EMI, 1979
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace algunos años más de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
Hay discos publicados hace pocos días que suenan infinitamente más antiguos que estos. La edad no estropea los buenos discos, al contrario, los rejuvenece.
Adoro la guitarra eléctrica. Las sensaciones que se pueden experimentar mientras unos dedos se deslizan por el mástil son infinitas (que nadie busque aquí metáforas eróticas). Rudolf Schenker, el compositor de esta veterana banda, posee una incuestionable capacidad de generar ritmos pegadizos, ritmos que te invitan a acompañar su discurso. "Loving Your Sunday Morning" es un perfecto ejercicio de dinamismo, de rítmica, consiguiendo que la guitarra sea una especie de péndulo capaz de mantener unos acordes mágicos por sí mismo. Otro tanto sucede con "Coast To Coast", en el que Klaus Meine, el cantante, cierra la boca y atrapa una guitarra para generar una de las melodías más clásicas de estos germanos. La vena sentimental aflora con promiscuidad en los escorpiones, ya se sabe. "Always Somewhere" y "Holiday" son la mejor muestra. Esta última canción, sin llegar a ser nunca un número uno, se ha convertido en un himno para los fans de los Scorpions. En el otro extremo de los sentimientos musicales aparecen "Can´t Get Enough" o "Lovedrive", temas más desgarrados, más desordenados, en los que la voz y los instrumentos se entregan a una especie de orgía en la que nada importa salvo la intensidad. Por último, como una especie de islote aparece "Is There Anybody There?, un tema con un mestizaje soberbio. Rociado por el reagge y con las entrañas del rock. ¡Ah!, y con un nuevo pragmatismo rítmico de etnia desconocida pero actualidad impermeable. "Show me the way to find myself. Cause I´m nowhere in the darkness of these days". Yo, sin ir más lejos, sigo buscando ese camino. Y en cuanto a la oscuridad de estos días...
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