y de Cablegate demuestran que Wikileaks tiene que acercarse y negociar con medios tradicionales bien establecidos para asegurarse la suficiente credibilidad. Al mismo tiempo, estos medios de comunicación se muestran incapaces de procesar completamente el material, filtrando inevitablemente los documentos de acuerdo con sus propias políticas editoriales.
Tesis 6
Wikileaks es una sociedad de tipo unipersonal, o dicho de otro modo, una Organización de Personalidad Única (OPU). Esto quiere decir que la adopción de iniciativas, la toma de decisiones y la ejecución se concentra en gran medida en las manos de un solo individuo. Como sucede en muchas pequeñas y medianas empresas, al fundador no se le puede echar por votación y, contrariamente a muchos colectivos, el liderazgo no rota. Este no es un rasgo inusual dentro de las organizaciones, con independencia de si operan en la esfera de la política, de la cultura o del sector de la “sociedad civil”. Las OPU son reconocibles, excitantes, inspiradores y, para los medios, fácil de mostrar. Su sostenibilidad depende ampliamente de las acciones de su líder carismático, y resulta difícil reconciliar su funcionamiento con valores democráticos. Esta es la razón por la cual son difíciles de replicar y no se amplían fácilmente. El hacker soberano Julian Assange es la figura identificable de Wikileaks, la notoriedad y reputación de la organización se funde con la de Assange. Lo que hace Wikileaks y se vuelve difícil de distinguir de la más bien agitada vida privada de Assange y sus opiniones política relativamente poco refinadas.
Tesis 7
Wikileaks plantea la cuestión de la comparación de los hackers con los servicios secretos, pues resulta inconfundible una afinidad electiva entre ambas. La relación de amor-odio se remonta a los mismos inicios de la informática. No hace falta ser un fan del teórico alemán de los medios Friedrich Kittler o, por la misma razón, de las teorías de la conspiración, para reconocer que los ordenadores nacieron a partir del complejo militar-industrial. Desde que Alan Turing descifrara el código Enigma de los nazis hasta el papel jugado por los primeros ordenadores en la invención de la bomba atómica, desde el movimiento cibernético hasta la implicación del Pentágono en la creación de Internet, la articulación entre la información computacional y el complejo militar-industrial está bien establecida. Los científicos informáticos y los programadores han dado forma a la revolución de la información y a la cultura de la apertura; pero al mismo tiempo han desarrollado el cifrado ("encriptado"), cerrando el acceso a los datos para los no iniciados. Lo que algunos ven como "periodismo ciudadano" otros lo llaman "guerra de la información".
Wikileaks es también una organización fuertemente influenciada por la cultura hácker de los años 1980, a la que se unen los valores políticos del tecno-libertarismo que emergió en los 1990. El hecho de que Wikileaks haya sido fundado – y en gran medida siga siendo dirigido – por un núcleo duro de geeks es esencial para entender sus valores y movimientos. Desafortunadamente, esto se une a una buena dosis de los aspectos menos apetecibles de la cultura hácker. No puede negarse a Wikileaks el idealismo, el deseo de contribuir a hacer del mundo un mejor lugar; todo lo contrario. Pero este tipo de idealismo (o, si se prefiere, de anarquismo) va de la mano de una preferencia por las conspiraciones, una actitud elitista y un culto del secretismo (por no hablar de la condescendencia). Lo cual no facilita la colaboración con personas y grupos que comparten las mismas ideas, los cuales son relegados a un papel de simples consumidores de lo que Wikileaks produce. El celo misionario para ilustrar a las masas estúpidas y “exponer” las mentiras del gobierno, del ejército y de las corporaciones es una reminiscencia del bien conocido (o tristemente célebre) paradigma cultural y mediático de los años 1950.
Tesis 8
El hecho de que no compartan cosas en común con movimientos afines o en la línea de “otro mundo es posible” hace que Wikileaks busque la atención pública mediante revelaciones cada vez más espectaculares y arriesgadas, reuniendo por tanto un grupo de apoyos salvajemente entusiastas, pero en general pasivos. El mismo Assange ha afirmado que Wikileaks ha huido deliberadamente de la “egocéntrica” blogosfera y de los variados medios sociales y que hoy colabora sólo con periodistas profesionales y activistas de los derechos humanos. Sin embargo, el seguimiento de la naturaleza y de la cantidad de las revelaciones de Wikileaks, desde su origen hasta la actualidad, nos recuerda, de manera inquietante, a un espectáculo de fuegos artificiales, con un “gran final” en forma de documento de "seguridad" (".aes256"), una especie de máquina del día del juicio final a la espera de ser activada. Esto plantea serias dudas sobre la sostenibilidad a largo plazo del propio Wikileaks, y posiblemente del modelo que encarna. Wikileaks opera con un personal ridículamente pequeño; probablemente poco más de una docena de personas forman el núcleo de sus operaciones. Mientras la propia existencia de Wikileaks muestra la habilidad de su apoyo técnico, la afirmación de Wikileaks según la cual cientos de analistas y expertos voluntarios colaboran con ellos no puede verificarse y, para ser francos, es poco creíble. Este es el talón de Aquiles de Wikileaks, no sólo desde el punto de vista de los riesgos y/o de la sostenibilidad, sino desde el punto de vista político. Que es lo que nos importa aquí.
