Los ojos del mundo se vuelven hacia las tierras palestinas, ahora que los medios de comunicación llevan a nuestros hogares el impacto del reavivado y sangriento conflicto entre Israel y el pueblo palestino de la zona de Gaza. Es comprensible la irritación que causa en la opinión pública mundial la violenta represión militar ordenada por el Gobierno de Tel Aviv, sobre todo cuando las víctimas civiles inocentes, judías o palestinas, muestran una vez más la irracionalidad de lo que está ocurriendo y la cerrazón de las autoridades israelíes.
Al escribir estas líneas llegan las noticias del alto el fuego acordado entre Israel y Hamás, con una cierta sensación de alivio. Casi a la vez se puede leer en internet este texto que traduzco del inglés: "Todos sabemos que incluso después de que caiga la última bomba o el último cohete -que esperamos sea lo antes posible- los palestinos que viven encerrados en Gaza (1.700.000) habrán de afrontar la cotidiana violencia estructural de la ocupación. Israel seguirá controlando la mayor parte de sus fronteras y restringirá los recursos que entran o salen. Proseguirán los asesinatos extrajudiciales, el agua no potable, la escasez artificial de alimentos y suministros médicos. Y continuarán las muertes a escala desproporcionada: desde 2006, luchando en este territorio han muerto más de 2.880 palestinos de Gaza y 45 israelíes".
Lo anterior no está escrito por una pluma palestina, antisemita, izquierdista o radical. El texto arriba reproducido continúa así: "Debido precisamente a que nosotros, los judíos, hemos sufrido la experiencia de haber sido olvidados por el mundo y encerrados en guetos, estamos moralmente obligados a enfrentarnos a todo lo que signifique sufrimiento y, especialmente ahora, a oponernos al asedio y a la agresión contra los palestinos de Gaza. Esto es debido, precisamente, a que en nuestra propia historia hemos aprendido que una gota de sangre derramada, no importa de quién sea, es siempre un gota de más".
Así pues, no todos los judíos apoyan la masacre palestina. Lo anterior es prueba de que existe un pensamiento judío que discrepa racionalmente de la violenta actuación del Gobierno de Netanyahu. Es conveniente que los lectores conozcan al menos una de estas fuentes: la organización Jewish Voice for Peace, radicada en Oakland (EE.UU.) y que, como su nombre indica, se esfuerza en difundir por todo el mundo una "voz judía para la paz".
Lo hace a través de su página web:
http://jewishvoiceforpeace.org/
que en los tiempos que corren es una ráfaga de aire limpio y de esperanza en una humanidad más justa y cooperativa. Con motivo de la situación actual en Palestina, acaba de publicar un breve recordatorio titulado "Las principales cosas que hay que saber sobre Gaza", que en un par de páginas borra de un plumazo algunos de los falsos estereotipos que muchos medios de comunicación occidentales mantienen sobre este asunto.
Resumo a continuación algunos de los temas tocados, utilizando el mismo vocabulario que el informe. (1) Gaza está siempre bajo asedio: en los mejores días, cuando no son bombardeados, 1.700.000 palestinos permanecen cautivos en una condición miserable. Israel controla sus infraestructuras eléctricas y de aguas residuales, así como los aspectos básicos de su economía; los palestinos no pueden salir libremente del territorio para visitar a sus familiares en Cisjordania o para recabar atención médica.
(2) ¿Quién inició las hostilidades? Aunque es opinión común que Israel se ve obligado a defenderse, la verdad es que ha roto numerosas treguas con Hamás, incluyendo la última. Tras unos días de calma, Israel asesinó al jefe militar de Hamás, un palestino moderado que dos horas antes había recibido la propuesta de una tregua, laboriosamente trabajada entre Israel y Hamás. El "derecho a defenderse" ¿no alcanza también a Hamás?
(3) Los medios utilizan un vocabulario engañoso. Se habla de un "ciclo de violencia", como si ambas partes tuvieran la misma fuerza y fuesen igualmente responsables de la violencia. A veces describen ataques "quirúrgicos" o "precisos", lo que implica una exactitud inexistente que produce numerosas víctimas civiles.
