Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Sabido es que mucha de la gente que disfruta de la música en general suele exceptuar dos o tres géneros. Uno de ellos es el llamado "bacalao" que no tiene unas fronteras muy precisas, otro es el rap. Bien, lo que aquí os presento es un disco de rap, o de hip-hop, o como se llame en ese momento. No obstante no estamos ante un disco sólo de ese genero, aquí tenemos son cubano, música negra, Vieja Trova, guajiras y mil ingredientes más que hacen de este disco uno de los mejores de cuantos se editaron el año pasado. Desde mi punto de vista es una obra maestra: mezclas, mezclas y más mezclas. Canciones libres de prejuicios, valientes en los textos -no olvidemos que está publicado en Cuba- y ricas, mejor dicho, multimillonarias en ritmos. Sorprende desde la primera canción.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Sí, los Ketama, antes de dedicarse al pop blandito hicieron muchas cosas buenas, unas veces firmadas por ellos y otras colaborando con músicos de diferentes países (recordemos los maravillosos Shongai y Shongai 2). En este disco hacen las funciones de músicos, sin más, las composiciones y la voz cantante -en este caso la flauta cantante- la pone este músico portugués -¡por dios!, ¿estos vecinos hacen algo mal alguna vez?- llamado Rão Kyao. Multiintrumentista y erudito de músicas de las que la mayoría de los mortales ni ha oído hablar, firmó en este disco uno de los mejores trabajos que yo nunca haya oído. Música ideal para viajar, tanto con la cabeza como literalmente: para escucharla mientras se conduce. Un lujo en todos los sentidos.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace algunos años más de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Hay discos publicados hace pocos días que suenan infinitamente más antiguos que estos. La edad no estropea los buenos discos, al contrario, los rejuvenece.
Qué recomendar de Jacques Brel? ¡Todo! Pero este LP, que fue el último que hizo antes de morir, cantando ya con un solo pulmón, tiene pasajes muy particularmente brillantes y enternecedores. Creo que Orly es la única canción que este maldito misógino hizo en toda su vida tratando de entender a una mujer. Aparentemente fría, acaba siendo terrible. Jojo, en la que habla a su amigo del alma ya muerto, sentado sobre su tumba, te trae las lágrimas a los ojos, aunque la hayas escuchado cien veces antes. Jaurès, en la que se pregunta por qué mataron al político socialista, es un impresionante alegato contra la sociedad actual. Viellir, en la que afronta su próxima e ineluctable muerte, te pone el alma en un puño.
Es un disco de autor. De un músico ya experto y de un poeta grandioso, que se zahería y se menospreciaba.
Lo estoy escuchando mientras escribo. ¡Dios, qué pena que nos dejara, qué desperdicio para el Arte!
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
El ensemble multicultural Mara!, compuesto por Mara Kiek (voces, percusión), Llew Kiek (buzuki), Sandy Evans (saxos soprano y tenor), Tony Gorman (clarinete, saxo alto) y Steve Elphick (bajo con arco), penetra en las profundidades de la música tradicional búlgara para, con el sólido respaldo del Coro Martenitsa (30 voces sin fronteras) y las letras escritas ex profeso por el poeta y traductor Stefan Kozuharov, darnos un paseo por las cuatro estaciones (Sezoni) del año. Música al viejo estilo de Bulgaria y, a la vez, música sincrética, con ecos de sinfonías, de jazz y de new age. Música nacida en el corazón del Este europeo, con las esperables reminiscencias otomanas, pero viajada por Australia y el Reino Unido. Altamente recomendable.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Es inexplicable que haya esperado tanto tiempo para incluir aquí este disco de Antonio Carlos Santos de Freitas, Carlinhos Brown (nacido en 1963). Sin duda es uno de los discos que más he oído en los últimos años. Si hubiera que hacer una carta de presentación de este pedazo de músico habría que hablar de grupos como Timbalada -del que sigue siendo uno de sus miembros más activos-; de milagros como el "Tropicalia 2" firmado por los dioses Caetano Veloso y Gilberto Gil; quizá recordar el mejor disco de los extintos (¿?) Sepultura: Roots; o descubrir colaboraciones en discos de Marisa Monte, Daniela Mercury, Virginia Rodrigues, Maria Bethânia, Gal Costa, Margareth Menezes o Chico Cesar; y acabar reconociendo que la música de Brasil de los últimos tiempos sería otra sin este negrazo de Salvador de Bahía ("negro" dicho con todos los prejuicios positivos del mundo). Música nacida en África, mojada en el viaje hasta América por lo mejor de aquel continente: percusión brasileña, el soul estadounidense, melodías importadas desde Europa y una sensibilidad social que, si bien no es necesaria, nunca viene mal. Disco único entre los únicos, mas si no lo he puesto en esa sección es por que el siguiente: "Omelete Man" (1998) no desmerece en absoluto de su hermano mayor. Música axé, funk, bossa nova, embolada... o como él mismo la define: "música popular afrobrasileña sin prejuicios".
