Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace algunos años más de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Hay discos publicados hace pocos días que suenan infinitamente más antiguos que estos. La edad no estropea los buenos discos, al contrario, los rejuvenece.
Excelente antología de la obra del más celebrado de los cantautores escoceses. Entre las canciones seleccionadas, dos composiciones suyas que Dolores Keane ha hecho famosas en medio mundo: Caledonia (adoptada por los escoceses a título de himno nacional no oficial) y Solid Ground. Este hijo de jardinero de la rural Perthshire, en el norte de Escocia, se inició en los 70 como integrante de dos bandas de folk celta: Tannahill Weawers y Silly Wizard. A partir de ahí, inició su carrera en solitario. En 1992 la BBC hizo un amplio documental sobre su vida y su música titulado The Land. En 1993 recibió un disco de oro por dos canciones recogidas en la banda sonora de El último de los mohicanos. Dougie, que combina las composiciones propias con los arreglos de temas populares tradicionales, es también uno de los referentes fijos del independentismo escocés.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Vuelvo a este rincón para hablar del último trabajo discográfico de Jabier Muguruza. Quinto trabajo en solitario desde que allá por el año 1994 se decidió a tirar para adelante y publicó "Boza barruan". En este trabajo le acompaña su banda habitual: el bajista y arreglista Txema Garcés, el pianista Mikel Azpiroz y el baterista David Gómez. Como colaboraciones más importantes, yo destacaría la participación de la orquesta de cuerda Et Incarnatus y Kiko Veneno.
Es un disco que mantiene el nivel conseguido con los dos anteriores y que pone una chinita más en un camino nada fácil. Canción de autor, con toques de jazz y de pop. El título ("Hain guapa zaude!", "¡Estás tan guapa!" o "¡Qué guapa estás!") ya nos avisa de que está dedicado a las mujeres. Jabier dice que es para las mujeres que quieren ser protagonistas, que intentan hacer su camino.
El disco se abre con un hermoso texto de Joseba Sarrionandia, "Itsasoak emandako indarra", donde participa Et Incarnatus. Luego, Jabier musica otro poema de Inazio Mujika Iraola, "Gramatika desegilea", donde habla del amor y de hacer el "canelo" en noches de conquista.
"Zure lapurra" es de Iñaki Irazu, habitual (y fino) letrista. Luego viene "Kontzertuak frakaso egin du", es decir, "El concierto ha fracasado", basado en un poema de Prevert y donde Jabier ironiza sobre ese hecho. En "Etxera berandu heltzean", de Iñaki Irazu, interviene por vez primera Kiko. Habla de cómo se las arreglan algunos cuando llegan a casa más tarde de lo debido y tienen que dar explicaciones.
"El pueblo guapeao-Herri apaindua" es la canción más pegadiza del disco. Es una canción que Kiko grabara allá por el año 1989 con Raimundo Amador en un disco que pasó sin pena ni gloria. Aquí te invade su espíritu festivo y te invita a disfrutar y a sumarte a la fiesta.
Con "Neska" vuelve la quietud y con "Bikote gazteak", letra y música de Jabier, éste se fija nuevamente en una de sus reconocidas obsesiones: historias de parejas. Aquí habla de incomunicación, de cenas íntimas y de teléfonos móviles. "Casa de pedra" es un poema, en gallego, del poeta José Luis Padrón. En "Belarri garbiketan", junto a su hija Garazi, nos cuenta los pensamientos que le pasan a uno por la cabeza mientras se limpia los oídos.
