Ugrafías

Otoño de 1999. Un hermano del alma me dice ¿has leído alguna vez a este? No. Ondia, qué bueno. Mira el anterior. Joder. Escribe dos por semana. Vaya. Sí, a ver. Brutal. A ver otro más. Qué caña. Y otro. Pues también. Juas. Parece mentira. Y en El Mundo, nada menos. Pues sí.

Así conocí, como quien abre una caja de bombones y se la funde en una noche loca, el verbo de JOR. Desde entonces, dos veces por semana, no dejaba escapar ni una columna. Así hasta verano de 2000. Andaba yo jugueteando con eGroups y montando una lista de correo de pequeño alcance. En estas que Javier abrió una web sencillita, casolana que decimos aquí, y pronto propuso a quienes le escribíamos que nos respondiéramos también. Esperé unas horas pero nadie parecía dar el paso. En tres o cuatro clics abrí uno y lo propuse. Desde Viena Yoseba y desde Donosti Mikel me hicieron eco. Y pues ya. La habíamos montado. La incipiente 'pandilla' tenía dónde presentarse y relacionarse, virtualmente.

Aún no tenía ni nombre, o bien el que tenía, 'termita_beta', no acababa de convencernos pues, por corrosivo que fuera nuestro cascarrabiar, un termitero no es una república. A los cuatro días de rodaje Mikel escribió <<¿Por qué no llamamos PATERA a esta lista de correo?>> El clamor, pese a ser pocos gatos, fue general.

Recuerdo que mi hermano del alma, aquel con quien desde el primer momento disfruté de leer a Ortiz, respondió con un <<¡¡¡¡patera, patara!!!!! Qué menos?>> Por ello preguntó Mikel si patara es patera en catalán. Y a ello de nuevo mi paisano... <la emosión).>>

Recuerdo que, además de soltar una carcajada, me emosioné yo también. Supongo que en previsión de años de emociones de las que Javier sembraba con su latir diario y con la honestidad incendiaria de esas que llamó verdades molestas. Una vez decidido que íbamos a navegar en patera, escribió un frontis. Hace casi nueve años de ello, pero no hay que cambiarle ni una coma a la idea. Ahí estamos, en palabras de Javier :

La idea es crear un espacio de intercambio para gente que tiene una visión crítica de la realidad social (pero no la misma: cada cual la suya) y que se ha ido congregando en este rincón de la Red desde julio de 2000. Le pusimos el nombre de “patera” sin ningún ánimo frívolo. Antes al contrario: como muestra de solidaridad con quienes se embarcan a la búsqueda de un destino diferente subidos a la más frágil de las naves y como símbolo de nuestro propio propósito: también pretendemos un futuro distinto, tampoco tenemos medios para arrostrarlo y también es fácil que naufraguemos en el intento. Pero no renunciamos a intentarlo.