Antología de Robert Duskis y John Schaefer. Six Degrees
Records, 1997. 657036 10005-2.
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Una invocación viene a ser algo así como una plegaria que se hace a un dios o a una musa antes de emprender un esfuerzo importante. Ésta nos dispone a afrontar el agotador esfuerzo diario que supone soportar la mediocridad. Aquí hay músicas de los más variados orígenes geográficos y de las intenciones más diversas -varias de ellas vaga o explícitamente religiosas-, todas unidas por el común denominador de la hondura sentimental y la exquisitez musical. Ante esta selección de piezas, la distinción entre «música clásica» y «música contemporánea» se va directamente al garete. Esta música es bastante más culta -pero para nada más aburrida- que mucha de la que tenemos catalogada como «clásica». A destacar el Oppenheimer, de Jocelyn Pook, que hace una fascinante mezcla del gregoriano, la escritura hindú y el lamento judío. No hace falta saber ni latín ni urdu para entender lo que quiere decir: la emoción estética es el más universal de los lenguajes. El disco sirve, de paso, para conocer un sello discográfico escasamente conocido por aquí pero del máximo interés: Six Degrees Records, que se autodefine como una empresa dedicada a difundir «música instrumental, ambiental, folk y clásica contemporánea y pop inteligente de todos los países». Visitad su web. Vale la pena.
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