Tesis 9
Wikileaks despliega una sorprendente ausencia de transparencia en su organización interna. La excusa de que "Wikileaks necesita ser completamente opaco para obligar a los demás a ser totalmente transparente” se parece más bien, en nuestra opinión, a las famosas viñetas de los espías de la revista Mad. Se golpea a la oposición pero de una manera que te hace indistinguible de la misma. No ayuda la invocación posterior de elevados motivos morales (Tony Blair fue muy bueno en este ejercicio). Como Wikileaks no es ni un colectivo político, ni una ONG en el sentido legal, ni tampoco una empresa o parte de un movimiento social, debemos discutir qué tipo de organización es la que estamos tratando. ¿Es Wikileaks un proyecto virtual? Después de todo, existe como un sitio web hospedado con un nombre de dominio, que es el resultado. ¿Pero tiene un objetivo más allá de la ambición personal de su(s) fundador(es)? ¿Es Wikileaks reproducible? ¿Veremos el nacimiento de capítulos nacionales o locales que mantengan el nombre? ¿Qué reglas del juego observarán? ¿No deberíamos más bien concebirlo como un concepto que viaja de contexto en contexto y que, como un meme, se transforma a sí mismo en el tiempo y en el espacio?
Tesis 10
¿Es posible que Wikileaks vaya a organizarse en torno a su propia versión de aquel eslogan del Internet Engineering Task Force, "consenso aproximado y código en operación"? Proyectos como Wikipedia e Indymedia han resuelto este asunto a su manera, pero no sin crisis, conflictos y cismas. Una crítica como la que expresamos aquí no pretende que Wikileaks vuelva al formato tradicional; por el contrario, se trata de explorar si Wikileaks (y sus futuros clones, asociados, avatares y miembros afines de la familia) pueden proponerse como modelo de nuevas formas de organización y colaboración. Se ha acuñado el término “red organizada” como posible término para estos formatos. Otro concepto es el de “medios de comunicación tácticos”. Y otros han usado el genérico “activismo en Internet”. Tal vez Wikileaks tenga otras ideas acerca de la dirección que quiere tomar. Pero, ¿hacia dónde? Depende de Wikileaks decidir por sí mismo. Sin embargo, hasta ahora hemos visto muy poco de algo que se parezca a una respuesta, dejando que sean otros los que planteen preguntas, por ejemplo acerca de la legalidad de los acuerdos financieros de Wikileaks (Wall Street Journal).
No podemos escapar del desafío que implica experimentar con redes post-representativas. Como escribió el blogger Dave Winer con respecto a los desarrolladores de Apple, “no es que tengan malas intenciones, simplemente es que no están preparados. Más que sus usuarios, viven en un Campo de Distorsión de la Realidad, y la gente que hacen los Ordenadores para el Resto de Nosotros no tienen ni idea de quiénes somos ni lo que estamos haciendo. Pero eso está bien, hay una solución. Investiguen, pregunten, y escuchen.”
Tesis 11
La crítica, ampliamente compartida, del autoinfligido culto a la celebridad de Julian Assange nos invita a formular alternativas. ¿No sería mejor que Wikileaks operara como un colectivo anónimo o como una “red organizada”? Algunos han expresado el deseo de ver muchos sitios web que hagan el mismo trabajo. Se sabe que un grupo organizado en torno a Daniel Domscheit-Berg, quien se separó de Assange en septiembre, trabaja en un clon de Wikileaks. Lo que se pasa por alto en este llamamiento por una proliferación de Wikileaks es la cantidad de conocimiento especializado que se requiere para manejar un sitio de filtraciones con éxito. ¿Dónde está el abecé, la caja de herramientas para Wikileaks? Hay, quizás de manera paradójica, mucho secreto en esta manera de hacer-las-cosas-públicas. No es una opción realista la de descargar simplemente un software Wikileaks y moverse. Wikileaks no es una aplicación plug 'n' play como Wordpress, y la palabra "Wiki" en su nombre es realmente engañoso, como no se cansa de subrayar Jimmy Wales de Wikipedia. Contrariamente a la filosofía de colaboración de Wikipedia, Wikileaks es un club cerrado dirigido con ayuda de un número desconocido de voluntarios anónimos. Nos vemos obligados a reconocer que el conocimiento necesario para dirigir un mecanismo como Wikileaks es bastante críptico. No sólo es necesario que se puedan recibir los documentos de manera anónima, sino que deben mantenerse en el anonimato una vez que se publican en línea. También necesitan ser “editados” antes de enviarlos a los servidores de las organizaciones internacionales de noticias y periódicos influyentes y de confianza.
