Nunca se publicó "Mis primeras tres mil (con pocos obstáculos)". Se trataba de unas memorias de un corredor de medio fondo. El borrador no llegó a ningún editor y quedó manuscrito en un cajón de su escritorio.
La disciplina conocida como 3.000 metros con obstáculos es olímpica desde hace poco más de un siglo, si bien se situa el origen de estas llamadas steeplechase (athletics) en las primeras "cazas de campanarios", a caballo, practicadas ya en el siglo XVIII.
Patxi corría esa modalidad y, aunque nunca bajó de los 12 minutos, tuvo tiempo para ir cavilando el asunto mientras saltaba vallas y fosos. Se refería a sus 3.000 primeras semanas de vida.
¿Cómo? Tres mil semanas? Y eso? Cualquiera, llegado este punto, se hace esa pregunta. Seguramente escribo esto porque yo mismo, el martes que viene, día 7, cumplo 3.000 semanas. Matemáticamente, al mismo tiempo, cumpliré 21.000 días. Es una frikada, no tengo duda, el contar el tiempo de esa manera. O de otras muchas. Pero igual que me ocurre ante los mapas, que me da por invertirlos, mirarlos desde otras perspectivas, tunearlos incluso... lo mismo me ocurre con la cartografía del tiempo, que al fin y al cabo todo lo que sea contar es mapear, y viceversa.
No hace demasiado de mi primer disloque loco con lo de los hábitos contables. Fue escuchando una canción de los Arnau Griso titulada Mil Meses. Más o menos es la media de esperanza de vida en el primer mundo (el primero de los más de cuatro que hay...). La letra de la humorada musicada comienza así
Comprar cosas que no quieres para el tiempo que no tienes, calculando lo que debes que la vida son mil meses, mil meses.
Puede escucharse aquí.
Fue escucharlo y en el coco algo me hizo un clic. Toda la vida llevo leyendo biografías en enciclopedias y se colocan los años normalmente al principio. Cuatro cifras si al cierre de la edición la persona aun vive. Normalmente ocho si ya falleció. Me pregunté cómo sería medir el tiempo de un modo en base más decimal. Sobre la plantilla de los mil meses, los 500 se cumplen ya pasados los cuarenta años, los 100 primeros cuando aun no se han cumplido nueve, y así el esquema, más acorde a las métricas habituales, que tienen en lo decimal la base más común, pues se dibuja de otra manera. Al fin y al cabo mi idea de ugrafiar es la casi inocente idea de dibujar de otra manera. Si en vez de friki hubiese sido hábil con los lápices estaría haciendo viñetas y mapas rarunos. Me queda el placer de garabatear estas cosas. Cosa que hago semanalmente, por otro lado.
Y es que en mi particularmente público #2021odlqs he comentado en mi (otro) blog semillero-florero, que hice mi medio millón de horas a principios de verano, lo cual equivale a 30 millones de minutos. También quería compartir por aquí estos desajustes contables con la esperanza de provocar alguna curiosidad. Filosofar sobre lo que es una semana y por qué siete y no ocho ni seis... eso será otro día... pero desde luego no es tontería, tampoco.
nota: dejo un enlace donde calcularse los días cada quien y en otro apartado del sitio te calculan la edad en caso de haber nacido en otros planetas...
Y dejo otro para todo el lote de recuentos y refábulas.
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