ElPais publica un top ten de 'crisis humanitarias' (enlace aquí)
Han conseguido que deteste la palabra 'humanitaria'.
Esas crisis, primero, son humanas, pues las sufren hombres y mujeres y niños y niñas. Una crisis humanitaria, en rigor, es una crisis (de humanismo o) de humanitarismo. Y eso segundo puede darse solamente con el estómago ya bien satisfecho.
No sé si me explico.
Lo de 'ayuda humanitaria' o 'intervención humanitaria' es puro adorno barroco del 'casi nada' real, crudo y letal.
Por otro lado, hacer 'top tens' de eso es otra señal de que es cierto lo que denuncia Jennifer Loewenstein en un interesante artículo del que es esta cita:
| el egoísmo, el odio y la indiferencia, el racismo y el fanatismo, el egotismo y el hedonismo que tratamos a duras penas de ocultar con nuestra jerga sofisticada, nuestras refinadas teorías y modelos académicos, ayudan actualmente a guiar nuestros deseos más abyectos y miserables. La insensibilidad con la que nos permitimos todo es endémica a nuestra propia cultura y prospera aquí como las moscas sobre un cadáver. |
Podría añadirse a ese top ten de "crisis" cualquier anciano que hoy muera de frío en la calle, en París o Nueva York o Moscú, o cualquier niña que hoy maten en la China por haber nacido niña, o cualquier niño de los USA que hoy se dispare accidentalmente por juguetear en la mesilla de noche de sus padres (en un documental oí que allí hay de promedio 17 muertos accidentales por armas de fuego al día; subrayo lo de accidentales)
Serían solo tres ejemplos de que la especie humana está "en crisis". Tres ejemplos de que el humanismo sigue siendo algo que en los libros es un capítulo de la historia de la Edad Moderna, pero no ha llegado a vencer ni en todo el mundo ni en todas partes.
Quienes sí han vencido son la cobertura GPS y las antenas parabólicas. Eso sí que alcanza hasta el rincón más exótico del planeta.
Pero vaya, eso no nos hace más humanos mientras siguen sin imponerse, en rigor y por el peso de su lógica, el humanismo de Erasmo de Roterdam o de Leonardo da Vinci. Que tampoco, en rigor también, inventaron tanto, o al menos no mucho más que el sufismo o los chamanes amerindios.
Seguimos, por más que lo adornemos, en una (in)civilización progresivamente más y más mortífera, y bajo similares sistemas -al menos como tales con muy pocas diferencias sustantivas entre ellos- seguimos, todos los seres, 'humanitarios, inhumanos, críticos o triturados por la crisis', a la deriva en el que es sobrehumano y omniescente... el sistema solar, así llamado aún, supongo, en los manuales escolares.
Parece ser que, en desatenciones, ningún planeta supera el nuestro. Ni en florituras verbales como la de hablar de 'crisis humanitarias'. Ni en muertes totalmente evitables.
La de ozono no sé cómo lo lleva, pero la capa de humanidad tiene inmensos agujeros que no pueden taparse con la hipocresía de confundir lo justo y necesario con un escaso goteo de conmiseraciones o limosnas "humanitarias".
El mapa de esa miseria humana lo dibuja cualquier noticiero cualquier día en cualquier país del mundo.
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