El pasado 16 de julio publiqué un comentario titulado "Una estrategia con trampa en Afganistán", que puede leerse algo más abajo en este blog y del que extraigo este fragmento:
...Pues acaba de suceder que uno de esos soldados afganos, que en su periodo de formación compartía vida y misiones con una unidad británica (un regimiento de Infantería de los famosos gurkas nepaleses) asesinó a un capitán británico, a un oficial de la misma nacionalidad y a un soldado gurka, además de herir a otros cuatro soldados antes de darse a la fuga e incorporarse a la insurgencia, según informó un portavoz talibán. No es la primera vez que las tropas británicas sufren incidentes de estas características.
Tanto el presidente afgano como el general Petraeus expresaron su pésame por lo ocurrido. El general añadió: “Esta es una misión conjunta, soldados afganos y de la Alianza combatiendo codo a codo contra los talibanes y otros extremistas”. Tras otros sucesos análogos se había dado la orden de que los soldados británicos estuvieran siempre armados en el interior de sus bases y que en las patrullas mixtas uno de ellos se mantuviera siempre vigilante empuñando su arma automática. Es evidente que estos asesinatos harán que aumente la desconfianza entre los soldados británicos y sus homólogos afganos, lo que no contribuirá al éxito de la misión formativa que, para ser eficaz, ha de basarse en una cierta confianza recíproca entre instructores e instruidos.
La noticia con la que han abierto hoy, miércoles 25 de agosto, varios informativos, es la muerte de dos miembros de la Guardia Civil española en circunstancias muy parecidas a las que ahí se comentaban.
Mi comentario concluía con esta reflexión:
... Cualquier soldado aliado, en su misión formativa de los soldados afganos, temerá ver en sus alumnos al asesino que en un momento imprevisto acabe con su vida. Así no puede llevarse a efecto la instrucción militar básica.
Si los trabajos de reconstrucción están siendo obstaculizados por la insurgencia, y si la labor formativa de las futuras fuerzas afganas no puede llevarse a cabo ¿para qué seguir en Afganistán?
(Sobre los motivos por los que los afganos se unen a los talibanes versará mi próximo comentario en la prensa digital).
Comentarios
Escrito por: Daniel Ortega.2010/08/25 13:53:53.583000 GMT+2
Las denominaciones siempre son relativas: es de sobra sabido que los que para unos son terroristas para otros pueden ser luchadores por la libertad de su pueblo.
Pero el idioma nos es necesario y conviene que las palabras signifiquen lo mismo para todos. Un pequeño matiz gramatical permitiría definir al "insurgente" como aquél que se levanta contra el poder establecido, y al "resistente" al que se opone a un invasor o a un régimen tiránico. Hay cierta superposición entre estas dos definiciones, pero no se puede pedir más al diccionario de la RAE.
En lo que al caso respecta, en el léxico político al uso se entiende por insurgencia afgana a todos los que combaten al Gobierno de Karzai. Es una expresión utilizada por este Gobierno y por los países que lo apoyan: EEUU y demás aliados.
Visto desde el pueblo afgano, sin embargo, un "resistente" es el que se opone a la invasión de su tierra y desea expulsar a los extranjeros.
Escrito por: Alberto.2010/08/26 00:04:22.883000 GMT+2