(4) El conflicto no puede llamarse "guerra", pues se produce contra uno de los más potentes ejércitos del mundo, con el apoyo, incluido armamento, de la superpotencia mundial que es EE.UU. Siempre son abominables los ataques contra la población civil, pero en este caso la diferencia numérica entre las víctimas de uno y otro bando es abrumadoramente desequilibrada.
El último aspecto que recopilo es (5): "No hay solución militar", porque "Israel utiliza periódicamente su poder militar como disuasión contra la rebelión de los palestinos en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental. Pero la ocupación y subyugación injustas de todo un pueblo no pueden mantenerse solo por la fuerza militar. La única solución a largo plazo, para palestinos e israelíes, es la que ofrezca libertad y dignidad a ambos pueblos".
El pensamiento judío se enriquece con estas aportaciones que, desde fuera de Israel, proyectan otras luces sobre este complicado conflicto que solo parece agravarse día tras día.
CEIPAZ, 24 de noviembre de 2012
Comentarios
Estoy cansado de luchar contra la ignorancia. Le envío esta declaración de Martín Varsavsky en respuesta a sus manidas palabritas. Que Vd. lo pase bien.
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Hamás, Israel y ser judío en España
La consideración hacia los judíos es uno de los problemas tribales que afectan a este país
Martín Varsavsky 25 NOV 2012 - 17:03 CET
Del blog de Martín Varsavsky)
Primero voy a comentar el problema de los palestinos pertenecientes a Hamás y su conflicto con Israel. Después el mío: el problema de haber sido un judío en España durante 17 años y el de la difícil situación de los judíos en España cuando Israel entra en guerra con Hamás.
Empiezo con el de Hamás.
Hamás es un ejército financiado por Irán como arma contra Israel cuyo objetivo es la destrucción del Estado de Israel. Muchos palestinos están en contra de Hamás; es más, ha habido guerras civiles entre palestinos por el tema de Hamás, así que ser palestino no quiere decir ser de Hamás. Pero Hamás ganó las elecciones de Gaza y tira cohetes a Israel con el objetivo de matar civiles israelíes. Por eso Israel bombardea Gaza y no bombardea Cisjordania, por ejemplo, donde gobierna Al Fatah y hay muchos más palestinos. También por eso yo mismo he participado en ONGs que ayudan a palestinos y he donado a causas palestinas: porque la mayoría de los palestinos son moderados. Pero estos días el conflicto es con Hamás.
Hamás llegó al poder en parte gracias a que Israel decidió dar autonomía a Gaza y retirar los colonos de allí bajo el liderazgo de Ariel Sharon, que cayó en coma y nunca vio los pésimos resultados de su estrategia. La esperanza de Sharon era que Gaza se ocupara de tratar de prosperar, se ocupara de los suyos, viviera en paz con Israel... Algo curioso, por cierto, teniendo en cuenta que Sharon había sido un guerrero toda su vida. Así, la esperanza de muchos israelíes era que los palestinos de Hamás quisieran más a sus hijos de lo que les odian a ellos y construyeran su país. Pero la realidad es otra muy diferente. Hamás es un enemigo terrible de Israel que desea no la solución de los dos Estados propuesta en Oslo que muchos apoyamos, sino la desaparición de Israel.
La mayoría de los palestinos son moderados. Pero Hamás busca la desaparición de Israel
Los israelíes quieren vivir en paz. De eso no tengo duda, aunque muchos en España sí la tienen. Los israelíes quieren vivir en paz más que nada porque su sociedad es un gran éxito; en pocos años, Israel ha alcanzado un nivel de vida como el existente en Europa, y con un paro bajísimo. Lo mejor para Israel es que nazca un Estado palestino próspero que sea un buen vecino y quiera vivir en paz. Israel es un Silicon Valley en Oriente Próximo, próspero, una cuna de innovación. Es conocido como “start up nation” por la cantidad de nuevas empresas innovadoras que se crean ahí. Mucha de la creatividad empresarial de Israel nos vendría muy bien en España para bajar el paro.
