Sono, SD 72 CDD 9013, 1999
Musisoft Distribution, Nanterre (Francia)
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Lo primero de todo, una perplejidad convertida en cabreo: ¿qué tienen las compañías discográficas francesas contra las fechas? Puedo jurar y juro que he chocado contra esta misma dificultad decenas de veces: da uno la vuelta al disco producido o reeditado en Francia, lo mira de frente, por detrás y hasta de canto... y nada: imposible enterarse de cuándo salió al mercado. No lo hacen constar. Con éste la broma ha sido aún más completa, porque he indagado en la Red y he encontrado varias referencias a él, pero ninguna en la que figure la fecha de las narices. Me consta, eso sí, que el CD es reciente, porque yo lo compré el verano pasado y me lo vendieron como novedad. Ahora bien: nada excluye que su primera edición tenga más años a sus espaldas.
Acabado el desahogo, contaré que estamos ante una antología que recoge una muestra adecuadamente representativa de la mejor música que se está haciendo en Senegal. Son doce piezas correspondientes a un buen ramillete de intérpretes y grupos: Ismaël Lô, Mansour Seck, Toure Kunda, Youssou N'Dour y Las Estrellas de Dakar, Baaba Maal y Dande Lenöl, Omar Pene y Super Diamono, Thione Seck, Africando, Mansour Seck (esta vez con Ousmane Hamady Diop), Thio Mbaye (también con Super Diamono), Cumba Gawlo y Ouza.
Senegal posee una rica reserva de estilos e instrumentos, que varían según las regiones. Hay, vista la cosa a grandes trazos, tres géneros fundamentales: la música wolof, de la etnia mayoritaria, basada en los polirritmos de las percusiones sabar; la música de las regiones del norte, melódica y de influencia islámica y, en fin, la música mandinga, asentada en la parte oriental del país y a menudo centrada en relatos épicos. A Youssou N'Dour se le considera representativo de la primera corriente. Baaba Maal se inserta en la segunda. Ismaël Lô y Toure Kunda, procedentes de la Casamancia sureña, son buenos amantes de las baladas lánguidas.
Para quien aún no se haya interesado por la música senegalesa, esta antología le permitirá echar un vistazo general y elegir, sin dejarse llevar necesariamente por lo que dictan las modas.
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