Ugrafías

"Peor que no tener información, es creer que se tiene". Esta frase, de calado punzante y con forma de greguería y oxímoron a la vez, la leí hace pocas semanas en un espacio en red de Carlos Azagra. Supongo que es suya. Grande, Azagra. Eso no lo supongo, eso es así.

Bien. Pues resulta que al hilo de cadenas de mensajes que plantean que el seísmo de Haití fue inducido por militares otánicos -o, si cabe, peor que eso- poniendo como prueba que hubo una retirada de barcos de la Navy -o como se diga- británica... me pregunto de nuevo si no es tan fácil engañar como decir que se nos engaña. Y creo que lo es. Igual de fácil. Y creo que lo que es demasiado fácil no puede ser muy de fiar, pues.

También escuché decir hace tiempo que los primeros interesados en que se expandan este tipo de rumores son los poderes fácticos que ya controlan los mass-media y que, siendo más inverosímil lo que se diga, menos crédito obtendrán así quienes, mientras tanto, sí que pueden estar destapando cuestiones ciertas ciertamente ocultas al común de los mortales.

Ayer me mostraron algo sobre un presunto plan maestro de Google -el vídeo puede verse en el mismísimo y googlero youtube, aunque también en una web ex profeso-. Llega un momento en que uno ya no sabe si creer al pastor con lo de que viene el lobo, al lobo con lo de que vienen las capuchas rojas, o a la abuela de Hobbes, que es una abuela para el tatarabuelo Hobbes.

Tanto me da. Si Google me vende algo, como si me venden que me está vendiendo, total yo no compro, sino que uso. Tanto monta, monta tanto, pues qué se controla y qué vale la pena tener bajo control, esa es la cuestión.

Y! En unas pocas horas me veo -o mejor ni me veo, sino que creo que me veo- dinamizando un taller sobre 'predialogales' en el Fòrum Social Català. El programa incluye casi una docena de eventos, entre charlas, ponencias, experiencias, etc. Pueden verse, con los enlaces a los colectivos, en el blog con el que, desde hace casi dos años, andamos preparando un Fòrum Social de Comunicació.

Y vuelvo a lo que ya es bucle: ¡Qué babel! Pero no paramos. No sea qué.