Aparecido en Público el 1 de febrero de 2016.
A nadie, o casi nadie, que fuese educado en la Unión Soviética se le han olvidado estas palabras: “¡Lenin vivió, Lenin vive, Lenin vivirá!”. El lema era, en realidad, un fragmento de Komsomólskaya (1927), un poema de Vladímir Mayakovski. “Llevado al mausoleo / una partícula de Lenin, su cuerpo / pero no lo acepta / tampoco la tierra, ni las cenizas”. Vladímir Ílich Uliánov, mundialmente conocido como Lenin, murió el 21 de enero de 1924, pero su memoria se resiste a ser sepultada, y recientemente ha retornado, de manera inesperada, al debate público.
Durante una reunión en el Kremlin del Consejo Presidencial para la Ciencia y la Educación, el presidente del Instituto Kurchátov para el estudio de la energía nuclear, Mijaíl Kovalchuk, sacó a colación una cita de Borís Pasternak sobre Lenin (“dominó el pensamiento, y con él, el país”). A su turno, el presidente ruso, Vladímir Putin, contestó que ese dominio del pensamiento condujo en última instancia al desplome de la Unión Soviética. “Puso una bomba atómica bajo el edificio que llamamos Rusia, y luego explotó”, dijo Putin, “no nos hacía falta una revolución mundial”. ¿A qué se refería Putin? Unos lo interpretaron como una suerte de declaración preventiva ante la posibilidad de una nueva ola de protestas sociales causadas por la crisis económica y la caída de los precios del petróleo. Otros, como parte del relato nacional simplificado por el que Lenin “traicionó” a Rusia, Stalin la “recuperó”, Gorbachov la volvió a “perder” y Putin a “recuperar”.
Leer más: Putin y el fantasma de Lenin reencarnado en Leonardo DiCaprio (enlace a Público).
Comentar