Aparecido en Público el 8 de mayo de 2016.
Moscú celebra el Día de la Victoria: la rendición de Alemania y el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los actos conmemorativos se realizarán en otros 40 países, entre ellos España.
La Plaza Roja de la capital rusa será el escenario de un desfile en el que el Kremlin mostrará su poderío armamentístico en medio de la creciente tensión con Occidente.
Mañana es uno de los días más señalados del calendario ruso. La madrugada del 9 de mayo de 1945, representantes del alto mando de la Wehrmacht firmaban en Berlín el acta de capitulación incondicional de Alemania, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial en Europa. De los 75 millones de muertos que se calcula que tuvo aquel conflicto, unos 27 millones, el mayor número, fueron ciudadanos de la Unión Soviética, cuyas fuerzas armadas fueron decisivas para la derrota nazi.
El 9 de mayo se organizan en toda Rusia y en la mayoría de exrepúblicas soviéticas actos en memoria de los combatientes antifascistas y víctimas de lo que aquí se conoce como Gran Guerra Patria. Uno de los más conocidos es el llamado “regimiento inmortal” (bessmertny polk), una marcha en la que los participantes portan retratos de sus familiares fallecidos en el conflicto. La primera marcha se convocó en Tomsk en 2012 âaunque la idea se remonta al año 2007, cuando el presidente del consejo de veteranos de Tiumén organizó un evento similarâ y según el Ministerio de Exteriores ruso este año se realizará en 40 países, entre ellos España, donde recorrerá las calles de Madrid, Barcelona y San Sebastián. En la marcha también se conmemorará a los republicanos españoles que combatieron en las filas del Ejército Rojo.
Desfile militar
De todos los actos que se organizan con motivo del Día de la Victoria, el más conocido en Occidente es el desfile militar en la Plaza Roja de Moscú. Restablecido en 2008 no sin polémica, en este desfile, además de conmemorarse la contribución soviética a la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, Rusia exhibe su músculo militar.
El desfile del año pasado, cuando se celebró el 70º aniversario del fin de la guerra, estuvo marcado por la controversia, ya que varios jefes de Estado y de gobierno optaron por declinar la invitación del Kremlin y no asistir al acto alegando motivos de agenda. Aunque el plante se pretendía una protesta por las interferencias rusas en el conflicto ucraniano, la decisión fue interpretada por muchos ciudadanos rusos como un gesto de desdén hacia su historia.
Leer más: Rusia exhibe músculo militar (enlace a Público).
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