En su historia, Israel ha entregado el Sinaí a cambio de paz a Egipto, ha entregado territorios a cambio de paz a Jordania. Pero esta tendencia se acabó cuando entregó Gaza a cambio de paz y consiguió guerra. Se puede discutir si Israel realmente está haciendo todo lo posible para lograr la paz con los palestinos en general; yo creo que no. Me parece especialmente terrible la insistencia de los israelíes de construir colonias en territorios palestinos, y esta es mi crítica más fuerte al Gobierno israelí. Pero curiosamente estas colonias se construyen en Cisjordania, no en Gaza, de donde Israel sacó a la fuerza a todos los judíos que había. Sin embargo, los cohetes vienen de Gaza y han matado y herido a israelíes. Los palestinos de Cisjordania son mucho más razonables y los conflictos con ellos son menores. El 25% de los habitantes del Estado de Israel también son palestinos; estos nunca atacan a Israel, ni los cisjordanos lo hacen de la manera que lo hace Hamás.
Ahora un paréntesis en este artículo para comentar mi realidad: la de ser un empresario judío en España, y cómo dejé este país que tanto quiero después de vivir 17 años aquí y me fui a vivir a Estados Unidos. Esto es para entender este artículo en su contexto. Para que lo apoyes o critiques sabiendo que es una visión muy personal del conflicto, pero no por eso menos válida.
Viví de pequeño en Argentina. Luego me fui a Estados Unidos, donde viví 18 años. Después a España, donde viví 17 años. Y hace dos meses regresé a Estados Unidos. Mi vivencia, y la de los poquísimos judíos que viven en España (unos 30.000 en todo el país) es que lo pasé mal por ser judío en España, y una de las razones por las que me fui de España es esa. No la más importante, por cierto. Otras razones de más peso son el desagrado y envidia con la que miran muchos españoles a los empresarios, no como creadores de empleo (lo que hice yo con Jazztel, Ya.com y ahora Fon, que sigue creciendo en España) sino, frecuentemente, como ladrones. Y la tercera razón y la más importante por la que vine a Estados Unidos es porque considero al Gobierno español especialmente incapaz para sacar el país adelante y aquí tengo muchas más oportunidades. Como dije públicamente, en vez de abaratar el empleo, el PP abarató el despido, heredó un desastre del PSOE y lo hizo peor. Yo soy empresario, necesito un entorno mínimo para realizar mi labor, y eso lo tengo en EE.UU. Puedo hacer crecer Fon en España, pero gracias a que la financiación la recibo de Estados Unidos y el Reino Unido. En España el poco crédito que hay está metido en el agujero negro de la construcción y los bancos malos. Para emplear a más gente en España, y la hay buenísima, tengo que estar en Estados Unidos, desde donde se financia Fon.
Fin de paréntesis
Volviendo a Israel y Hamás; cuando Israel decidió bombardear Gaza para terminar con la lluvia de cohetes que caía sobre su población civil, me alegré de no estar en España. Porque claramente es una tragedia: mueren civiles, aunque Israel no esté tratando de matar civiles y Hamás sí. Es más, si Hamás dijera “aquí hay niños” y los niños palestinos estuvieran en zonas delimitadas durante el conflicto, Israel nunca bombardearía esos refugios ni mataría niños. Pero no puede por culpa de los escudos humanos, un concepto que a muchos españoles, por amar la vida y no conocer a un enemigo como Hamás, les resulta imposible de entender. Sin embargo, mucha prensa española opina lo contrario. Creen que Israel quiere exterminar a los palestinos. Y los más de 800 cohetes que han caído hasta ahora en Israel son, en general, ignorados por la prensa española, así como las víctimas israelíes, que parecen insignificantes porque son menos en cantidad. Como si Israel no tuviera el derecho de defender a todos sus ciudadanos. Los artículos que leo en Estados Unidos sobre el conflicto son equilibrados; los de España no me parecen imparciales.