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
El fulgurante éxito de Buena Vista Social Club ha puesto de moda la música cubana en medio mundo. Hay gente que ha descubierto de golpe y porrazo que no todo empezaba allí con la Nueva Trova... y acababa con la Vieja. Pancho Amat, músico de sólida formación que ha tocado todos los palos -desde el jazz al afro-son, pasando por la guaracha, el bolero y la guajira-, nos da un colorido paseo por toda la isla, "de San Antonio a Maisí", es decir, desde el cabo de San Antonio, frente a México, hasta Punta Maisí, en el extremo oriental, cerca ya de Haití, presentándonos los más diversos estilos tradicionales. Excelente para hacerse un idea... y para menear el cuerpo. Para que no se diga, Silvio Rodríguez le echa una mano.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Éste disco no sé si, de puro nuevo que es, ni siquiera ha llegado todavía al mercado. Tras su apuesta por Kepa Junkera (Bilbao 00:00), culminada por el éxito, el sello Resistencia se dispone a lanzar al mercado a otro "nuevo" valor de la música con raíces: la gallega Mercedes Peón.
Es música popular de Galicia, inspirada en temas tradicionales del canto y la danza, interpretada con solvencia, empaque y buen gusto por esta joven-veterana profesora, que no tiene nada de nueva para quienes saben de su ya dilatada labor docente y difusora, pero que ahora afronta como intérprete la prueba de fuego de la música comercial. Peón hace de todo: pone voces y coros, toca la gaita, la pandereta y el pandero... y hasta la lata de pimientos (instrumento que admito que me era desconocido hasta ahora). Aparte de eso, compone o arregla las músicas, comparte la producción y proporciona buena parte de las letras. Pluriempleo a tope.
Ojalá que le vaya bonito: el 90% de quienes pueblan Los 40 principales no le llegan ni a la suela de los zapatos.
Atlantic Records, 1988. Wea Ireland. Nr. 7 81835-2
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace algunos años más de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Hay discos publicados hace pocos días que suenan infinitamente más antiguos que estos. La edad no estropea los buenos discos, al contrario, los rejuvenece.
Si no conocéis a Christy Moore, éste puede ser un buen disco para iniciaros en su música. También os podría valer Voyage (1989). Esto han dicho algunos de él: "Lo que Woody Guthrie fue para los EEUU, Moore lo es para Irlanda" (Bono). "Su gran voz, su selección de las mejores canciones de muchos de los compositores ‘desconocidos' de Irlanda, unida a su propia fuerza y pasión como compositor, hacen de él el más poderoso cantante folk irlandés de nuestros días" (Jackson Browne). "Christy Moore tiene la voz de un viejo y peligroso amigo" (Elvis Costello). "Es el más grande de los irlandeses vivos" (Shane McGowan). Es fantástico, en todo caso. Cantantes como Enya o Sinéad O'Connor admiten que sin su respaldo no habrían llegado a ser lo que son. En este CD, Enya le hace segundas voces en un par de piezas. Estuve viendo a Christy en un concierto en Londres hace cinco años. Llena el escenario él solo. Cantó una emocionante versión del "¡Viva la Quinta Brigada!", a cuyo término no pude evitar ponerme en pie y lanzarle un sonoro "¡Gracias!", al que respondió levantando el puño, sonriente. Todo el CD es una preciosidad, pero debo destacar Quiet Desperation ("La desesperación tranquila"), que me parece toda una consigna para afrontar la vida.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de versiones de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Sobre este tema las opiniones son como las manifestaciones: hay muchas. Que si las versiones son peor que los originales, que si una buena canción se aprecia escuchando sus versiones, que... Tú decides.
Pere o Pedro Pubill tiene ya 65 años y es reconocido como uno de los creadores de la rumba catalana. Tras nueve años de silencio musical, publica un disco en el que pone al día varios de sus éxitos de los 60 y 70 e incorpora también alguna canción nueva. Para ello ha contado con la participación de un amplio grupo de músicos (digamos) latinos entre comillas, alternativos e interesantes la mayoría. El disco lo ha grabado acudiendo a los lugares de residencia de sus colaboradores, en vez de grabarlo en un sitio determinado.