"Bizitza bi (Txirrita flamenkoa)" se abre con un "bertso" de Txirrita. Dice un amigo mío que el bertsolari Jose Manuel Lujanbio Txirrita (Hernani 1860 Altza 1936; http://www.argia.com/siglo/prota/36txirri.htm) sería el Camarón de los vascos, salvando las distancias. La canción denuncia lo fácil que resulta enviar a la cárcel al pobre y lo fácil que sale de ella el pudiente. Cierra un instrumental de Roberto Yaben, guitarrista de Jabier en los dos primeros discos en solitario.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Lo primero de todo, una perplejidad convertida en cabreo: ¿qué tienen las compañías discográficas francesas contra las fechas? Puedo jurar y juro que he chocado contra esta misma dificultad decenas de veces: da uno la vuelta al disco producido o reeditado en Francia, lo mira de frente, por detrás y hasta de canto... y nada: imposible enterarse de cuándo salió al mercado. No lo hacen constar. Con éste la broma ha sido aún más completa, porque he indagado en la Red y he encontrado varias referencias a él, pero ninguna en la que figure la fecha de las narices. Me consta, eso sí, que el CD es reciente, porque yo lo compré el verano pasado y me lo vendieron como novedad. Ahora bien: nada excluye que su primera edición tenga más años a sus espaldas.
Acabado el desahogo, contaré que estamos ante una antología que recoge una muestra adecuadamente representativa de la mejor música que se está haciendo en Senegal. Son doce piezas correspondientes a un buen ramillete de intérpretes y grupos: Ismaël Lô, Mansour Seck, Toure Kunda, Youssou N'Dour y Las Estrellas de Dakar, Baaba Maal y Dande Lenöl, Omar Pene y Super Diamono, Thione Seck, Africando, Mansour Seck (esta vez con Ousmane Hamady Diop), Thio Mbaye (también con Super Diamono), Cumba Gawlo y Ouza.
Senegal posee una rica reserva de estilos e instrumentos, que varían según las regiones. Hay, vista la cosa a grandes trazos, tres géneros fundamentales: la música wolof, de la etnia mayoritaria, basada en los polirritmos de las percusiones sabar; la música de las regiones del norte, melódica y de influencia islámica y, en fin, la música mandinga, asentada en la parte oriental del país y a menudo centrada en relatos épicos. A Youssou N'Dour se le considera representativo de la primera corriente. Baaba Maal se inserta en la segunda. Ismaël Lô y Toure Kunda, procedentes de la Casamancia sureña, son buenos amantes de las baladas lánguidas.
Para quien aún no se haya interesado por la música senegalesa, esta antología le permitirá echar un vistazo general y elegir, sin dejarse llevar necesariamente por lo que dictan las modas.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos únicos de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Quién no conoce un disco maravilloso de un grupo del que no se volvió a hablar? Hay discos que por si solos justifican la existencia de sus compositores... pero desgraciadamente sólo ese disco les salió redondo.
Conocí a este músico keniata a principio de los 90, desde entonces sus baladas habitan en mi cabeza como una música familiar, conviven sin complejos con melodías firmadas por los mismísimo Leonard Cohen o Bob Dylan. La presentación corrió a cargo de Peter Gabriel que tuvo a bien regalar al mundo un disco impagable: Passion, la banda sonora de "La última tentación de Cristo". Más tarde publicó una secuela que a su vez venía preñada de futuros descubrimientos: "Passion Sources". En este disco aparecía una canción -"Obiero"- culpable de que buscara desesperadamente el disco completo.
A los pocos años vino a Madrid a dar un concierto. Ayub es un personaje elegante, alto, digno y muy, muy cálido. El concierto fue prácticamente un recital en solitario, acompañado por un arpa -nyatiti- a la que, según explicó, la considera su mujer, unas flautillas -imbele y wea- y unos cascabeles que se colocaba en los tobillos.
Hijo de un médico y una maestra, vivió parte de su infancia en los Estados Unidos, cuando volvió a Kenia tuvo que aprender de nuevo el idioma en el que compone sus canciones: el luo.
El sonido es suave, la voz tiene una riqueza que nos hace apreciar tonos muy agudos sobre un timbre mayoritariamente grave, en sus ritmos cadenciosos uno se imagina la noche al lado del Lago Victoria con las estrellas en lo alto. Si tengo que destacar dos canciones diría la primera ya citada "Obiero" y la última, que da título al disco: "En Mana Kuoyo" (Arena).