Ser judío en España cuando Israel pelea con Hamás es como ser del Barça en medio de los Ultra Sur
España es un país que quiero mucho, quizá más que mi Argentina natal y que Estados Unidos, un país en el que, salvo por esos temas desagradables como los prejuicios entre españoles, el tribalismo español (catalanes, vascos, madrileños, andaluces, nacionalismos varios entre ellos), he vivido muy bien y forjado fuertes amistades. Un país en muchas cosas maravilloso: su historia, su geografía, y nadie --y digo nadie-- es mejor amigo que un español. Pero ser judío en España cuando Israel pelea con Hamás es como ser del Barça en medio de los Ultra Sur. Mejor irse.
Ahora, para que me entiendas algo más, te pregunto lo siguiente. Si los marroquíes empezaran a tirar cohetes que cayeran en Ceuta argumentando que estos territorios eran árabes y tienen que volver a ser árabes y obligando a la población española a meterse en búnkeres como el millón de israelíes que ha dormido en refugios estos días, ¿qué haría España? Pues está claro lo que haría, pondría una valla como lo hizo ya hace años, y cuando la gente tratase de cruzarla, usaría violencia, como hizo en 2005, cuando cinco murieron y 100 resultaron heridos al tratar de entrar en España. Ahora, si Israel hace lo mismo, bueno, ¡no quiero ni pensar la reacción de la prensa española!
Te hago otra pregunta más sencilla. Tú, lector que criticas a Israel ¿me puedes decir, con la mano en el corazón, que tú crees que, si Hamás no atacara a Israel, Israel bombardearía Gaza de todas formas? ¿Y si fuera así, por qué? Compara la historia que tantos critican de Israel, las “masacres”, por ejemplo las campañas militares en las participó la misma España, las de Irak y Afganistán en la que murieron cientos de miles de civiles inocentes. El ejército israelí, que hasta el momento lleva 100 víctimas civiles en Gaza, y es probable que la tregua aguante. Si vamos a hablar de masacres podemos empezar por otros sitios. Líbano, por ejemplo, en cuya guerra civil murió el 7% de la población; la guerra entre Irak e Iran, las guerras de Afganistán e Irak, ahí si que han muerto cientos de miles, si no millones de árabes. Si Israel quisiera exterminar palestinos lo podría hacer, pero no lo hace porque quiere la paz y respeta el derecho de los palestinos a tener su país. Mientras tanto, ahora mismo, en la frontera norte de Israel tenemos a Siria, a Bashar Al Assad masacrando decenas de miles de personas. ¿Dónde están las manifestaciones españolas sobre el tema? ¿Estás enterado del horror que es eso?
Te digo, viví en España, quiero a España, pero si un judío hace algo malo, y matar a un civil, aunque no sea tu objetivo, es siempre terrible, el español medio está mucho más listo para denunciarlo que si los españoles, europeos en general, los árabes o los mismos norteamericanos lo hacen. Si Israel tiene un muro, resulta que los judíos hacemos apartheid, pero si España tiene un muro en Ceuta en el que se mata a los que tratan de cruzar, es razonable. Y a los miles de africanos que murieron tratando de llegar a España en búsqueda de trabajo, ¿por qué les dejamos morir y no los rescatamos en barcos de la Marina? Sé que rescatamos y ayudamos a bastantes, y hay gente maravillosa en España dedicada a ellos, pero aun así miles han muerto tratando de venir a nuestro país. Ahora, eso sí, si Israel trata de parar un barco con gente armada que va a Gaza, España explota, literalmente explota en furia, y los judíos, mejor nos escondamos. Cuando ocurrió el episodio del barco turco, la reacción en España fue totalmente sobredimensionada con respecto a la realidad del acontecimiento.
¿Qué haría España si los marroquíes tirasen cohetes a Ceuta argumentando que este territorio es árabe?