Wikileaks ha acumulado mucha confianza a lo largo de los años. Los recién llegados necesitarán pasar por el mismo proceso, que consume mucho tiempo. El objetivo de Wikileaks no es "hackear" en redes estatales o corporativas sino facilitar que quienes trabajan en estas grandes organizaciones puedan copiar información sensible y confidencial y pasarla al dominio público mientras se aseguran el anonimato. Si aspiras a convertirte en un nodo de filtraciones, mejor empieza a acostumbrarte con procesos como OPSEC o las operaciones de seguridad, un plan paso a paso que “identifica información crítica para determinar si las acciones amigables pueden ser observadas por sistemas enemigos de inteligencia , determina si la información obtenida por los adversarios puede ser útil para ellos, y entonces ejecuta las medidas seleccionadas que permiten eliminar o reducir la explotación enemiga o la información crítica amiga.” (Wikipedia). El eslogan de Wikileaks dice: "el coraje es contagioso". De acuerdo con los expertos, la gente que intente llevar a cabo una operación similar a la de Wikileaks necesita nervios de acero. Así que antes de que pidamos uno, diez, muchos Wikileaks, dejemos claro que quienes se impliquen corren riesgos. La protección de los informantes es de vital importancia. Otro asunto es la protección de las personas mencionadas en las filtraciones. Los Diarios de la Guerra de Afganistán mostraron que las filtraciones pueden provocar también “daños colaterales”. La edición (y supresión) es crucial. No sólo OPSEC, también OPETHICS. Si la edición no se realiza de modo que sea absolutamente seguro para todos los que están implicados, existe un riesgo definitivo de que la “revolución periodística” – y política – que ha desatado Wikileaks sea parada en seco.
Tesis 12
No pensamos que adoptar una posición a favor o en contra Wikileaks sea lo más importante. Wikileaks está aquí para quedarse, hasta que o bien se hunda por sí sola o sea destruida por las fuerzas opositoras. Nuestra opinión es que más bien habría que (intentar) valorar y determinar lo que Wikileaks puede, podría – y quizás incluso que debería – hacer, y ayudar a formular cómo “nosotros” podríamos relacionarnos e interactuar con Wikileaks. Pese a todos sus inconvenientes y contra todo pronóstico, Wikileaks ha prestado un gran servicio a la causa de la transparencia, la democracia y la apertura. Como dirían los franceses, si algo como esto no existiera, habría que inventarlo. El cambio cuantitativo – y lo que pronto parece que será cualitativo- en la sobrecarga de información es un hecho de la vida contemporánea. La superabundancia de información revelable no puede sino continuar creciendo, y probablemente lo haga de manera exponencial. Organizar e interpretar este Himalaya de información es un desafío colectivo que está claramente ahí, démosle el nombre de "Wikileaks" o no.
Comentarios
wikifiltraciones.com, citándo tu post por supuesto.
Espero tu respuesta (en mi email por favor)
Escrito por: dr.nono.2010/12/20 16:26:1.061000 GMT+1
http://www.wikifiltraciones.com
Excelente artículo, Samuel, muchas gracias. Ya lo subí a Caralibro, porque aporta algunas ideas que ya estaban siendo comentadas (por ti, por John Brown...) y otras nuevas.
La tesis 8 me hace pensar en Rebelión, portal del que también se dice que es inverosímil que solamente funcione con colaboraciones voluntarias y se le atribuye el apoyo de estados como Cuba y Venezuela. Pero creo que precisamente esa tesis ofrece una diferencia: Rebelión colabora con otros colectivos (Diagonal, Cubadebate, La Jornada, etc.), lo que a menudo supone mayor pluralidad ideológica, y a mi entender gracias a este no-aislamiento, el proyecto se mantiene estable. No sé qué opinas de esta comparación, pero la expongo por si fuese útil. Saludos.
Escrito por: Gonzaga.2010/12/20 18:55:45.035000 GMT+1
Saludos y felices fiestas.
Escrito por: Samuel.2010/12/24 18:16:52.842000 GMT+1
www.javierortiz.net/voz/samuel
Hola,
En el CCCB hemos organizado para la próxima semana una mesa redonda para debatir sobre el efecto wikileaks y tendremos entre otros participantes al debate a Patrice Riemens. Encontré tu traducción al castellano de su artículo y lo recomendaré a nuestro público. Os paso el link con la información de la actividad: http://www.cccb.org/es/audiovisual--35820
Escrito por: Angela Martinez.2011/01/13 17:32:9.927000 GMT+1
www.cccb.org