Pese a que he buscado con posterioridad música de Ayub Ogada, hasta la fecha es el único disco que he escuchado, ¡pero qué disco!
Philips CD 832 466-2, Phonogram SA, West Germany, 1979.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de versiones de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Sobre este tema las opiniones son como las manifestaciones: hay muchas. Que si las versiones son peor que los originales, que si una buena canción se aprecia escuchando sus versiones, que... Tú decides.
23 clásicos de Georges Brassens tocados en plan Dixieland por un plantel de primeras figuras, entre ellas el propio Georges, a la guitarra. Divertido, desenfadado, se nota que se lo pasaron en grande haciéndolo. Añade dos piezas cantadas por el maestro. En origen fue un doble LP y las dos piezas cantadas iniciaban cada uno de los discos. A Brassens me lo tengo trabajado desde los 12 años: mi hermano Josemari, el pintor, volvió de Francia con un par de discos suyos que me fascinaron. Pero este trabajo lo conocí hace algo así como diez años, gracias a mi amigo Carlos Boyero, que me lo prestó. Era para él una de sus joyas más preciadas.
Lo de Boyero y este disco tiene su anécdota. En cierta ocasión, me contó que Joaquín Sabina le había regalado una foto de Brassens, con autógrafo de puño y letra del viejo cantautor anarquista. Estaba emocionado. "No sé qué regalarle a cambio", me dijo. Le respondí: "Regálale el disco de Brassens en jazz". Se quedó con la boca abierta: "¡Pero ese disco supone muchísimo para mí!". A lo que le repliqué: "Precisamente por eso te lo digo: el regalo tendría más valor". Me miró con odio: "¡Qué cabrón eres! ¡Ahora ya no tengo más remedio que dárselo!". Y lo hizo. Unos meses después, en un viaje a Francia, encontré la reedición del disco en CD. En cuanto me enteré de que había tiendas que copiaban CDs, le hice una, con copia exacta de la carátula y todo.
Lo que bien puede tomarse como demostración fehaciente de que las cosas no necesariamente acaban siempre mal.
La pasión de Boyero por este disco está plenamente justificada. Desde entonces, se lo he regalado a un montón de amigos, y no conozco ni uno solo que no se haya quedado fascinado al escucharlo y que no se lo sepa ya de memoria, a fuerza de oírlo.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace algunos años más de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Hay discos publicados hace pocos días que suenan infinitamente más antiguos que estos. La edad no estropea los buenos discos, al contrario, los rejuvenece.
En 1969 se presentó Vinicius de Moraes, gran cantante, gran músico y gran poeta, en Buenos Aires, y en 1970, actuando en el café La Fusa de esta ciudad, junto a Maria Creuza y Toquinho, surgió la idea de grabar el espectáculo que allí interpretaban. El disco que resultó fue un gran éxito, por su calidad, su espontaneidad y la alegría que los intérpretes transmiten al oyente. Vinicius murió sin entender cómo podía ser que él vendiese millones de discos en todo el mundo. Yo sí lo entiendo, y cualquiera que escuche la grabación lo comprenderá inmediatamente. Os recomiendo la audición relajada de todas las canciones, pero especialmente A Felicidade, Tomara, Berimbau, Garota de Ipanema, Minha namorada, A Tonga Da Mironga Do Kabuleté y Como Dizia o Poeta, esta última basada en una composición de Albinoni. Los diálogos que mantienen Toquinho y Vinicius son una delicia, y la voz de la Creuza algo indescriptible para los que no tenemos el don de la palabra que tenía, por ejemplo, Vinicius. Este disco me ha regalado momentos maravillosos. No os lo perdáis.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace algunos años más de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Hay discos publicados hace pocos días que suenan infinitamente más antiguos que estos. La edad no estropea los buenos discos, al contrario, los rejuvenece.