Cuando Hamás tira cohetes a la población civil israelí, su objetivo es matar civiles inocentes. Cuando Israel bombardea, hace todo lo posible, como se vio en el ataque en el que murió el jefe militar de Hamás, para matar combatientes de Hamás. Y esto vino luego de una lluvia de cohetes de Hamás a Israel. Para Israel, matar un niño palestino, un civil palestino, es un fracaso, es un horror. Para los palestinos de Hamás, matar a un civil israelí lamentablemente es una fiesta, como se ve en este vídeo.
Mira este otro vídeo de un comentarista de televisión de Hamás que relata el atentado en un autobús público de Tel Aviv y dice: “Roguemos a Alá para que dentro de poco tiempo veamos bolsas llevando a muertos”. Dice que las mezquitas de Gaza están celebrando. En fin, dice horrores y los dice por televisión.
Y para muchos españoles, lamentablemente, insultar a un judío —por cierto, muchos como yo poco tenemos que ver con Israel--- es algo frecuente. Es más, solo la palabra judío es un insulto en España. Trata de levantarte en una universidad española para defender el derecho de Israel a defenderse de Hamás y me cuentas como te fue. Di que eres judío y que apoyas a Israel y me cuentas como te fue. A los judíos les va bien en España mientras no levantan la cabeza cuando Israel entra en conflicto con Hamás. Por supuesto, está la minoría española que ha visitado Israel y sus países vecinos y con quien siempre me relacioné muy bien. O simplemente la gente que en España, pese a ser bombardeada por una prensa parcial, se tomó el tiempo de estudiar las fuentes originales. Pero no son el público general.
Termino. Primero, con el deseo de que la tregua recientemente declarada se mantenga. Y después, comentando que el problema judío en España es un problema más, una tribu más del problema tribal que tiene este país con una tendencia muy fuerte al separatismo, al desmembramiento, a los odios internos. No es que el español medio sea antisemita y punto; en general, tiene muchos otros prejuicios que también dificultaron mi vida en España. El Gobierno sabe esto y acaba de sacar una fantástica medida en la que le da la nacionalidad española a los descendientes de los judíos sefardíes expulsados de España en 1492 (Sefarad quiere decir España en hebreo). Pero mira este artículo que divulga el tema y lee los comentarios, estos comentarios te darán una buena idea de que piensan muchos españoles sobre los judíos. Este es un mal generalizado en este país. Escuchar a mis amigos catalanes hablar mal de los madrileños, escuchar a los madrileños hacer lo mismo de ellos, cuando estas dos partes de España tienen mucho más en común de lo que tienen de diferente. El tribalismo en España es un problema serio que puede terminar con España tal como la conocemos. Y en estos momentos, en los que el país se hunde, es cuando la unión es indispensable para salir a flote. Creo que es hora de que todos los españoles ---religiones, etnias, culturas--- estemos unidos para salir de la crisis, respetemos más a los demás, acusemos menos, asumamos nuestras culpas y salgamos adelante.
Martín Varsavsky es Consejero Delegado de Fon y profesor en la Universidad de Columbia (Nueva York).
Escrito por: Haim.2012/11/26 11:18:46.781000 GMT+1
Para: Haim
De: El autor
Mis "manidas" palabras responden al pensamiento de muchos judíos estadounidenses, expresado a través de Jewish Voice for Peace, precisamente para contrarrestar los lugares comunes, tan distorsionados como habituales en los grandes medios de comunicación, de lo que es un ejemplo el largo texto de Martín Varsasvki, que usted reproduce.
Nada añade ese texto a la cuestión aquí comentada, y poco le aliviará a usted, presumo, de su cansancio en la lucha contra la ignorancia, aspecto en el que ambos coincidimos. Lo que si revela el citado texto es el frecuente victimismo del pensamiento judío, que si tiene sobradas razones históricas para sustentarse, ahora que el Estado judío es el victimario, no parece oportuno seguir recurriendo a él.
Le agradezco el deseo de que yo "lo pase bien", cosa difícil en estos tiempos que corren, tan cargados de violencia, fanatismo e ignorancia.
Con mis más cordial saludo.
Escrito por: Alberto Piris.2012/11/27 10:33:30.629000 GMT+1