Piranha, 1989
Este disco estaba incluido en la sección de Discos difíciles de encontrar de la anterior página web de Javier Ortiz (2000-2005), cuya cabecera decía así:
Nada, que no hay manera. Llevas años buscándolo, lo tienes en una cinta inaudible que proteges más que a tu vida... y no encuentras el CD por ningún lado. Aquí verás que no eres el único. Pero al final aparece, seguro.
Imagino que la casa de discos Piranha es una independiente alemana con pocos medios, porque, entre otras cosas, por más que miro y remiro en la caja no encuentro el año de edición de este disco. En cierta ocasión, leí en la revista Ajoblanco (otra que se fue al carajo, aunque, la verdad, últimamente no le hacía ni caso) una crítica de un disco de un tal Ali Hassan Kuban, absolutamente desconocido para el menda. Aparte de que el crítico era de fiar y Manu Chao lo ponía por las nubes. Uno no sale de casa mucho, pero, bueno, en una visita a París, me metí en unos grandes almacenes musicales (cuyo nombre no voy a mencionar, que diría Rubén Blades) que hay en los Campos Elíseos. En su sección de músicas del mundo me encontré con este disco y otro titulado "Nubian magic" (Delabel, 1994). Cualquiera de los dos valen el dinero que cuestan (¿o es al revés?). De todas formas, la canción que abre el "From Nubia to Cairo" hace que me incline por éste: "Sukkar, sukkar, sukkar" es su título. Mi pésimo inglés no me deja demasiadas opciones, pero el cuadernillo del disco dice que la cultura nubia es un crisol de culturas: "Pharaonic, Roman, Byzantine, Arab, Mamluke, Osmanic, Ethiopian, Indian, East and West African cultures". Si fueran europeos, se diría de los nubios que son una nación sin estado. Bueno, el caso es que ellos están entre Egipto y Sudán. Cuando hicieron aquella "pequeña" presa de Assuan, pues nada, tuvieron que emigrar. Hablo de memoria, pero creo que hay cerca de un millón de nubios en El Cairo. Los/las nubios/as tienen fama de ser muy guapos. Ali Hassan Kuban es uno de los exponentes de la música nubia. Revoluciona la música tradicional de su país: guitarras eléctricas, bajos y guitarras con trompetas, saxofones y acordeones, sin olvidarnos de los instrumentos autóctonos. La música se te pega y ahí permanece. La sigues tarareando sin cesar. Para contactar con la casa de discos Piranha, ahí os va su web.
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