Cómo pasa el tiempo... Y es que el disco es nada más y nada menos que de 1985. Me gustaría haber escrito sobre otro disco de este mismo año ("6" de Mikel Laboa), pero no he encontrado la portada en la red. Haber hablado del piano de Iñaki Salvador, de Sorterriko koblak, de Joseba Sarrionaindia ... Otra vez será. Este disco me evoca uno de los conciertos más emocionantes a los que he asistido en mi vida. Poco antes de 1990, con motivo de una campaña en favor del Euskara, se organizó un concierto en uno de los frontones de Fadura (Getxo). Nos congregamos ¡veinte! (20) personas, y se produjo una conexión mágica entre artista y público, con un resultado de más de tres horas de música y complicidad. Concierto a la carta. Se repasaron de este modo, prácticamente todas las canciones de esta maravilla de disco. Nos acompañó el arpa y la espléndida voz de Olatz Zugasti. Fuimos todos arrastrados a otra dimensión, músicos incluidos. Aún se me eriza el vello al recordarlo. De todas formas, podéis elegir cualquier otro disco de Benito Lertxundi, al azar, y seguro que no os equivocáis.
Para quienes conozcan algo -así sea poco- de la actual música irlandesa, Mary Black no necesita presentación. Elegida por la crítica especializada durante dos años consecutivos "Mejor cantante femenina de Irlanda", ha ocupado ya una buena porción de veces el número uno de las listas de éxitos. Este último doble CD suyo alcanzó ese puesto a las tres semanas de haber salido al mercado, a finales del pasado año.
Perteneciente a una familia de hondas raíces musicales (de hecho han realizado bastantes conciertos y grabado discos como grupo, con el nombre de The Black Family, y su hermana Frances está haciendo también una importante carrera como solista), Mary Black se dio a conocer a comienzos de los 80 como cantante de temas folk irlandeses. Pasado el tiempo, y sin perder nunca esa querencia, ha diversificado considerablemente sus centros de interés estilísticos, interpretando temas folk de otras latitudes y haciendo originales incursiones en el mundo del pop. Esa variedad nunca se ha convertido en incoherencia: el toque Mary Black, inconfundible, está presente en todas sus creaciones.
Este álbum contiene dos CDs. El primero es el que da propiamente título al trabajo. Es una selección de sus más famosas piezas de la última década del pasado siglo (de ahí que no figuren algunos de sus temas más famosos, como No Frontiers, anteriores a 1991). El segundo CD, titulado Hidden Harvest ("Cosecha oculta"), es una selección de interpretaciones a dúo y de grabaciones de actuaciones en directo que nunca habían sido incluidas en ningún disco suyo. Tiene momentos memorables, como la versión que hace del Across The Universe de John Lennon (en directo y mano a mano con Noel Bridgeman), o como el Sonny's Dream, en el que mezcla su voz con las de Dolores Keane y Emmylou Harris.
Un total de 30 canciones que pueden servir muy bien para que quienes no la conocen lo vayan haciendo, pero que -gracias a los 14 cortes del Hidden Harvest- tampoco estarán ni mucho menos de más en la discoteca de los fans más veteranos.
Estos discos estaban incluidos en la sección de Discos de hace algunos años más de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Hay discos publicados hace pocos días que suenan infinitamente más antiguos que estos. La edad no estropea los buenos discos, al contrario, los rejuvenece.
GOLD BALLADS
Es éste uno de los discos de duros más vendidos entre los blandos. Scorpions es conocido más allá del ámbito del rock duro gracias a sus baladas. "Still Loving You", la mejor del disco, sonó hasta en las discotecas, y es más que probable que en algún congreso de Alianza Popular cuando regían sus destinos otros grandes líderes carismáticos de la dere..., perdón, del centro, como por ejemplo, Hernández Mancha."Holiday" es una forma musical de pedir una semana laboral de 35 horas, o algo así. Está considerada, dicho sea de paso, como una de las mejores composiciones del grupo a lo largo de sus treinta años de existencia.
