Ugrafías

Mucha gente, sí. Un gentío.

El partido pelayo (PP, para los amigos) y su entorno de foros, coros, bravos toritos y piquitos de loro, desde los pásalos del 13-M y la bofetada en urnas del día siguiente, siguen impertérritos, levitando en un autismo sobrevenido, ajenos a toda razón y todo mundo que no encajen en su pulsión visceral en pos de la Reconquista de la Santa Moncloa. Y parece no importar que tal cruzada sea por por las malas o por las peores.

Será que la mitológica "Unagrande" encandila a multitudes. Lo saben y lo aprovechan las pantallas y antenas digital-libelo-liberales, charanga y pandereta de nuestros días. Ahora devotas del trasiego de frascuelos de ácido bórico, las plegarias de marías y maríos quizás ayer se encaminaban, sabiéndolo o sin saberlo, a revivir la foto de las Azores.

Pero ¡ay! resulta que aquel friend del Cid Aznar, aquel hijo de su padre, se la está dando con un canto. Lo que tiene el misterio trinitario es que consume mucha fe. Y encima el otro,  el muy judas, laborista tenía que ser, dialogando, ahora que eso es pecado del todo. Y para colmo... Europa ¿Qué potentado, qué banco, qué gigante alemán o francés va a preferir negociar sobre dineros con los Acebes y los Zaplana, pudiendo hacerlo con los Solbes y los Montilla? Si ej que es lo de siempre, vaya : que desde el extranjero le pispan la Libertad mayúscula a la Unagrande. Y dentro el tumor de los separatistas que siguen de ganchete con Zetapé, el Demonio del talante desesperante.

Se tiene pues por natural y nacional ese clamor y fervor rojigualdoso;  gruñe la furia otrora vencedora e imperial, esa pureza de raza que ni sabe ni quiere saber de chácharas en lenguas vernáculas ni quiere ni sabría entrar en galimatías de procesos si amenazan las esencias sagradas de esa eñe más papista que el Papa y, si hace falta, más española que España.

Lo de ayer no fue una manifestación, sino una demostración  (y no se entienda como anglicismo, no, no) de que a patrioterismo no les gana ni el MNLV, ni los de ZP, ni Dios. Y esta enésima vez, recuperado su absurdo contador de víctimas, menos aún. En plena emoción, en plena autohipnosis colectiva, cabía dar una sorpresa, cabía regalarse un momento pasional, cabía, cuadraba, la marcialidad de la Marcha Real. Y se dice que el chinta tachinta, ese himno sin palabras que retrata el españolismo más iletrado de entre los españolismos posibles, roció de unos segundos de Gloria toda la marabunta congregada.

En el día de hoy...
...El Periódico de Catalunya apunta nuevos 'objetivos judiciales' posibles...

USO DEL HIMNO
(...) El himno de España cerró el acto en una vulneración de un decreto de octubre de 1997 aprobado cuando José María Aznar --también presente en la marcha-- era presidente del Gobierno. El decreto establece que la Marcha Real solo puede interpretarse en actos militares, de la Casa del Rey, del presidente del Gobierno, de homenaje a la bandera y de partidos de la selección española. La norma faculta al Ministerio del Interior para abrir expediente sancionador en caso de que sea vulnerada.

Pues nada, a ver qué pasa con eso. Si el Ministerio calla, otorga. Y si otorga, mejor llamar a la pieza, a partir de ahora, en vez de Marcha Real, Marcha Contra el Diálogo. Cada loco con su lema ¿no? Quizás haya una amonestación verbal, sin tarjeta amarilla con visita al juez incluida.

Aunque quizás sería preferible, buscando más paz, resolver el conflicto legal proponiendo que la próxima vez hagan sonar una versión zíngara del himno. No es imposible, es algo que ya se ha hecho con uno que no es himno local, sino que lo es del género humano... Os lo enlazo en este youtube. Espero que lo disfrutéis tanto como yo. Sin necesidad de gentíos, en la intimidad de sentirse perteneciente a la humanidad, a la humanidad minúscula, pequeña, y aún por liberar de muchas cosas, entre otras, de la mayúscula estupidez de quienes anteponen su nacionalidad a su naturaleza.  Voilà, c'est ça...