AKD - Linn Records, 2000
Made in UK
Este disco estaba incluido en la sección de Discos de hace pocos años de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
No todos los "clásicos" tienen que pasar la prueba del carbono 14. Aquí tienes unas cuantas pruebas.
Nacida en Rochdale (noroeste de Inglaterra) de padres centroeuropeos, Jungr comenzó a cantar desde muy cría en locales de jazz y blues. Aún jovencita, el sello de Billy Bragg le grabó un disco de dúos con Michael Parker que tuvo una excelente acogida y consiguió darle renombre en tanto que... (¿cómo llamarlo?)... «cantante de cabaret alternativo», o algo así.
Pero ella tenía sus propias y personalísimas ideas, y en ésas está. El disco que hoy traigo a colación tiene algo más de dos años, pero se conserva lozano. No es precisamente una obra de usar y tirar, como las que tanto se estilan en estos tiempos.
Jungr homenajea la música parisina, o dedicada a París. Se mete en el fregado y no sólo consigue salir incólume, sino incluso con el merecido aplauso por delante.
Cantar a Brel en inglés no tiene nada de nuevo. Hacerlo con letras tan fieles al original y sin dejarse apabullar por la magia del belga, imponiendo el propio estilo, requiere un temperamento muy especial. Y no digamos nada si con quien decides tenértelas es con Léo Ferré. (Barb comenta e ironiza sobre la seca/tierna brutalidad de Ferré en Les Poétes: «Nunca me he acostado con un poeta. Ahora sé por qué».)
Pero París es más, como no ignora cualquier enamorado de París. Es Piaff -inevitable, pero también memorable, el No Regrets (Je ne regrette rien) de Jungr- y es también, por qué no, el I love Paris, de Cole Porter, o el Sunday Morning St Denis, de Robb Johnson, porque, a fin de cuentas, de aproximarse a París desde otra cultura -de mitificarlo, en buena medida- se trata.
He escuchado también el último CD de Jungr (la carátula según se sale por abajo, a mano izquierda), en el que recrea el universo de Bob Dylan. No menos extraordinario, aunque quizá no tan sorprendente, una vez conocidas las buenas/malas artes de esta fantástica tramposa de voz ronca y encantadora. Si podéis haceros con los dos, mejor que con uno.
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