"Always Somewhere", "Lady Starlight" y "When the Smoke is Going Down" completan este insuperable conjunto de música para bailar pegados. Sus letras no citan ni el cuero ni los pinchos que se gastaban por entonces estos melenudos germanos. Más de uno ha utilizado estas baladas como música de fondo en las ansiadas visitas de sus parejas cuando los padres no estaban en casa y se pretendía aprovechar al máximo tal circunstancia. Klaus Meine supo darle el color necesario a estas historias de amor no correspondido. Sin duda alguna, "Still Loving You" se convirtió en uno de los clásicos temas de amor y en un fijo de las baladas en álbumes de recopilación, junto a los Righteous Brother , Matt Monro, Ben E. King y otros. "Still Loving You" es también una especie de manual para quienes pretenden pedir una segunda oportunidad (If we'd go again, all the way from the start. I would try to change the things that killed our love.). Gold Ballads recoge, en fin, las mejores canciones de amor compuestas por Schenker y Meine, aunque su mayor éxito comercial estaba aún por llegar con Wind of Change. Pero ésa es otra historia, y otro disco.
TOKYO TAPES
Scorpions llegó a Japón y se encontró con un recibimiento faraónico. Fueron tratados como auténticos emperadores musicales, agasajados y perseguidos por decenas de "kamikazes" en busca de un autógrafo. La huida era especialmente difícil en aquella época; los integrantes de la banda presumían de unas botas con tacones que ya quisieran para sí muchos/as Drag Queens de hoy día. Pero vayamos a lo estrictamente musical, los principales éxitos de Scorpions fueron interpretados en directo y grabados los días 24 y 27 de abril de 1978 en el Sun Plaza Hall de Tokio. "Steamrock Fever", "We´ll Burn the Sky", "He´s a Woman, She´s a Man", "In Trance" o "Robot Man" son algunos de esos títulos, acompañados por dos versiones epilépticas de "Hound Dog" y "Long Tall Sally", y una frivolidad llamada "Kojo No Tsuki", que no es sino una canción tradicional nipona a la que Klaus Meine le puso su empeño personal y suficiente sensualidad (no sé si un alemán cantando en japonés es muy fiable, pero la cancioncita emociona). Para los fans más antiguos de estos alemanes, este disco es una pieza maestra. La fuerza que muestran sobre el escenario es absoluta, adornada además con un memorable "solo" de batería de Herman Rarebell. La locura magnética del guitarrista Uli Roth (que ya había anunciado que abandonaría la banda tras esa gira) y la voz tan peculiar y característica del pequeño Meine son otras de las cosas a destacar de este Tokyo Tapes.
Hay versiones en vídeo (CMV, 1988, 72 m.) y en CD (CBS, 1988).
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de versiones de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así: Sobre este tema las opiniones son como las manifestaciones: hay muchas. Que si las versiones son peor que los originales, que si una buena canción se aprecia escuchando sus versiones, que... Tú decides.
Homenaje a Woody Guthrie (Bob Dylan, John Mellencamp, Pete Seeger, Arlo Guthrie, Bruce Springsteen, Emmylou Harris, Bono, Willie Nelson) y a Leadbelly, dignificador de la música negra norteamericana (Sweet Honey in the Rock, Taj Mahal, Little Richard) presentado por Robbie Robertson, que fue el líder de The Band y que sigue siendo un tipo estupendo. El vídeo tiene una ventaja sobre el CD: las canciones son situadas en su contexto histórico, con lo que cobran particular sentido. Las imágenes que acompañan la versión de Deportee, interpretada por Emmylou Harris y Arlo Guthrie, el hijo de Woody, son casi tan expresivas como la propia canción. A retener la fotografía de Woody con la inscripción de su guitarra: 'Esta es una máquina para cargarse fascistas´. El mix de This Land Is Your Land, maravillosamente hecho.