Entre la gente de mi generación, Peret forma parte de la cultura de nuestros padres. Para algunos, representa el lado "chungo" de la época franquista. O, por lo menos, entre las personas de mi entorno. De todas formas, leo alguna entrevista que le hacen para promocionar este trabajo y dice cosas interesantes: por ejemplo, "Si trabajas con gente mayor que tú, aprendes. Pero si lo haces con artistas mucho más jóvenes, descubres otro mundo". Escucho en la radio un par de números (que dicen los cubanos) y me decido a comprarlo.
Abre el disco Jarabe de Palo, con la destacada participación de Elena Andújar: "El lunar de María", una de las que más gusta a Peret. Le siguen los mejicanos de El Gran Silencio y "Borriquito". Los catalanes de Estopa, y su descaro juvenil y barrial, se dejan ver en "Lo malo". Los Enemigos bordan un "Saboreando" con aires jazzies. Jean remezcla "Una lágrima". Tonino Carotone le echa morro y, con la ayuda de Mastretta, participa en "Es preferible". Amparanoia (¡qué chorro de voz, tía!) se atreve con "Qué suerte". Dusminguet hace dos temas, "Yo soy la rumba" y "El mig amic". David Byrne y Carol C. hacen "Si fulano" (en el concierto que Byrne ofreció dentro de la programación del Festival de Cine de Donostia, nos reímos un rato). Malou y Nilo, "Amor a todo gas". Queda muy maja "El gitano Antón" de Macaco y Ojos de Brujo. Professor Angel Dust mezcla "No se pué aguantar" (muy buena). El bilbaíno de París Sargento García canta en "El muerto vivo". Fermin, como siempre, le da credibilidad a "Voy voy" y se te pega en euskara que da gusto.
Para terminar, tengo una duda: ¿por qué no ha participado en este disco algún miembro de Radio Futura? Recuerdo aquella canción de este grupo que dice algo así como "y una lágrima suya / como dijo Peret / en la arena cayó". ¿Por qué?
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Rubén Blades es un polifacético panameño nacido el 16 de julio de 1948: músico, actor y político son sus quehaceres más conocidos. Dicen que fue la conciencia política de la salsa. Creció en la cultura estadounidense, pero su conciencia despertó tras comprobar cómo los yankis reprimieron a tiros una manifestación nacionalista en su país (21 muertos y 500 heridos). Estuvo en Nueva York, volvió a su país, donde se licenció en Derecho. Marchó nuevamente a los EEUU y en Miami entró en contacto con Fania, la poderosa discográfica salsera. Entre 1975 y 1983 tuvo una fructífera relación musical con Willie Colón. Por ejemplo, la clásica "Pedro Navaja". Rompe con la disquera Fania. En 1984, ya en solitario, firma con Elektra y publica "Buscando América". En este disco, es impagable la canción "Desapariciones", la cual denuncia, evidentemente, aquella moda (¿de tiempos pretéritos?) que tenían algunos gobiernos hispanoamericanos de sacudirse a los rebeldes de encima. Hay una versión de este tema en el disco de Los Fabulosos Cadillacs "El león" (Gasa-Sony 1992). Otro disco que me encanta es "Antecedente", de 1988. Mi canción preferida es "Patria".
Luego ha publicado más discos, pero sus trabajos cinematográficos y su carrera política (candidato a la presidencia de Panamá con el Movimiento Papa Egoro) hacen que sus trabajos discográficos se vuelvan cada vez más esporádicos.
En 1999 publica "Tiempos": "Cuando hago algo lo hago a largo plazo. Yo tengo las luces largas siempre puestas. Si este disco no vende ahora, vamos a ver dentro de 10 años quién sigue vendiendo y quién no. 'Tiempos' va a durar siempre. Celia Cruz y Tito Puente presentaron una posición, y quedan porque fueron originales, sinceros y dieron calidad. El resto va desapareciendo poco a poco". Rubén Blades dixit. A pesar de ser poco comercial, gana el premio Grammy en pop latino.
No es un disco fácil, ya que supone dar un viraje a su carrera. Busca una nueva sonoridad, digamos panamericana, pero con proyección internacional: influencias celtas, árabes y mediterráneas. Está grabado junto al grupo costarricense Editus. Hay una dedicatoria a Paco de Lucía. Destacan "Vida" y "Sicarios", una especie de "Pedro Navaja" del 2000.
Ahora está empeñado en regresar a Panamá. Piensa crear una compañía cinematográfica: "Cuando regrese a Panamá entraré en otra etapa de mi vida (...) Es absolutamente necesario que pueda hacerlo todo desde Panamá".